"Las exposiciones directas de los bancos europeos a sus homólogos rusos parecen manejables, lo que significa que el impacto en la estabilidad financiera de la zona euro está siendo contenida", ha señalado el presidente del Consejo de Supervisión del Banco Central Europeo, Andrea Enria, en una comisión en el Parlamento Europeo.
"Estas exposiciones alcanzan aproximadamente los 100.000 millones de euros, y las entidades sancionadas representan solo una pequeña parte de este total", ha agregado Enria que ha detallado que estas exposiciones directas se concentran en los bancos que operan en Rusia, Ucrania y Bielorrusia a través de subsidiarias.
"Nuestra evaluación de la exposición directa de los bancos a Rusia considera la hipótesis más dura, en la que la exposición se reduzca a cero", ha matizado Enria. En este escenario, la estimación del BCE es que el impacto de capital medio sobre los bancos europeos estaría contenido, se mantendría entre 17 y 19 puntos básicos, e incluso los bancos con más exposición "podrían mantener el cumplimiento con nuestros requisitos".
El presidente del organismo supervisor del Banco Central Europeo ha explicado que las sanciones a Rusia han propiciado una crisis de liquidez en Sberbank Europe, cuyo accionista mayoritario es la Federación rusa, lo que precipitó el riesgo de quiebra en sus subsidiarias en Croacia y Eslovenia.
"RCB Bank, que tiene clientes rusos y es una antigua subsidiaria del banco ruso VTB, decidió terminar voluntariamente con sus operaciones y transformarse en una institución financiera no bancaria", ha explicado Enria.
En un paso más, el presidente del organismo supervisor del Banco Central Europeo ha puntualizado que el sector bancario está preparado para el impacto de la guerra de Ucrania ya que cuenta con una fuerte posición de capital y una buena liquidez.
La situación actual, a juicio de Enria, pone de relieve la importancia de la "ciber resiliencia", ya que los bancos podrían enfrentarse a un posible aumento de "las amenazas cibernéticas en represalia por las sanciones".
Respecto a la inflación, Enria ha señalado que su aumento y la ralentización del crecimiento por la guerra ha propiciado que la situación para los bancos se haya "deteriorado". En este sentido ha puntualizado que el BCE trabaja con un escenario en el que prevé que la inflación suba y luego vuelva a bajar, por lo que no tendría que afectar a la calidad de los activos, sólo en casos de los sectores más afectados por la crisis, especialmente los que dependen de importaciones de energía.
Además, Enria ha señalado que podría darse que la salida de un escenario de bajos tipos de interés no sea "tan suave" sino que puede estar "lleno de baches" pero ha señalado que en las prioridades del BCE para 2022-2022 prepara a los bancos para afrontar el choque de los tipos de interés.