Las cifras de inflación de EEUU de julio publicadas el jueves de la semana pasada estuvieron en línea con las expectativas e incluso fueron un poco mejores, tranquilizando a los mercados de que no hay contratiempos en el proceso de desinflación diseñado por la Reserva Federal. La inflación subyacente modero su tasa interanual hasta el 4,7%, desde el 4,8% de junio, mientras que la tasa general repuntó del 3,0% al 3,2% debido a un menor efecto base respecto a meses anteriores, pero aun así fue menor que el consenso de un 3,3% que había manejado el mercado. 

“Con la excepción de la resiliencia de los precios de la vivienda, las presiones sobre los precios disminuyeron claramente en todos los componentes”, destaca Francesco Pesole, analista de divisas de ING Research. “En general, el informe ofreció razones para que la Fed y los activos de riesgo se animaran, ya que la posibilidad de otra subida de tipos se redujo aún más. Las acciones repuntaron y la curva de rendimiento de EEUU se volvió a inclinar: el dólar debería haber caído de forma generalizada en este escenario. Sin embargo, la imagen posterior al IPC en el forex en realidad fue más mixta. Es un testimonio de cómo las monedas no están impulsadas únicamente por las noticias de EEUU en este momento”.

“Desde el punto de vista del dólar, creemos que la reciente acción del precio denota una renuencia a alejarse del dólar dada la aparición de historias preocupantes en otras partes del mundo”, cree el experto del banco holandés. “Esto no quiere decir que la perspectiva de la actividad en los EEUU sea particularmente brillante”, matiza el experto, “pero si las alarmas de desaceleración económica parpadean en amarillo en Washington, son ámbar intermitente en Frankfurt y Beijing”. 

Como ejemplo, el promotor inmobiliario chino Garden informó la semana pasada de una pérdida neta récord de hasta 7.600 millones de dólares durante la primera mitad del año, en un momento en que los funcionarios de China intentan calmar los nervios de los inversores sobre otra posible crisis inmobiliaria, recuerda el experto.

En ese sentido, Pesole explica que a pesar de la “benigna historia” de desinflación de EEUU, “no sorprende que los mercados no estén inundando las posiciones largas de EUR/USD”. “Esa ha sido una operación ya relativamente concurrida, y el reciente cambio de precio de las expectativas de crecimiento tanto de crecimiento como de tasas en la eurozona está pesando sobre el atractivo del euro”. 

“Es probable que el EUR/USD se mantenga cotizando dentro del rango (1,09-1,11) hasta que las señales de una desaceleración económica en los EEUU muevan los diferenciales de tasas nuevamente a favor del euro”, considera el analista de ING.

Algunos expertos creen que incluso el dólar podría subir más si finalmente la desaceleración de la eurozona obliga al Banco Central Europeo (BCE) a parar las subidas de tipos. 

“Vemos una dicotomía clara entre la Reserva Federal, donde la inflación, incluida la subyacente, se encuentra en una tendencia de claro descenso hacia el objetivo, y la Eurozona y en el Reino Unido, países en los que todavía no vemos una tendencia clara a la baja en la inflación subyacente”, señala Enrique Díaz-Álvarez, director de Riesgos de Ebury, en un podcast, por lo que la inflación “será la clave de los mercados de divisas en las próximas 6 o 7 semanas”. 

“No obstante, “si en vez de fijarse en la inflación, tanto el Banco de Inglaterra como el Banco Central Europeo (BCE) se centran en la debilidad de la economía y paran las subidas, podríamos ver un rebote significativo del dólar frente a esas dos monedas”.