El voluntariado en España ha crecido significativamente en los últimos años, impulsado por una mayor conciencia social y diversos acontecimientos globales. Según el informe ‘Acción Voluntaria 2023’, elaborado por la Plataforma de Voluntariado de España y el Observatorio del Voluntariado, alrededor de cuatro millones y medio de personas participan en actividades de voluntariado, lo que supone un aumento de casi tres puntos respecto a años anteriores. Las áreas más populares incluyen el voluntariado social, educativo y socio-sanitario. Este compromiso cívico contribuye a crear una sociedad más equitativa y solidaria, especialmente entre las mujeres y las generaciones más mayores, quienes participan con mayor frecuencia en estas iniciativas.

En este contexto, el papel del voluntariado no solo es clave para abordar problemas sociales como la soledad no deseada o la pobreza, sino también para promover valores como la igualdad y la solidaridad. A nivel sociodemográfico, un dato a tener en cuenta es que los jóvenes muestran cada vez más interés en estas iniciativas sin ánimo de lucro, lo que sugiere un futuro prometedor para la consolidación de una sociedad más participativa. Esta tendencia creciente pone de relieve la necesidad de que más organizaciones, tanto públicas como privadas, se sumen al esfuerzo de crear un impacto social positivo.

Este es precisamente el foco en el que se mueven entidades como Banco Santander, que cuenta con distintas iniciativas en la que sus empleados son voluntarios y forman parte de su desarrollo. Una de ellas, y que merece una mención especial por el Día de la Educación Financiera, que se celebra esta semana, es Finanzas para Mortales; el programa estrella de educación financiera que la entidad creó en 2013.

Banco Santander, contribuyendo al progreso de las personas

En él, casi 400 profesionales voluntarios de la entidad han participado como formadores en las más de 1.250 sesiones que se han ofrecido en todo el país entre enero y septiembre de 2024, duplicando el número de participantes respecto al año anterior. Con este programa, Banco Santander ofrece educación financiera a diferentes colectivos financieramente más vulnerables, como personas mayores, con discapacidad, emprendedores sociales, colectivos en riesgo de exclusión social o niños y adolescentes.

Pensando precisamente en estos últimos, lanzó Finanzas para Mortales edición junior, dirigido principalmente a estudiantes de primaria. Como ellos, los adolescentes también necesitan educarse financieramente, aunque no tanto en el plano digital. “Lo más importante que tiene que conocer un joven son nociones básicas para que pueda generar capacidad de ahorro, porque ahí está la clave para que tengan una economía sana que le ayudará a realizar sus futuras inversiones”, señala Carmen Bouza, directora de oficina de Banco Santander en A Coruña y formadora voluntaria de este programa para jóvenes.

Eso sí, pese a ser nativos digitales, “es importante que conozcan nociones claves sobre ciberseguridad para no caer en engaños y tener los conocimientos suficientes para no fiarse de cualquier falso gurú financiero”, resalta esta formadora. Para llevar estos conocimientos a estas edades, los voluntarios del Santander utilizan “presentaciones muy visuales, con ejemplos prácticos para que los alumnos entiendan conceptos básicos y que el contenido que les contamos les sea útil y atractivo”, explica Bouza.

En este sentido, destaca que Banco Santander desempeña “un papel fundamental a la hora de acercar a los jóvenes el mundo financiero” para que así puedan “perder el miedo a un lenguaje desconocido”. Un papel importante el que la entidad también realiza con las personas mayores de 65 años en sus talleres de Finanzas para Mortales edición senior: “Les damos seguridad en la gestión de sus finanzas para facilitarles la toma de decisión mediante la formación”, relata Adriana Rodríguez, directora de oficina de Banco Santander en Almería y formadora voluntaria de educación financiera para seniors.

El objetivo de estos talleres es llevar la educación financiera básica a este colectivo, pues son los que más lo necesitan ante la rápida transformación digital de la sociedad. De hecho, según indica Rodríguez, “sus principales preocupaciones son en el contexto digital”. Entre esas inquietudes se encuentran “entender cómo desenvolverse en un entorno cada vez más digital y cómo identificar y tomar precauciones ante el bombardeo de phishing que sufren a diario”, enumera Rodríguez. Todo esto, sin contar que “la gestión de sus finanzas ha cambiado y les preocupa no entender los distintos canales”, señala.

Consejos para una vida digital segura, formación básica sobre banca digital y el uso de los cajeros automáticos – operaciones con y sin tarjeta, trámites útiles y habituales – o el uso del servicio Correos Cash a través de las oficinas postales o los carteros con las que pueden recibir una cantidad de hasta 500 euros, son las tres grandes temáticas que se abordan en los talleres. Durante estas formaciones, los voluntarios han identificado barreras tecnológicas que frenan o ralentizan este aprendizaje. Por ejemplo, según esta formadora voluntaria, una de las barreras tecnológicas a las que se enfrentan las personas mayores “es la gestión de contraseñas”, ya que es “totalmente nuevo para ellos tener que crear ‘llaves’ que den seguridad a sus finanzas de una forma adecuada”.

En sesiones como esta, se ayuda a los seniors a “entender la importancia de las mismas con ejemplos de su vida cotidiana y a saber crear contraseñas más seguras”, apunta Rodríguez. Pero además de estos aspectos, en estos talleres se abordan otros temas complejos, como podría ser la planificación de la jubilación o la gestión de pensiones. Según esta formadora voluntaria, enseñan “a planificar y analizar sus ingresos y gastos para que sean capaces de priorizar el ahorro como si fuese un gasto imprescindible y así puedan contar con un ‘colchón’ para alguna necesidad prioritaria o gastos de importes más elevados”.

Un compromiso con la educación financiera para que nadie se quede atrás

Banco Santander ha enfocado su trabajo en pro de la educación financiera en todos los países en los que opera para que los ciudadanos obtengan los conocimientos básicos necesarios para la toma de las mejores decisiones financieras posibles.

Sólo en 2023, 11,5 millones de personas accedieron a las iniciativas de educación financiera que promueve y más de 440 profesionales voluntarios de la entidad en España participaron como formadores en los más de 1.000 talleres que se ofrecieron en todo el país. Las sesiones dirigidas al colectivo senior se han reforzado a lo largo del pasado año, y se ha puesto en marcha una nueva edición que se suma a las dos anteriores: Finanzas para Mortales edición inclusiva, para personas con discapacidad intelectual.