Durante la reunión del 25 de julio, el Banco Central Europeo validó el enfoque que el presidente Mario Draghi esbozó en Sintra, Portugal, hace un mes: el BCE está dispuesto a tomar todas las medidas necesarias para preservar el crecimiento y acercarse a su meta de inflación del 2%. A continuación, se dio a los equipos del BCE el mandato de examinar todas las opciones de estímulo monetario, incluido el reinicio de su programa de compra de bonos.
Desde entonces, el ambiente político y económico se ha deteriorado:
- La zona euro está en una desaceleración macroeconómica confirmada.
- La inflación de la zona euro se mantiene anémica, con una inflación del al 1% en el índice de precios al consumo (CPI), mientras que el índice de precios al consumo subyacente se mantiene en el 0,9% en agosto.
- Los riesgos en la política y geopolítica han aumentado, con el crecimiento de las tensiones comerciales entre los Estados Unidos y China y un riesgo cada vez más tangible de un Brexit duro.
- Las expectativas de inflación están de nuevo cerca de su nivel más bajo, con la previsión del swap a cinco años para dentro de otros cinco en 1,20% el 4 de septiembre. Esta medida de las expectativas de inflación a medio plazo indica que los mercados dudan de la capacidad del BCE para aumentar la inflación.
- La Reserva Federal de Estados Unidos rebajó sus tipos en julio.
Como resultado, desde Allianz esperan que el BCE anuncie medidas de estímulo monetario más concretas el 12 de septiembre. Estos incluyen una caída de 10 puntos básicos en los tipos para depósitos; la introducción de un servicio de depósito de varios niveles (que gravaría el exceso de reservas de los bancos por encima de un umbral específico para cada institución); y una orientación más estricta hacia el futuro, con el compromiso explícito de que los tipos clave seguirán siendo bajos durante mucho tiempo.
Franck Dixmier, Director Global de Renta Fija en Allianz Global Investors, cree que: "es poco probable que el BCE anuncie el relanzamiento de su programa de compra de bonos en esta etapa. Los comentarios recientes de los miembros del banco central indican que no hay consenso sobre si es deseable una nueva ronda de flexibilización cuantitativa, incluso si la opción permanece sobre la mesa. Además, el BCE probablemente quiera mantener cierto margen de maniobra para hacer frente a un deterioro más pronunciado del entorno económico y político, y para poner a disposición de su próximo presidente una herramienta útil. Por último, el BCE puede estar tratando de recuperar cierta libertad de los mercados, cuyas expectativas son tan altas que corren el riesgo de mantener a los bancos centrales como rehenes". |
Dado que los mercados están anticipando un mayor paquete de estímulo, esperan un recorte de los tipos de 20 puntos básicos y noticias del reinicio del QE con probabilidad del 80%, podrían verse decepcionados. Allianz Global Investors concluye que para los inversores, esto puede llegar a proporcionar una oportunidad para aprovechar las posibles tensiones entre los tipos y los diferenciales para comprar en caídas, en particular reforzando la duración sobre los bonos soberanos y aumentando la exposición crediticia.