El Comité de Política Monetaria del Banco de Inglaterra ha tomado la decisión de recortar en 25 puntos básicos el tipo de interés de referencia para sus operaciones, situándolo en un 5%.
La medida de reducir la tasa de interés fue respaldada por una mayoría de cinco votos a favor, en contraposición a los cuatro miembros que abogaban por mantener el precio del dinero en el 5,25%. Según la entidad, esta acción se fundamenta en la perspectiva de una disminución de la inflación general y la normalización de varios indicadores de las expectativas de inflación, lo que se espera que tenga un impacto en la moderación de los salarios y la fijación de precios. El Banco de Inglaterra confía en que la persistencia inflacionaria interna se desvanecerá en los próximos años, gracias a la postura restrictiva de la política monetaria.
A pesar de la decisión de reducir la tasa de interés, el Banco de Inglaterra ha señalado la existencia de un riesgo potencial de que las presiones inflacionarias derivadas de los efectos de segunda ronda puedan prolongarse en el mediano plazo.
El Comité, con el objetivo de equilibrar estas consideraciones, optó por disminuir la tasa bancaria al 5% en esta ocasión, al considerar que era apropiado "reducir ligeramente el grado de restricción de la política monetaria".