Los saldos de la Reserva Federal podrían alcanzar un máximo de 6,2 billones de dólares a finales de 2022 y, a partir de ahí, disminuir de forma constante, según las previsiones, publicadas como parte de un informe anual realizado por el equipo de mercados de la Fed de Nueva York.
La cartera de la Fed podría mantenerse estable hasta el 2025 si se reinvierten los ingresos procedentes de los títulos que vencen. "Después de ese momento, la trayectoria de la cartera dependerá de las decisiones que se tomen a medida que el FOMC normalice la orientación de la política monetaria", dijo el informe.
Las previsiones suponen que el banco central seguirá comprando bonos al ritmo actual de 120.000 millones de dólares al mes hasta finales de 2021. También suponen que las compras se reducirán lentamente a cero para fines de 2022.
Las hipótesis sobre las futuras compras de activos y las tasas de interés se basan en las encuestas de la Fed de Nueva York a agentes del mercado y operadores primarios.
El balance de la Fed se disparó el año pasado después de que el banco central estadounidense actuó agresivamente para apoyar la economía y los mercados de crédito bajando las tasas de interés a niveles cerca de cero, lanzando un serie de programas de préstamos de emergencia y elevando sus compras mensuales de activos.
En la actualidad, el balance de la Reserva Federal se sitúa en los 7,7 billones de dólares, según los datos más recientes disponibles, lo que representa alrededor de un 37% del PIB estadounidense, frente a los cerca de 4,1 billones de dólares de principios de 2020. Por ejemplo, el balance total del Banco Central Europeo (BCE) alcanza los 7,162 billones de euros, lo que supone un 63% del PIB de toda la zona euro.