El Banco de España ha revisado al alza su previsión de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) español para el año 2024, pasando del 1,9% al 2,3%. Esta mejora en las proyecciones económicas refleja un optimismo en la evolución de la actividad económica en el país. A pesar de este aumento, el Banco de España mantiene sus estimaciones para 2025 y 2026 en el 1,9% y 1,7%, respectivamente.
El director general de Economía y Estadística del Banco de España, Ángel Gavilán, ha destacado que la demanda interna será el principal motor de la actividad económica a largo plazo, especialmente el consumo privado. Se espera que la economía española mantenga un ritmo de expansión apreciable en el segundo trimestre de 2024, con un posible crecimiento del PIB en torno al 0,5% intertrimestral.
El Banco de España proyecta que las tasas de crecimiento del PIB converjan gradualmente hacia el potencial de crecimiento de la economía española, situado en aproximadamente el 1,6% interanual al final del horizonte de proyección. Entre los factores que respaldarán este dinamismo se encuentran la mejora en las condiciones de financiación, la recuperación de la economía europea y global, el crecimiento poblacional, el aumento de las rentas reales en un contexto de desaceleración de la inflación y la implementación de los fondos NGEU.
En cuanto al mercado laboral, se espera que la creación de empleo continúe en los próximos años, aunque a un ritmo ligeramente menor que en trimestres anteriores. La tasa de desempleo en España se prevé que se mantenga por encima del 11% en 2026, con una tendencia a la baja desde el 11,6% en 2024 hasta el 11,2% en 2026.
En relación a la inflación, el Banco de España estima que el Índice de Precios al Consumo (IPC) se situará en el 3% en 2024, el 2% en 2025 y el 1,8% en 2026. Se espera una moderación en la inflación de alimentos y subyacente en los próximos trimestres.
El Banco de España ha mejorado sus previsiones sobre el déficit público para 2024, situándolo en el 3,3% del PIB, dos décimas menos que la proyección anterior. Sin embargo, estas estimaciones siguen por encima del 3% estimado por el Gobierno. Para 2025 y 2026, se espera un déficit del 3,1% y 3,2%, respectivamente.
En cuanto a la deuda pública, se proyecta una tendencia al alza entre 2024 y 2026, a pesar de la moderación observada en los últimos años desde el pico provocado por la pandemia. Se estima que la deuda sobre el PIB será del 105,8% en 2024, del 106,2% en 2025 y del 107,2% en 2026.
El Banco de España advierte que estas proyecciones están sujetas a una alta incertidumbre, con riesgos tanto a nivel geopolítico como en la ejecución de los proyectos asociados al programa NGEU y la capacidad de ahorro de los hogares en el ámbito doméstico. La implementación de un plan de consolidación fiscal podría afectar el dinamismo de la actividad económica en el futuro.
En resumen, las perspectivas económicas de España muestran signos de mejora, con un crecimiento del PIB impulsado por la demanda interna, aunque persisten desafíos en términos de déficit, deuda y riesgos externos e internos que podrían influir en la evolución económica del país en los próximos años.