No ha cambiado nada. De hecho, "hemos dado un paso hacia atrás", explica Pablo García, director de Divacons Alphavalue. Las negociaciones de paz se estancan, vemos rebajas de previsiones macroeconómicas (el FMI rebajaba su previsión de crecimiento a 143 países a causa del conflicto y también el Banco Mundial ha rebajado su previsión de crecimiento mundial anual para 2022 en casi un punto porcentual, del 4,1% al 3,2%) y se espera que también esto tenga su reflejo en la parte microeconómica mientras la inflación se sigue disparando.
"Y de nuevo caídas fuertes de los precios de los bonos y subidas de la rentabilidad que llevan al Bund por encima del 0,91%". Una de las apuestas desde Divacons Alphavalue sigue siendo estar cortos en el Bund. Por sectores, "más de lo mismo". Petróleo, gas y recursos básicos son en estos momentos las apuestas seguras. Desde la firma también se fijarían algo en sector farma y telecom.
Al escenario que ya teníamos, se suman las declaraciones todavía más "hawkish" por parte de James Bullard, de la Fed, que hablaba de una subida de tipos incluso de 75 puntos básicos de una vez. Eso, unido a la inactividad del Banco Central Europeo (BCE), hace que los inversores europeos estén sumidos en la incertidumbre, a falta de una hoja de ruta más clara, como sí está planteando la Reserva Federal. "Al BCE se le está echando el tiempo encima".
Esta incertidumbre y ese peor comportamiento de la economía en general, afectada por la fuerte inflación, se trasladará también a las empresas. Por ahora, estamos conociendo algunos resultados de compañías del primer trimestre, que no están siendo demasiado negativos, pero hay que tener en cuenta que el mayor golpe vendrá en las cifras del segundo trimestre del año, dado que el conflicto comenzó a finales de febrero.