El euro cerró la jornada de ayer sin cambios frente al dólar y ligeramente por encima de otras divisas del G10. Los datos definitivos del índice de precios al consumo fueron exiguos, quedándose en 1,3%, por lo que podemos deducir que las presiones inflacionarias siguen siendo débiles en la zona euro.
La libra esterlina recibió ayer un duro golpe con una caída del IPC general del 2,5% interanual, muy por debajo del 2,7% esperado, mientras que la inflación subyacente – que excluye los combustibles-, se desplomó hasta el 2,3%. Los mercados esperan una pronta subida de los tipos debido a las señales de línea dura lanzadas por el Banco de Inglaterra.
El dólar americano se situó ayer a la cabeza de las divisas del G10. La reunión entre el Presidente de Japón, Shinzo Abe, y Donald Trump se cerró con un acuerdo entre ambas partes de mantener conversaciones sobre el libre comercio recíproco, lo que provocó un fortalecimiento del billete verde.
El dólar canadiense se debilito la pasada jornada tras el informe y la rueda de prensa sobre política monetaria, emitidos por el Banco de Canadá. Los tipos no sufrieron ninguna variación, aunque el mensaje general apunta a un posible incremento paulatino a medio plazo.
La subida salarial sigue siendo el tema fundamental y el gobernador canadiense, Stephen Poloz, asoció los indicadores salariales -que se acercan al nivel del 3%-, con un mercado laboral que opera a su máxima capacidad. Sin embargo, las indicaciones sobre el crecimiento de los salarios no son lo suficientemente claras, lo que se traduce en que la próxima subida de tipos dependerá, en gran parte, de cómo sean de amplios y sostenidos en el tiempo los incrementos en los salarios.