"Las condiciones externas de la economía rusa siguen siendo complicadas y limitan considerablemente la actividad económica", señala la institución en su comunicado, donde destaca también que los riesgos para la estabilidad financiera "siguen presentes, pero han dejado de aumentar por el momento", teniendo en cuenta las medidas de control de capitales adoptadas.
En este sentido, el Banco de Rusia señala que se ha observado una entrada constante de fondos a los depósitos a plazo fijo y, aunque la inflación anual seguirá por el efecto base, los últimos datos semanales apuntan a una desaceleración notable en las tasas de incremento de los precios, en la que ha influido la dinámica del tipo de cambio del rublo, que ha recuperado los niveles precios a la invasión de Ucrania.
"La decisión de hoy refleja un cambio en el balance de riesgos de crecimiento acelerado de los precios al consumidor, disminución de la actividad económica y riesgos de estabilidad financiera", resume la entidad presidida por Elvira Nabiullina, que ha dejado abierta la puerta a una mayor reducción de los tipos de referencia en sus próximas reuniones.
El Banco de Rusia se vio forzado el pasado 28 de febrero a subir los tipos de interés desde el 9,50% al 20% para responder con urgencia al impacto sobre la inflación y la estabilidad financiera del país de las sanciones internacionales impuestas por Occidente tras la invasión de Ucrania.