Recordemos que esta semana tendremos la decisiva reunión de la OPEP en donde todos esperan que aparezca algo de firmeza para recortar la producción y de esa manera levantar los precios del crudo, pero muchos no están esperando precisamente eso.
Recordemos que la fuerte bajada de los precios del crudo tiene un componente de oferta muy importante ya que EEUU se ha convertido en exportador neto por la entrada en escena de la tecnología del fracking que ha aumentado mucho la producción y ayudado a que pequeñas empresas entren en la producción de crudo.
Sin embargo, la realidad es que estas nuevas tecnologías de países normalmente no exportadores de crudo, se ve como una seria amenaza al cartel del crudo por los países productores de la OPEP más tradicionales.
La falta de reacciones contundentes recientemente e incluso las dudas en los comunicados antes de la reunión, hace temer a muchos que el precio del crudo más que un perjuicio para Oriente Medio y Sudamérica, va a ser el arma que se va a utilizar para poder asfixiar a estas pequeñas empresas. Cualquier país productor tradicional tiene un riñón mucho más grande que cualquiera de estas pequeñitas empresas, así que mantener un crudo muy bajo será el principal factor para que la reservas de las empresas se agoten y al final acabe en teniendo que cerrar.
La visión anterior está siendo muy tomada en serio por el mercado y es que los últimos datos de los CFTC demuestran que los largos de crudo se han reducido nada menos que un -4,1% la semana que cierra el 18 de noviembre y además los contratos vivos están al nivel más bajo en nada menos que dos años.
En resumidas cuentas, hay que estar muy pendiente de lo que salga de esa reunión pero los datos muestran que la incertidumbre es muy alta.