Estas entidades existen desde 1994, y están actualmente reguladas con una ley de 2015 que exige condiciones similares a los bancos, aunque con menores exigencias de capital. El Banco de España explica que sus principales características son la especialización de su actividad en el negocio de préstamos principalmente, y la imposibilidad de que capten dinero del público a través de depósitos.
Además, la institución que gobierna Luis María Linde divide los EFC en varios tipos, como leasing (arrendamiento financiero con opción de compra), factoring (cesión de una cartera de créditos), crédito hipotecario, tarjetas, avales o crédito al consumo. El Banco de España no facilita estadísticas desagregadas sobre los EFC, aunque la hipótesis con la que trabaja es que el grueso del aumento global es por el último segmento.
Que aumenten estas cifras es síntoma de la recuperación económica y del crédito en general
“Que aumenten estas cifras es síntoma de la recuperación económica y del crédito en general”, opina Pau Monserrat, economista de iAhorro.com, que recuerda que en algunos casos hay préstamos rápidos de hasta 3.000 o 6.000 euros con intereses del 20%, pero también opciones para por ejemplo comprar un coche con condiciones no mucho peores a la banca tradicional.
El incremento del crédito al consumo es tendencia en toda la banca. El crédito total concedido por el sector financiero a las familias alcanzó en junio los 724.111 millones de euros. Esto supone un incremento respecto al mes anterior en 7.499 millones, y con el mayor aumento mensual desde los 9.000 millones registrados en junio de 2008.
Los establecimientos de crédito, por tanto, están sumándose a la tendencia, que responde a dos motivos principales. El primero, el aumento de la demanda, por parte de las familias de este tipo de financiación. Y el segundo, el interés de las entidades por impulsar los créditos al consumo, en los que obtienen un rendimiento mayor que con el crédito a las empresas o hipotecas.
DISMINUYE LA MOROSIDAD
A la vez que aumenta el volumen total también lo hace el de créditos dudosos, que alcanza los 2.869 millones de euros en junio. Esto supone una tasa de morosidad del 7,07%, que contrasta con el 9,44% que tienen los bancos. Y eso que en este caso se reduce hasta su nivel más bajo desde mayo de 2012 (8,96%). En los EFC también hay una tendencia a la baja, desde los niveles superiores al 11% que alcanzaron en el cuarto trimestre de 2013. Aunque su máximo histórico está en el 12,45% de abril de 1994.
Antes de la crisis tenían la tasa de morosidad en niveles del 2% y del 3%, que se disparó en poco tiempo hasta alcanzar el 9% a principios de 2009 y asentarse por encima de los dos dígitos en el año siguiente. Tras un recorte en 2013, volvió a aumentar en 2014, para iniciar el pasado año los descensos.
Cuadro con la evolución histórica del crédito de los EFC. Fuente: Banco de España
Cuadro con la evolución del crédito de los EFC desde 2014. Fuente: Banco de España