El BCE ha decidido subir los tres tipos de interés oficiales del BCE en 50 puntos básicos. En consecuencia, el tipo de interés de las operaciones principales de financiación y los tipos de interés de la facilidad marginal de crédito y de la facilidad de depósito aumentarán hasta el 2,50%, el 2,75% y el 2,00%, respectivamente, con efectos a partir del 21 de diciembre de 2022.

La institución estima que los tipos de interés “tendrán que incrementarse aún significativamente a un ritmo sostenido hasta alcanzar niveles suficientemente restrictivos” para asegurar que la inflación vuelva a situarse en el objetivo del 2%. “Con el paso del tiempo, mantener los tipos de interés en niveles restrictivos reducirá la inflación moderando la demanda y también servirá de protección frente al riesgo de un desplazamiento persistente al alza de las expectativas de inflación”, explica en su comunicado. 

El BCE señala que las decisiones futuras de tipos “continuarán dependiendo de los datos y seguirán un enfoque en el que las decisiones se adoptarán en cada reunión”. No obstante, la propia Lagarde ha reconocido durante su comparecencia ante la prensa que es “obvio” que deben esperarse nuevas subidas de tipos de 50 puntos básicos durante un tiempo.

La institución que preside Christine Lagarde también ha debatido hoy los principios para “la normalización de las tenencias de valores” mantenidos por el Eurosistema tras años de compras de activos. A partir de principios de marzo de 2023, el tamaño de la cartera del APP descenderá a un “ritmo mesurado y predecible”, dado que el Eurosistema no reinvertirá íntegramente el principal de los valores que vayan venciendo. El descenso será, en promedio, de 15.000 millones de euros mensuales hasta el final del segundo trimestre de 2023 y, a partir de entonces, su ritmo se determinará más adelante.

En su reunión de febrero, el Consejo de Gobierno anunciará los parámetros detallados para reducir las tenencias del APP, explica el BCE. El BCE “reexaminará periódicamente el ritmo de la reducción de la cartera del APP para asegurar que sigue siendo coherente con la orientación y la estrategia general de la política monetaria, para preservar el funcionamiento del mercado y para mantener un firme control sobre las condiciones a corto plazo del mercado monetario”.

Antes del final de 2023, el máximo órgano del BCE “revisará también su marco operativo para dirigir los tipos de interés a corto plazo, lo que ofrecerá información referida al final del proceso de normalización del balance”.

Según la estimación de avance de Eurostat, la inflación se situó en el 10,0% en noviembre, ligeramente por debajo del 10,6% registrado en octubre. Este descenso se debió principalmente a una bajada de la inflación de los precios de la energía. La inflación de los precios de los alimentos y las presiones inflacionistas subyacentes en el conjunto de la economía han aumentado y persistirán durante algún tiempo. 

Nuevas previsiones del BCE

En el contexto de un grado excepcional de incertidumbre, los expertos del Eurosistema han revisado sus proyecciones de inflación significativamente al alza. Ahora estiman que la inflación se situará en promedio en el 8,4% en 2022 y que disminuirá hasta el 6,3% en 2023, y se espera que la inflación descienda de forma acusada a lo largo del año. Posteriormente, se proyecta que la inflación será, en promedio, del 3,4% en 2024 y del 2,3% en 2025. Se prevé que la inflación, excluidos la energía y los alimentos, se sitúe en promedio en el 3,9% en 2022, que aumente hasta el 4,2% en 2023 y que descienda hasta el 2,8% en 2024 y el 2,4% en 2025.

Mientras, la economía de la eurozona podría experimentar “una contracción en este trimestre así como en el siguiente, debido a la crisis de la energía, a la elevada incertidumbre, al debilitamiento de la actividad económica mundial y al endurecimiento de las condiciones de financiación”, reconoce el BCE. De acuerdo con las últimas proyecciones de los expertos del Eurosistema, si se produjera una recesión, “sería relativamente corta y poco profunda”. 

No obstante, se espera que el crecimiento sea moderado el próximo año y se ha revisado considerablemente a la baja en comparación con las proyecciones anteriores. A más largo plazo, se proyecta que el crecimiento se recupere a medida que los actuales factores adversos vayan desapareciendo. En conjunto, las proyecciones de los expertos del Eurosistema prevén ahora un crecimiento de la economía del 3,4% en 2022, del 0,5% en 2023, del 1,9% en 2024 y del 1,8% en 2025.

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