Varios factores han posibilitado la presencia, cada vez más elevada, de ciudadanos mexicanos que compran activos inmobiliarios en España. Más personas y más dinero se suman desde aquel país. Sepamos las razones. 

EL EFECTO GOLDEN VISA
Una de las más importantes es la obtención de la ‘Golden Visa’, que ahora toca a su fin, por decisión del Gobierno, por lo que habrá que esperar al menos un año, para ver si este factor era la razón principal para comprar casas ‘premium’, en especial, en Madrid. Esa Visa Dorada que suponía otorgar la residencia con una inversión en inmuebles superior a los 500.000 euros para ciudadanos extranjeros. 

Está vigente desde 2013 y ha supuesto la llegada de capital extranjero para invertir en viviendas de alto standing y conseguir, de esta forma, la residencia española. Un proceso que data de la época de Mariano Rajoy como presidente del ejecutivo y que, hasta finales del pasado año ha alcanzado la cifra de 6.270 visados por inversión inmobiliaria para los extranjeros.

Pero si descendemos al detalle de los datos, en el caso de los mexicanos, lo primero que destaca es que el número total de los residentes en España, alcanza en global los 22.646 a cierre del año 2022, en cifras del Ministerio de Asuntos Exteriores, en su mayoría mujeres. De ellos 6.900 residen en Madrid, el mayor número de los radicados en nuestro país. 

En el caso concreto de las ‘Golden Visa’, nos encontramos con dos características interesantes. Por un lado, se convierten, hasta 2022 en el tercer colectivo entre las peticiones si atendemos al dinero invertido. Hablamos de 648 millones de euros. 

Sólo se colocan por detrás de EEUU, con 1.574 millones invertidos y por China, con 768 millones. Pero se da la circunstancia de que desde 2018 son apenas 67 los que han solicitado la residencia. Si hacemos la media del dinero y las personas que solicitan, a cada uno de los mexicanos le correspondería, en inversión inmobiliaria, 9,67 millones de euros en activos. 

Por el otro, solo una de esas operaciones, es la tercera en cuantía, por valor de 579,5 millones de euros, realizada en julio de 2021, solo por detrás de otras dos realizadas por estadounidenses. 

Así el potencial inversor de los ciudadanos mexicanos en España es más que significativo. 

Si comprobamos todos los años de su vigencia, desde 2013 a 2023, las concesiones por nacionalidad colocan a los ciudadanos mexicanos en la octava posición, con 368 solicitudes, un 2,53% del total de las adjudicadas. 

MADRID COMO OBJETO DE DESEO INMOBILIARIO

Para comprender la fuerza de este movimiento inversor, nos fijamos en la cifra y nacionalidad de los extranjeros que, en general, adquieren vivienda en España. Hablamos del 15,12% del total de las operaciones a cierre del pasado ejercicio, con una ligera caída, según los datos de los Registradores de España. En total 583.000 operaciones de compra por parte de capital extranjero de vivienda en España. 

Lo cierto es que México adquiere un porcentaje ínfimo de viviendas por nacionalidad, ya que no aparece entre los que adquieren más del 1% de los pisos, fuera del ranking de los 18 primeros, que encabezan británicos y alemanes, por este orden. 

Por provincias, Madrid, el núcleo duro de su residencia, apenas se coloca en el ranking en el puesto 20 de la compra de vivienda por extranjeros, con algo más de un 7%. 

De ahí que no figuren en los grandes rankings de tenencia de viviendas ni de compras por residencia: un colectivo que, en su mayoría, se aleja del litoral mediterráneo donde se concentran la gran parte de las compras habituales de vivienda para los foráneos.  

Y es que, más allá de la obtención de residencia, no es el objetivo prioritario en muchos casos, si atendemos a los datos de Bloomberg, que destacan que, desde la pandemia, la inversión mexicana en inmobiliario y construcción alcanza los 700 millones de euros, incluso con segundas viviendas. 

Buena parte de esas adquisiciones, concentradas en el Barrio de Salamanca, como la calle Padilla, en edificios ‘premium’ donde la inversión mexicana alcanza hasta el 50% del total. Para algunas inmobiliarias que usan la tecnología digital, para las denominadas protech, especializadas en lujo suponen incluso más, los ciudadanos mexicanos suponen hasta el 70% de sus clientes. 

Aunque no es la única zona de influencia de aquel país en el nuestro, sino que, también se deriva a otras de alto standing y precios muy elevados, como la zona del Paseo de Recoletos y a lo largo del Paseo de la Castellana, en la capital. Sin olvidar tampoco su presencia en Retiro, Chamartín y Chamberí.

Esto dentro del núcleo de la ciudad, aunque en los últimos años, las zonas más premium que pasan por, lo último en La Finca o lo más tradicional en La Moraleja, también entra dentro de lo que buscan en las afueras de la capital los inversores mexicanos en vivienda. 

Se trata de lugares donde el precio por metro cuadrado puede elevarse hasta los 9.000 euros, con viviendas que pueden llegar a alcanzar hasta 400 metros cuadrados. Esto unido a todos y cada uno de los componentes premium: desde piscina y spa hasta gimnasio pasando por la bodega. 

Según los datos del Prime Global Cities Index de Knight Frank, las viviendas ‘premium en Madrid han elevado sus precios un 5,5%. Se trata del quinto porcentaje de encarecimiento más elevado por detrás del segmento prime en ciudades como Manila, Dubai, Shanghai y Bombai.

Precios que, en los últimos seis meses han experimentado un encarecimiento del 4,3% y de apenas el 2% en el último trimestre.  

Las razones de este boom de la vivienda para mexicanos en Madrid, más allá de las argumentadas pasan por el idioma, la gastronomía, los lazos culturales y la seguridad, entre otras. 

Todo ello mientras la capital les recibe con los brazos abiertos. Mientras tanto la Comunidad de Madrid, como el Ayuntamiento, tratan de estrechar, en mayor medida, los lazos con México, ante la perspectiva de mayores inversiones inmobiliarias. 

MÉXICO TAMBIÉN APUESTA POR EL NEGOCIO INMOMBILIARIO ‘PRIME

Pero también nos referimos, básicamente al componente de negocio, que se comercializa desde el mismo México y que también se concentra en esta área, la inmobiliaria, por y para clientes de todo tipo, pero principalmente mexicanos. Es lo que ocurre con la inmobiliaria Abilia, que ahora mismo comercializa pisos de superlujo en la calle Claudio Coello de la capital.

La compañía es propiedad de María Asunción Aramburuzabala, que se coloca como la mujer con mayor fortuna en México y con un patrimonio que supera los 6.180 millones de dólares, según Forbes. 

Tal y como consta en el último informe publicado por CEAPI, el Consejo Empresarial Alianza por Iberoamérica. Be Grand es una compañía de bienes raíces que aterrizaba el pasado año 2022 en España, con más de 100 millones de euros invertidos en nuestro sector inmobiliario concentrado en Madrid, con cuatro adquisiciones en promociones residenciales de lujo y una en Málaga, también en el segmento premium inmobiliario. 

En concreto, la promotora mexicana, de la mano de la gestora de fondos de inversión inmobiliaria Admara, cerraba hace dos años la compra del número 66 de la calle Padilla, además de otras adquisiciones en Puerta de Hierro, El Viso y Santa Engracia. En Málaga, por su parte, ha cerrado una operación en el Limonar, cerca del Hotel Miramar, junto al paseo de Sancha.

También desde México nos llegaba la socimi Quonia, ubicada en Barcelona que cotiza en el BME Growth desde 2016, y con promociones en la ciudad condal, Sevilla y Langreo. 

Además DaVinci Capital, que presenta inversiones en España y opera en la compraventa e intermediación de inmuebles, construcción, rehabilitación, venta o arrendamiento no financiero y la construcción de obras públicas o privadas. 

Como vemos, la presencia mexicana en Madrid es cada vez más elevada, en el segmento ‘prime’, hasta el nivel de ‘superlujo’, sin que las subidas de tipos de interés del Banco Central Europeo o la necesidad de financiación- y por ende su encarecimiento progresivo- sea un problema para los nuevos propietarios, ya que muchas de las operaciones, ni tan siquiera necesitan de los bancos. 

Todos ellos con un extremo nivel de exigencia en las calidades, decoración y acabados al más alto nivel para las viviendas, principalmente concentradas en la capital. 

Un hecho que convierte a esta localidad española en la segunda y hasta tercera residencia para muchos ciudadanos mexicanos, desplazando incluso a un antaño núcleo como Miami, en EEUU,  que pasan temporadas y cada vez con más asiduidad, en Madrid.