“La tasa de paro en el 7% ha incrementado la sensación de que, al menos, el tema se va a tratar y las probabilidades se han incrementado. El mercado espera que se cumpla el calendario de marzo o abril.”
¿Qué les ha pasado a los mercados para que hayan frenado el rally?
La Reserva Federal intenta convencer de que los tipos de interés están separados de las compras, para demostrar que no van a subir los tipos de interés a largo. En este juego, el mercado no está del todo claro, sobre todo teniendo en cuenta las probabilidades de un ‘tapering’ inminente en diciembre. El combustible de este rally de esta subida son las compras de la Reserva Federal”.
¿Considera que la FED se asustó al ver el bono 10 años estadounidense en el 2,85%?
“Sí, coincido con esto. Asustó a la FED, sobre todo, porque puede afectar a las hipotecas que es la gran parte de bonos que compra la Reserva Federal. Ese 2,85% está marcando el punto de ‘tapering’ sí o no”.
En Europa está preocupando la situación alcista del par euro/dólar…
“Había una cierta regla nemotécnica en el mercado que decía: ‘si no había’ tapering’ la bolsa subía y el dólar bajaba’. Esa regla se rompió. La idea de un inminente ‘tapering’ en diciembre debería haber provocado la caída del dólar, pero no ha sido así. Y es que estamos en una nueva guerra de divisas.
Ahora mismo tenemos una FED con mayores posibilidades y empujando el dólar a la baja y el BCE está intentando hacer lo mismo: debilitar al euro a la baja. En el rango que hay en el euro, entre un euro del norte y otro del sur, el Banco Central Europeo ha instado a los países del sur a ganar competitividad que ha hecho que el ‘suelo’ (parte baja del canal) suba y acaben uniéndose en un punto intermedio porque el ‘techo’ no se va cerrando. Si esta tendencia continúa, el euro seguirá subiendo”.
¿No hay nada que el BCE pueda hacer?
“Se han intentado muchas cosas. La bajada de tipos de interés, la idea de hacer un QE, remunerar los depósitos… que (en su momento) tuvieron su efecto. Lo que es estructural es el hecho de que las economías del sur están en un proceso de reestructuración, pero no vemos que las economías del norte sean capaces de generar inflación. El cruce (del euro) se producirá algo más arriba de lo que se esperaba”.
Se habla de que el BCE podría penalizar negativamente la deuda soberana de los balances de los bancos para ‘forzar’ la concesión de créditos…
“No va a tener éxito. No existe una demanda solvente. Esto no se va a solucionar con más actividad de riesgo en la actividad privada.
Reducir (la deuda soberana) no va a provocar que, de manera autónoma, los bancos tomen esa decisión”.
En caso de que el BCE tome la decisión de penalizar la deuda soberana, ¿los bancos españoles saldrían especialmente perjudicados?
“Con lo cual va a encontrarse con una demanda de crédito menos solvente. ‘Uno puede traer el caballo siempre al río, pero si no quiere beber, no beberá’.”
¿Consideran que existe cierto riesgo deflacionista en España?
“Hay un riesgo, pero no es una situación tan preocupante como la pintan. En estos momentos, los créditos no se están pagando porque no hay trabajo.”