Aunque los principales titulares se centran estos días en la prórroga presupuestaria de Estados Unidos, los analistas y directivos de Wall Street advierten de que la economía se enfrenta a un problema mucho más grave: la elevación del techo de gasto.
El consejero delegado de Goldman Sachs, Lloyd Blankfein, ha dicho hoy que no elevar el techo de gasto tendría unas consecuencias “extremadamente adversas”.
Tras reunirse con el presidente, Barack Obama, el directivo ha pedido al Congreso que no utilice el techo de gasto para conseguir cambios políticos. “No queremos ver la lucha llegar hasta este asunto”, ha dicho.
Blankfein ha advertido de la gravedad de la situación. “Realmente nunca hemos visto nada así antes, y no deseamos verlo”.
C.P.O.