Las placas fotovoltaicas empiezan a formar parte del paisaje rural y urbano español; también del empresarial o industrial. Tendencia que ha tenido su clímax en 2021. Porque, a juzgar por los datos preliminares de la Asociación de Empresas de Energías Renovables (Appa), se instalaron en el mercado hispano entre 1.200 y 1.400 MW de capacidad eléctrica asignada a placas solares. Más del doble de los 623 MW del año precedente. Aunque desde la patronal no se establece una línea divisoria nítida entre autoconsumo propiamente dicho y la mera conexión a la red de generación fotovoltaica, su director general, José María González Moya, avisaba hace unas fechas a The Objetive, que se conectaron a la red alrededor de unos 2.965 MW, que sumados a los de autoconsumo, daban como resultado 4.265 MW instalados en 2021. Si bien se encargaba de precisa que aún estaba por definir cuántos MW correspondieron a consumidores domésticos e industriales.
El recorrido entusiasta por el autoconsumo, en cualquier caso, empezó a gestarse en 2018 con la supresión del llamado Impuesto al Sol. Pero sigue atravesando una senda sinuosa de licencias administrativas con sobrecarga de aprobaciones por organismos autorizados y la todavía poco atractiva inversión inicial. La búsqueda de un aminoramiento de los desembolsos de instalación es uno de los focos de preocupación. Para espolear un capital que también es uno de los desafíos del autoconsumo y de los paneles fotovoltaicos a nivel internacional. Con objeto de reducir las tensiones inflacionistas sobre los precios de instalación y generar mayor competitividad. En este sentido, conviene recordar la recomendación que plantea la Comisión Europea de fijar un IVA mínimo del 5% -incluso con exenciones- en instalaciones de uso familiar. Las ayudas oficiales del Ministerio para la Transición Ecológica -a autoconsumo, almacenamiento y energías renovables térmicas- en el ámbito residencial. O los seis programas de fondos europeos que están dotados con 660 millones de euros, extensibles a 1.320 enfocados a servicios y sectores productivos. Con una hoja de ruta que persigue alcanzar los 9 GW de potencia instalada en 2030 de autoconsumo. Sin descartar rebasar los 14 GW bajo un escenario “muy favorable de alta penetración” que se podría crear si, como parece, las grandes superficies se afanan en conquistar este segmento del mercado. Ikea los comercializa en alianza con Contigo Energía; El Corte Inglés ha unido fuerzas con la portuguesa EDP y marcas como MediaMarkt, Leroy Merlin o Fnac estudian alianzas.
Pero no son las únicas compañías que buscan su lugar en el autoconsumo. Repsol y Telefónica acaban de aliarse en una joint venture para su desarrollo. A través de un acuerdo estratégico, con un 50% de participación cada una, que nace con vocación de liderazgo -dicen ambas firmas- al ofrecer prestaciones innovadoras a clientes particulares, comunidades de vecinos y empresas. La nueva compañía ofrecerá soluciones integrales de autoconsumo a sus clientes que van desde el asesoramiento, a la instalación, pasando por la monitorización, su mantenimiento y servicios relacionados con la gestión energética del hogar. A partir de esta alianza, ambas multinacionales explorarán “oportunidades adicionales para impulsar conjuntamente otros servicios energéticos en el hogar y las empresas”, explican en un comunicado conjunto. Aunque, y de momento, sus clientes podrán producir su propia electricidad renovable libre de emisiones de CO2 y “tendrán garantizados ahorros en su factura eléctrica desde el primer momento”. Además de contar con “un canal de venta especializado para garantizar una propuesta a medida para cada tipología de cliente”.
Telefonica aporta a la alianza la capilaridad de sus canales su fortaleza en la distribución y su poder y capacidad tecnológica para dotar a las instalaciones de una conectividad diferencial en el mercado. Mientras Repsol sumará su experiencia en autoconsumo y multi-energía en España, lo que posibilitará ofrecer a los clientes tarifas eléctricas exclusivas que complementen a sus instalaciones fotovoltaicas.
La nueva sociedad -aclaran desde ambas compañías- tendrá su propio equipo gestor y contará con especialistas específicos para atender las necesidades de los clientes. A la espera de conocer la oferta de lanzamiento, que estará disponible “en meses”, cuando se obtengan las pertinentes autorizaciones regulatorias y que será personalizada para cada tipo de cliente según su nivel y hábitos de consumo, buscando maximizar los ahorros sobre su factura actual de la luz.
Emilio Gayo, presidente de Telefónica España, señala que “este es un acuerdo estratégico” va a aportar eficiencia de gasto, de ahorro y de gestión, y contribuirá a “generar una sociedad más sostenible”. Mientras la directora general de Cliente y Generación Baja en Carbono de Repsol, María Victoria Zingoni, indica que “esta importante asociación muestra la apuesta de ambas compañías por el consumidor, que cada vez más quiere ser partícipe de la transición energética produciendo su propia energía”. En su opinión. “abrimos también el camino para, dentro de esta alianza, explorar soluciones adicionales que amplíen el valor de nuestra propuesta actual para los clientes”. La energética dispone de más de 3.700 MW de capacidad instalada de generación de bajas emisiones y suma 1,35 millones de clientes de luz y gas.
Naturgy, por su parte, incrementó un 18% la producción de energía renovable en España a lo largo de 2021, con una potencia instalada de más de 4.000 MW y asegura tener operativas 123 instalaciones de generación renovable, 70 de las cuales son parques eólicos que, en conjunto, evitaron la emisión a la atmósfera de 4,3 millones de toneladas de gases contaminantes y de efecto invernadero, y permitieron desplazar otras fuentes de generación eléctrica. La gasista aportó al sistema eléctrico hispano 7.622 GWh de electricidad renovable en 2021.
Endesa, a través de su filial de infraestructura y redes e-Distribución, invirtió el año pasado 819 millones de euros, un 33,4% más que en 2020 en su red de distribución que amplió en más de 1.100 nuevos kilómetros, 12 subestaciones, 5.165 telemandos y 519 centros de transformación. Con el objetivo de mejorar la calidad de suministro, elevar su nivel de digitalización y reforzar y expandir la red de distribución para impulsar la electrificación de la economía. “La creciente integración de nueva capacidad renovable, el avance de la movilidad eléctrica, el desarrollo del autoconsumo y la generación distribuida convierten a las redes de distribución en facilitadoras del proceso de transición energética y exigen una continua mejora y digitalización de las redes de infraestructuras”. Tan sólo el pasado año, la energía distribuida por e-distribución alcanzó los 131.090 GWh, un 5,3% más que el año anterior, explican en la multinacional.
Un mercado en constante transformación
Mientras Teresa Ribera, la vicepresidenta responsable de transición energética, viene de pedir en Europa “mecanismos rápidos” que restauren los beneficios extraordinarios de las centrales inframarginales para los consumidores. A su juicio, “resulta positivo el debate existente sobre la recuperación de beneficios extraordinarios (windfall profits) procedentes de los altos precios del gas en el actual diseño de mercado”, y que, para que sean efectivas, las medidas sobre las rentas inframarginales deben permitir una respuesta rápida, que esté operativa cuanto antes”. En este sentido, Ribera ofreció un guiño al mercado del autoconsumo. La vicepresidenta ha reclamado a la UE, en el último Consejo Europeo de Energía, la fijación de incentivos para la celebración de contratos a precio fijo y a largo plazo (PPA) a la industria, donde el Banco Europeo de Inversiones podría desempeñar una función relevante, aportando garantías. “El BEI también podría facilitar financiación a la banca comercial para fomentar el autoconsumo, la eficiencia energética y otras pequeñas actuaciones que favorezcan la participación social como comunidades energéticas”.
Otra de las patronales del sector, Unef, que representa a más de 400 empresas de energía solar fotovoltaica, incide en que los precios no son un problema. La instalación de paneles supone un ahorro, de hecho, de hasta un 30% en la parte variable de la factura de la luz. En tiempo de no pocos cambios en el horizonte. Si, como parece, la UE modifica el modelo de determinación del recibo de la luz a la fuente de mayor carestía del mercado. Por ello, “si el término fijo de la tarifa en España se reduce del 40% hasta al menos la media europea (23%), se experimentaría un gran despegue del autoconsumo del país”, explican. En España existen 25 millones de inmuebles de índole unifamiliar y edificios colectivos y los paneles solares se podrían instalar en el 80% de los mismos, según un estudio realizado por EDP, lo que significa que, en un país con una media de 2.500 horas de sol anuales, podrían brillar 20 millones de tejados. Sin embargo, Alemania, con unas 1.738 horas por año, produjo en 2019 cinco veces más energía solar que España e instaló casi el doble de nueva potencia fotovoltaica en 2020.
La mayor brecha española en materia de autoconsumo doméstico en edificios tiene su origen en un hecho cultural. De idiosincrasia del país. Porque España no es un país de chalés, ya que casi dos tercios de la población total (65%) vive en pisos, según un informe de la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas). Y para que el autoconsumo sea una realidad, todos los tejados tienen que tener paneles, también los colectivos, insisten desde las firmas de este sector productivo. La firma Ecooo, sin ánimo de lucro, calcula que, para un edificio de 14 viviendas, cada propietario tendría que aportar unos 1.300 euros para instalar 15 kW, capacidad que otorgaría a cada una de las viviendas en uso, un 1 kW. “Ahora mismo se comparte la instalación, no la energía, por lo que se formaliza con la distribuidora cuándo corresponde a cada inquilino”, aclaran en Ecooo.
A lo que hay que añadir las ayudas de las distintas comunidades autónomas. Y, sobre todo, las medidas incluidas recientemente en la llamada Hoja de Ruta del Autoconsumo del ministerio de Ribera, en la que se establece una meta ambiciosa: conducir a un autoconsumo que alcance los 14.000 megavatios en 2030. Y con la que se pretende “asegurar su despliegue masivo en España en los próximos años". Bajo una previsión de alcanzar los 9.000 MW de potencia instalada en 2030. Si bien, y de acuerdo con un estudio elaborado por el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía, el autoconsumo podría alcanzar los 14.000 MW ese año.
En su exposición de motivos, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico se refiere al autoconsumo como “un elemento clave de la Estrategia de Descarbonización a Largo Plazo”, que persigue convertir España en una economía neutra en carbono en 2050. Objetivo al que se une también, según su propia redacción, el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 prevé la elaboración de una Estrategia Nacional de Autoconsumo. A partir de varios acontecimientos y factores concatenados. Aunque esencialmente, según inciden en la cartera ministerial de Ribera, por varias ventajas competitivas, derivadas de las horas solares, recursos en renovables y el alto grado de valor industrial energético, pero también por el liderazgo que las empresas hispanas han logrado en materia inversora y de estructuración interna en energías limpias. Así como por los importantes fabricantes de turbinas mini-eólicas o grandes empresas de ingeniería y desarrollo.
Los fondos Next Generation europeos suponen, en este sentido, “una oportunidad para acelerar su despliegue de manera masiva” y, por ello, las primeras líneas de ayuda con cargo al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) para energías renovables están ligadas tanto al autoconsumo como al almacenamiento”, explican. Al tiempo, y desde el sector privado, firmas como EiDF Solar acaban de lanzar su primer programa de pagarés verdes, que cuenta con un saldo vivo máximo de 25 millones de euros y estará vigente durante todo el año 2022. “Los fondos se destinarán a reforzar el desarrollo de proyectos en el área de autoconsumo y de la generación fotovoltaica”. Este programa de emisión continuada -dicen en la cotizada- permitirá a EiDF acceder de forma flexible a inversores cualificados en los próximos doce meses, así como a diversificar sus fuentes de financiación mediante la emisión de pagarés. Del mismo como que Gestamp -multinacional especializada en el diseño, el desarrollo y fabricación de componentes metálicos de alta ingeniería para los principales fabricantes de vehículos- se acaba de aliar con POWEN -firma con 5 años de experiencia en energía solar fotovoltaica de autoconsumo en sedes fabriles- para instaurar paneles en las 22 plantas que la compañía auxiliar el automóvil tiene en la Península Ibérica. De forma que, a partir de 2022, todos sus centros productivos y de I+D van a funcionar con energía 100% renovable. El acuerdo -dicen en Gestamp- es la mayor apuesta de autoconsumo de un grupo industrial en España y se enmarca dentro de la estrategia corporativa de descarbonización del grupo y las iniciativas de sostenibilidad en el ámbito ESG.
La visión de las energéticas hispanas
Varias cotizadas españolas explican su road map de autoconsumo y las implicaciones del volátil y complejo mercado energético actual.
Naturgy. En la multinacional española consideran que “el autoconsumo energético tiene un rol esencial para el desarrollo energético presente y futuro”. De hecho -señalan fuentes de la firma- en el Plan Estratégico asumimos el compromiso de alinear inversión con la transición energética, dando un mayor peso a las energías renovables, a la electricidad y al gas renovable, y creciendo de manera significativa en autoconsumo”.
En este sentido, se ha desarrollado una línea de negocio específica para todos los segmentos a través de diferentes modelos de negocio. Además de colaborar con los principales stakeholders para acelerar el desarrollo del autoconsumo y poder simplificar los procesos y la accesibilidad a esta nueva forma de consumir energía, a la vez que “avanzamos con la puesta en marcha de instalaciones” matizan antes de aclarar que el lanzamiento del primer producto de autoconsumo para clientes residenciales se realizó durante el primer trimestre de 2021 y tiene un ritmo de captación mensual que se está multiplicando en los últimos meses. Este tipo de cliente tiene una potencial media de instalación de 3KWp (kilovatio de pico).
“Durante el presente ejercicio, nuestro objetivo será el de acelerar la captación de pymes y de comunidades de propietarios, que permiten la incorporación de modelos de negocio como renting, leasing o roof as a Service, donde el cliente no tiene que realizar la inversión inicial”. En lo relativo al segmento industria, las potencias medias instaladas son de 500kwp y el volumen de captación va creciendo mes a mes gracias a modelos de inversión PPA Onsite.
Porque el desarrollo del autoconsumo compartido y los agregadores de demanda impulsarán el papel del consumidor en la transición energética, tal y como lo constata un estudio elaborado por PWC y publicado por Fundación Naturgy donde se sostiene que es preciso seguir trabajando en nuevas medidas regulatorias y en la simplificación de las tramitaciones para avanzar en la implantación de estos mecanismos”. Si bien en el mismo se recuerda también que se seguirán requiriendo otras medidas de flexibilidad y estabilidad del sistema ante la transformación del sector. Esencialmente, porque la instauración de nuevos modelos tendrá que ir acompasada con el desarrollo de la normativa e incluso es bueno que sea ordenada, para ver qué impacto tiene en la gestión de la red. Si se pretende alcanzar la previsión de la estrategia nacional de que para 2030 la capacidad instalada de autoconsumo solar representará el 5,5% de la capacidad total instalada y cubrirá el 5,6% del total de la demanda eléctrica estimada para ese año.
El crecimiento del autoconsumo solar en nuestro país -recuerda el citado informe que destacan desde Naturgy- se ha multiplicado por 2,5 desde 2018, debido a las novedades normativas y, en gran medida “por el importante papel que están jugando las ayudas del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, que recoge incentivos específicos para el desarrollo del sector del autoconsumo en nuestro país”.
Repsol. La energética española cuenta con alternativas punteras de autoconsumo, como Solify y Solmatch, mientras que con Krean lanzó Ekiluz, orientada a promover cooperativas ciudadanas de generación renovable. Repsol Solmatch es un servicio de autoconsumo compartido basado en un modelo energético 100% renovable con el que la compañía ha iniciado el camino hacia la generación distribuida de energía solar en España, evidenciando su experiencia en el sector energético, explican desde la multinacional. Este modelo acerca la generación de energía al punto de consumo a través de comunidades solares en las que se genera electricidad local y 100% renovable a partir de placas fotovoltaicas instaladas en los tejados de edificios, para que los hogares puedan conectarse y disfrutar de electricidad 100% renovable siempre que estén situados en un radio de 500 metros.
Repsol cuenta actualmente con 240 comunidades solares de Solmatch repartidas por toda España, en distintas fases de implantación, que permitirán a 18.800 hogares potenciales tener la posibilidad de consumir energía solar sin necesidad de llevar a cabo una instalación propia. Estas comunidades contribuirán a reducir unas 2.300 toneladas de CO2 al año.
En diciembre de 2019, Repsol lanzó Solify, una solución integral de autogeneración de energía fotovoltaica para viviendas unifamiliares y pymes que ofrece energía 100% renovable, ahorros en la factura de la luz y una gestión digital eficiente del consumo. Solify es un producto “llave en mano” que incluye desde la gestión de licencias y trámites de legalización de la instalación, hasta el montaje de los paneles con los máximos estándares de calidad y seguridad, así como la monitorización remota de la instalación para asegurarse de que siempre esté en perfecto estado. Repsol cuenta actualmente con más de 400 instalaciones de Solify.
Además de ofrecer Solify y Solmatch a disitintos clientes, la compañía ha aplicado gradualmente en sus estaciones de servicio y otras instalaciones estas soluciones, asegurán. En concreto, a finales de 2021 la compañía sumaba más de 270 estaciones de servicio de su red en España con instalaciones fotovoltaicas y prevé superar la cifra de 400 en 2022.
Asimismo, Repsol y Krean (Corporación MONDRAGÓN) se aliaron el pasado año para promover la creación de cooperativas ciudadanas de generación renovable mediante el lanzamiento de Ekiluz, una iniciativa que pretende transformar la relación de los consumidores con la energía, proporcionándoles una participación real y efectiva. Para lograrlo, se utilizan las infraestructuras energéticas de una dimensión significativa, con parques fotovoltaicos de entre 1 y 5 MW de potencia que generarán energía de cercanía (kilómetro 0). El objetivo es que los cooperativistas puedan aprovechar las economías asociadas a este tipo de instalaciones y generar en las mismas un volumen de energía equivalente a todo su consumo eléctrico anual. Cada cooperativa de Ekiluz construye y opera estructuras con un coste de generación estable y por un plazo de operación muy prolongado. Los ciudadanos podrán participar en la cooperativa que construya y gestione sus parques y disponer de sus propios paneles solares identificados, teniendo así una mayor participación y control en los procesos.
Pero también la generación de energía eléctrica renovable es un pilar de la descarbonización de Repsol. El pasado año se han actualizado los objetivos de capacidad instalada en 2030 hasta alcanzar los 20 GW, lo que supone un incremento del 60% frente a la meta anterior. En 2025, la capacidad instalada aumentará hasta 6 GW. En esta apuesta, entre los aspectos destacados de 2021, se encuentra la adquisición del 40% de la compañía Hecate Energy en EEUU, especializada en desarrollo de proyectos fotovoltaicos y de almacenamiento de energía. Con sede en Chicago, Hecate Energy, cuenta con una cartera de proyectos renovables y de almacenamiento de más de 40 GW. En el estado de Nuevo México ya se está desarrollando el primer proyecto renovable de Repsol en EEUU, el solar fotovoltaico Jicarilla 2.
Asimismo, en noviembre pasado Repsol alcanzó un acuerdo con Pontegadea, por el que este importante inversor privado tomó el 49% del parque eólico Delta, situado en Zaragoza. Con la incorporación de Pontegadea, Repsol consolida su modelo de negocio en renovables y asegura su objetivo de obtener una rentabilidad de doble dígito en sus inversiones en este sector.
La compañía planea continuar con el crecimiento orgánico de este negocio gracias al desarrollo de una cartera de proyectos en operación y desarrollo principalmente en países OCDE. Durante el ejercicio pasado, y en relación a los proyectos de Repsol e Ibereólica Renovables en Chile, finalizó la construcción del primer parque eólico conjunto, Cabo Leones III, que cuenta con una capacidad instalada de generación renovable de 188,1 MW. Además, en ese país se desarrollan otros proyectos, de los que el eólico Atacama es el más avanzado. Mientras que en España, en 2021, tuvieron lugar varios hitos como la inauguración de Kappa, el primer complejo fotovoltaico de Repsol. Además, comenzó la producción de energía eléctrica en Valdesolar, la principal planta fotovoltaica de la compañía en España, con 264 MW de potencia instalada y ubicada en el municipio extremeño de Valdecaballeros (Badajoz). Asimismo, comenzaron las obras de Delta II, en Aragón, su mayor proyecto renovable hasta la fecha, que tendrá una capacidad total de 860 MW.
A finales de año, Repsol suscribió acuerdos de venta de energía (PPA en sus siglas en inglés) con Amazon para suministrarle energía renovable generada por 234 MW de capacidad procedente de proyectos solares y eólicos ubicados en España, dentro de una colaboración estratégica con Amazon Web Services (AWS). En el marco de este acuerdo, AWS proveerá a Repsol con nuevos servicios en la nube para seguir avanzando en su transformación digital. Previamente, en el primer trimestre de 2021, Repsol firmó un convenio con Microsoft que incluye el suministro de energía eólica y solar fotovoltaica para sus operaciones en Europa, incluida España, y colaboración en materia de digitalización y transición energética. En 2022, la compañía ha cerrado con Charles River Laboratories un contrato de compraventa de energía virtual (VPPA) de 30,5 MW.
EiDF Solar. El autoconsumo es nuestra razón de ser y la principal actividad de nuestro negocio” como operador integral de energía. Aunque “recientemente hemos incorporado dos actividades más: generación y comercialización”. Pero el autoconsumo “es nuestra esencia; siempre lo ha sido”, ya que “llevamos más de una década dedicándonos al diseño, ejecución y mantenimiento de instalaciones fotovoltaicas en empresas”, asegura Fernando Romero, su consejero delegado. Del mismo modo que “hemos realizado ya cerca de 2.700 proyectos de autoconsumo en toda España que alcanzan una potencia superior a los 270 MW de energía solar”. La demanda de pedidos de autoconsumo se ha disparado desde el segundo semestre de 2021 debido al súbito encarecimiento del precio de la luz y a las convocatorias de los Fondos Next Generation. Tanto es así que en EiDF -explica el CEO de EiDF- “cerramos 2021 con pedidos formalizados por un volumen de 110 MW, valorados en 65 millones de euros”. Entre enero y febrero “continuamos registrando esa tendencia al alza en los pedidos, mejorando las previsiones de facturación para 2022 recogidas en nuestro plan de negocio”.
Dentro de la unidad de autoconsumo, “estamos fomentando los contratos PPA’s entre empresas con consumos elevados para ofrecerles un precio estable de la energía durante un periodo de 10-15 años”. En este sentido, cobra especial importancia el acuerdo que hemos firmado con Sinia Renovables (Banco Sabadell) para financiar 18 instalaciones de autoconsumo de diferentes clientes por un volumen global de 23,6 MW. “Hemos paquetizado varios contratos para lograr que el cliente pueda acometer el proyecto con inversión cero mediante la modalidad de PPA on site”. Es un acuerdo -recalca Romero- pionero en el sector que esperamos que sea la base para futuras operaciones.
En opinión del CEO de EiDF Solar, el Pacto Verde Europeo ha fijado para 2050 la neutralidad climática del continente y, para conseguirlo, “la energía solar fotovoltaica jugará un papel fundamental en esa transición energética”. En España, el plan nacional PNIEC ha establecido como meta para 2030 alcanzar el 74 % de participación de las energías renovables. Los Fondos Next Generation aprobados tras el azote de la pandemia están beneficiando al sector de las renovables con una brutal inyección de fondos. Esto puede parecer que beneficia al sector, pero no. “A día de hoy, no hay industria suficiente para cubrir toda la demanda”, matiza. Los objetivos marcados acortan las proyecciones del sector a largo plazo. Por ello, “seguimos necesitando mayor agilidad a nivel normativo y de regulación, sobre todo en lo referente a los permisos de acceso y conexión”. Porque -dice- no puede ser que se haya eliminado el procedimiento en instalaciones de hasta 100 kW y que esta exención no se extienda a otras potencias. “Es algo en lo que EiDF llevamos insistiendo desde hace largo tiempo”.
Holaluz. “En el contexto actual de crisis de precios de la electricidad que no es más que resultado de un desgaste del modelo energético y ambiental actual, no hay más salida que movernos hacia un modelo energético de generación distribuida 100% sostenible, más económico, más limpio y más eficiente” enfatizan desde la energética. “Es por todo ello por lo que en Holaluz estamos eminentemente centrados en ejecutar La Revolución de los Tejados con el fin de dar con una solución sostenible a largo plazo; transformando cada metro cuadrado de tejado viable en suelo español en energía 100% verde para todos y proporcionando ahorros superiores al 50% en la factura de luz”, asegura Carlota Pi, cofundadora y presidenta ejecutiva de Holaluz. La Revolución de los Tejados no es más que la disrupción del modelo generación-consumo actual, convirtiendo cada m2 de tejado en generación distribuida y creando una gran comunidad energética en España que conectará a los clientes domésticos con los productores de energía verde a través de Holaluz.
En el contexto actual de crisis de precios es cuando La Revolución de los Tejados -enfatiza Pi- tiene más sentido que nunca e, irónicamente, “tenemos todo a favor para liderar la generación distribuida no solo Europa sino en todo el mundo: 10 millones de tejados viables en España para instalar placas solares y sol durante todo el año”. Es más, de estos 10 millones de tejados capaces de descentralizar la energía, hacerla llegar a todos y reducir los costes de forma drástica, ocho millones pertenecen a casas unifamiliares o pareadas y los otros dos a edificios multivivienda, dice la presidenta ejecutiva de Holaluz, para quien, gracias a La Revolución de los Tejados más de 40 millones de personas podrían beneficiarse de energía 100% verde con un ahorro mensual fijo en su factura de la luz y duplicar la producción de electricidad renovable en España, del 46,6% (según datos de red eléctrica en 2021) al 81%.
Holaluz entiende la coyuntura actual de volatilidad de precios en el mercado de la electricidad como una oportunidad única para consolidar La RevolucioÌÂÂn de los Tejados y para transformar el modelo energético actual en España. Por ello, “a finales de 2021 realizó dos ampliaciones de capital”. La primera en octubre de 2021, por valor de 11,4 millones de euros y la segunda en diciembre de 2021 por importe de 7 millones con el objetivo de acelerar la Revolución de los Tejados. La compañía cuenta además con los activos necesarios para ejecutar su estrategia: más de 378.202 clientes domésticos en toda España, capacidad de instalación y un producto único que se traduce en una demanda fuertemente creciente de instalaciones solares en todo el territorio nacional. La Revolución de los Tejados cuenta ya con 6.295 instalaciones gestionadas, 378.202 clientes y un portfolio de representación de más de 1.630 MW a fecha 30 de septiembre de 2021.
Holaluz -explica Carlota Pi- apuesta por un modelo de generación distribuida no centralizada que se materializa a través de La Revolución de los Tejados. En un escenario donde la demanda eléctrica crece y la oferta energética sigue siendo la misma, sumado a que el mix de generación de la electricidad continúa siendo muy caro (ya que depende en un 50% de combustibles fósiles) ha provocado un colapso del sistema de producción-consumo actual. Por este motivo, hoy estamos viviendo una crisis de precios sin precedentes en todo el mundo.
En este contexto de emergencia actual, la solución pasa por producir electricidad con fuentes de energía renovables más baratas y limpias; aumentando la inversión en la generación 100% verde y logrando, de este modo, energía verde más barata que permita reducir el coste del sistema y de los precios. Por lo que se refiere a España, resulta fundamental aprovechar el gran potencial de producción de electricidad renovable; convirtiendo en energía limpia 10 millones de tejados útiles que existen en España y apostando por un futuro 100% renovable. “Es por ello, que creemos que el gas debe ser una energía transitoria y avanzar hacia un modelo energético basado en fuentes limpias acompañado por una electrificación de la demanda”, aclara Pi.
Para la presidenta de Holaluz, en el escenario de emergencia actual, diferentes organizaciones europeas y gubernamentales se han enfocado en implementar un plan de ayudas destinado a impulsar el autoconsumo en Europa y, más concretamente, en España. “Muestra de ello, es el plan de recuperación Next Generation EU destinado a espolear la recuperación socio-económica de los países europeos después de la pandemia y, en el caso de España, cada comunidad autónoma ha recibido una cantidad asignada para realizar inversiones en materias como la transición ecológica”. En paralelo, la Comisión Europea ha abierto la puerta a la aplicación de un IVA reducido del 5% para el autoconsumo de uso residencial con la intención de incrementar su uso para conseguir los objetivos del Pacto Verde europeo. En concreto, las ayudas se articulan en seis programas donde 900 millones de euros se destinan al autoconsumo. En este sentido, “estamos convencidos que este plan de ayudas permitirá impulsar todavía más la generación distribuida en España e incrementar la producción de energía renovable dentro de la península en un escenario de demanda eléctrica creciente y de volatilidad de los precios en el mercado mayorista de la electricidad”, asegura la máxima ejecutiva de la compañía.
Audax Renovables. Xavier Lafitte, su director comercial corporativo, explica que desde Audax Renovables “apostamos firmemente, y queremos ser partícipes, en el proceso de cambio hacia una economía descarbonizada”. Lo hacemos desde dos vertientes. Por un lado, somos un grupo generador de energía 100% renovable a través de nuestros parques fotovoltaicos y eólicos, con una firme apuesta de crecimiento en esta línea reflejada en nuestro Plan Estratégico 2026. Por otro lado, somos también un grupo comercializador de electricidad de origen 100% renovable y gas, y ofrecemos a nuestros clientes soluciones de eficiencia energética destinadas a obtener ahorro en el consumo y sostenibilidad.
Una de las soluciones que en Audax Renovables ofrecemos a nuestros clientes -matiza Lafitte- es el autoconsumo, orientado a cualquier perfil de cliente, desde el cliente residencial hasta la gran industria, pasando por Comunidades de Propietarios y pequeños negocios y, sobre todo, pymes, que son nuestro core business. “Procuramos a nuestros clientes un servicio llave en mano, 360 grados de inicio a fin, que va desde el estudio preliminar, hasta la instalación con los mejores componentes, la tramitación de las subvenciones aplicables, y la compensación de los excedentes con Audax. “Nuestro equipo técnico realiza un estudio preliminar personalizado que está enfocado en maximizar el ahorro energético de cada cliente, dimensionando la instalación de forma óptima y evitando sobrecostes innecesarios, buscando siempre el equilibrio entre ahorro y retorno de la inversión”. Nuestros clientes con perfil pyme de media -añade- consiguen autoconsumir en torno a un 40% y recuperan su inversión en 5 años de promedio. Completamos las instalaciones con baterías de acumulación para aprovechar la energía excedentaria en horas no solares, de modo que nuestros clientes puedan avanzar hacia la independencia energética, y también instalamos puntos de recarga de vehículos eléctricos.
Respecto a las perspectivas de futuro, los datos hablan por sí mismos, asegura. El pasado 2021 se convirtió en el año con mayor potencia fotovoltaica instalada en los hogares de nuestro país, doblando la cifra conseguida en el año anterior.
Los cambios regulatorios como la desaparición del “impuesto al sol” a finales del 2018, así como la aprobación del Real Decreto ley 244/2019 que, regula el autoconsumo, finaliza con los cargos al mismo y simplifica también todas sus modalidades, junto a las ayudas destinadas a su impulso, hacen que el autoconsumo sea hoy más atractivo que nunca. Con todo, desde Audax Renovables “estamos plenamente convencidos de que esta tendencia seguirá en aumento y la generación de energía sostenible para consumo propio continuará siendo una opción que ha venido para quedarse”, afirma Lafitte. A su juicio, sostenibilidad, ahorro energético, rápida recuperación de la inversión, y ventajas fiscales, son principios innegociables en materia de consumo energético para hacer frente a los retos actuales de la sociedad”.
Desde inicios del pasado año 2021, Audax Renovables dio un giro a su estrategia para convertirse en un referente en la generación de energía 100% renovable. Actualmente la cartera total de proyectos del grupo Audax se sitúa en los 2536 MW, con proyectos en España, Italia, Portugal, Francia, Polonia y Panamá. “Nuestra hoja de ruta, el Plan Estratégico, nos fija un objetivo para el año 2026 de 4253 MW de capacidad instalada. Esto significa que queremos que dos terceras partes de la energía suministrada a nuestra cartera de clientes sea de generación propia”, afirma el directivo. Además, “hemos firmado en los últimos años importantes acuerdos de suministro de energía a largo plazo con otros desarrolladores de renovables (PPAs) para suministrar energía a nuestros clientes en las mejores condiciones, tanto de sostenibilidad como de competitividad”.
En el ejercicio 2021 las energías renovables en España han logrado su mejor registro histórico, produciendo aproximadamente un 46% de toda la electricidad de nuestro país, e incrementando casi un 10% respecto al año anterior. La fotovoltaica es la tecnología que más ha incrementado su producción (+37%), anotando un máximo histórico en producción y participación en el mix de generación total (8%).
Las tecnologías eólica y fotovoltaica para la generación de energía renovable ya son más baratas que las energías convencionales. Los costes se han reducido drásticamente y han pasado a ser altamente competitivas. La innovación y las economías de escala las han convertido en la opción y solución más sostenible a nivel económico y ambiental. Por tanto, los datos del año pasado, así como las perspectivas para el presente y futuro, demuestran que estamos avanzando a un buen ritmo en el proceso de transición ecológica para lograr un sistema eléctrico más sostenible. “El crecimiento de las energías renovables es imparable” augura Lafitte, que añade: desde Audax Renovables queremos ser un eje tractor de este proceso de transformación”. En 2021 elevamos “nuestra potencia instalada en generación un 150% pese a la complejidad del ejercicio y el lento avance en los trámites administrativos de puesta en marcha y, en este sentido, seguiremos invirtiendo e incrementando nuestra potencia instalada en los próximos años”.
Para Lafitte, el interés de los usuarios hacia el autoconsumo está creciendo en los últimos años gracias a la mayor concienciación social, al aumento de los precios de la energía eléctrica que hace más rentables las instalaciones, a los cambios en la legislación, y a las subvenciones, entre otros factores. Pero también por los cambios regulatorios derivados del Real Decreto 244/2019 que supusieron la reglamentación definitiva del autoconsumo eléctrico en España, permitiendo poner en marcha instalaciones de autoconsumo eléctrico de uso compartido y no solo individual, la diferenciación clara entre instalaciones que persiguen la generación de excedentes y las que no, la aceleración en la tramitación y aprobación de instalaciones, el mayor apoyo por parte de las administraciones. En definitiva, “existen en este momento más facilidades para el desarrollo y consolidación del autoconsumo eléctrico”, admite Lafitte. A nivel del usuario final, además del autoconsumo fotovoltaico, existen alternativas de autoconsumo como la biomasa, la energía geotérmica, la energía termosolar o la minieólica. En muchos casos se encuentran en fases más embrionarias, aunque en un futuro pueden tener gran potencial y seguro que experimentaran un gran desarrollo en los próximos años. Estos tipos de autoconsumo, en algunos casos están ya condicionados a un recurso intermitente, salvo en zonas geográficas concretas, y pueden ser un complemento a la obtención de manera conjunta con sistemas basados en fuentes de energía renovables, como el sol.
A nivel nacional, España se encuentra en “una magnífica situación” debido a su apuesta por las energías renovables, pero la dependencia energética todavía está por encima de la media de la UE. Este hecho limita nuestro crecimiento económico ya que estamos expuestos a la variabilidad de los precios de los combustibles fósiles que debemos importar. Las energías renovables -dice el directivo de Audax- obviamente disminuyen esta dependencia, además generan empleo local y ayudan a diversificar las fuentes de generación, aunque todavía tienen dependencia de las condiciones climáticas. “El incremento de la capacidad instalada, en la que Audax Renovables quiere contribuir de forma significativa, el uso eficiente de la energía, una mayor investigación en el desarrollo de nuevas tecnologías, y el avance en las tecnologías de almacenamiento, son políticas necesarias para el avance firme hacia un modelo sostenible y autosuficiente, y para minimizar nuestra dependencia energética”, concluye Lafitte.