Las palabras de Mario Draghi afirmando que el BCE reactivaría la inflación “lo más rápido posible” resuenan en el mercado. Los inversores se ven atraídos por estas melódicas palabras y regresan a la renta variable con fuerza. Además, en la renta fija también se notan los efectos, pues la rentabilidad del bono español a 10 años está marcando mínimos históricos por debajo del 2%. En concreto hoy se sitúa en el 1,986%.
Además, el bono a una década de Italia también marca un mínimo récord en el 2,182%.
En el mercado de divisas, el euro-dólar cae por debajo de 1,24, a 1,2398 dólares.
La semana pasada Draghi desveló que el organismo que preside ya ha iniciado la compra de ABS, es decir paquetes de valores respaldados por activos –titulizaciones o productos empaquetados-.
Esta medida se suma a la compra de bonos garantizados que también inició ya el BCE el mes pasado.
El BCE está dispuesto a poner toda la leña en el asador pues, “si nuestra actual política no tiene suficiente efectividad para reactivar la inflación, aumentaremos la presión, y ampliaremos los canales a través de los que intervenimos, alterando el tamaño, el ritmo y la composición de nuestras compras según sea adecuado”.
Sin duda, estas palabras hacen referencia a un programa de deuda tipo quantitative easing a la europea. Según Diego Jiménez Albarracín, responsable de RV de Deutsche Bank, “ya hay comités y expertos que están preparando esa compra de deuda soberana, ya que el BCE tendría que comprar deuda de 18 países. Si bien es cierto que ya hay voces que apuntan a que actualmente los estatutos del BCE si tienen alguna cortapisa para permitir que el organismo compre deuda pública, incluso ETF, acciones e incluso oro”. Sin embargo, el experto cree que la materialización de este programa no llegará este año. “No creemos que el BCE anuncie un QE en la reunión de diciembre, de hecho, no creemos que vaya a haber detalles hasta bien entrado el 2015, hacia febrero o marzo”.