El mayor problema al que se enfrentan los mercados - y los bancos centrales - es que la inflación no sea tan transitoria como a priori se había definido y como siguen manteniendo los principales responsables de política monetaria, europeos y estadounidenses. De no serlo, y mantenerse la alta inflación durante más tiempo del estimado por estos funcionarios, ello podría pasar factura al crecimiento económico global y, además, forzar a los bancos centrales a actuar de forma precipitada, subiendo sus tasas de interés de referencia en el “peor momento”, con el riesgo que ello conllevaría de provocar la entrada en recesión de sus economías. Es lo que se conoce como “ir por detrás de la curva”, algo que el presidente de la Fed, Powell, negó que esté ya ocurriendo en el caso del banco central estadounidense, opinión que no comparten muchos economistas de renombre.
De hecho, para Alejandro Domecq, associate director de M&G Investments, el escenario central sigue siendo el de una temporalidad en el repunte de la inflación. “Aún podremos ver una presión de precios elevada por algunos meses, e incluso años, aunque es transitoria ya que hay excesos de capacidad. La disrupción en las cadenas de suministros, los elevado costes de shipping (se han multiplicado 6-7 veces), aumento de los precios de la energía… son transitorios”. Y más focalizado en Europa, Borja León, gestor de renta fija de AndBank Wealth Management, no descarta “nuevos programas de compra una vez finalizado el actual en marzo, con lo que puede estar muy soportado el crédito, no así en Reino Unido o Estados Unidos”.
Martina Álvarez, country head Iberia de Janus Henderson, habla de una dislocación o divergencia de crecimientos económicos y por tanto en políticas monetarias. “Hay economías que ya han subido tipos de interés y otras que están avisando de tapering. Si acaba habiendo inflación no es tan negativa para el activo, ya que sería señal de que las economías siguen recuperándose, por tanto, seguirían estrechándose los spreads y compensarían por las posibles subidas de yields”.
Por su parte, Gabriel Simón, sales director Iberia de Columbia Threadneedle asegura que “el escenario base es de un crecimiento moderado y una inflación cercana al 2% para el caso europeo”. Mientras que habla el efecto de los coches de segunda mano en EE.UU., donde han subido mucho los precios, y que considera que también es transitorio. El riesgo a medio plazo en la renta fija, tanto en IG o HY es la valoración, que es alta en ambos casos. Los spreads están bastante por debajo de la media histórica. “Si bien el año pasado, en abril, la media era de una duración de 5 años ahora están en torno a dos años. En duración de tipos, si estaban el año pasado en 2,5 años ahora están en 2 años, pero nuevamente más por un tema de valoración que por fundamentales. En cuanto a divisa, dice este experto, de manera conservadora es mejor tener la divisa cubierta o invertir vía divisa cubierta.
Para M&G, sin embargo, hay oportunidades en divisas locales y, en Afi, consideran que en los últimos 20 años cubrir la divisa ha salido mejor “tanto en crédito como emergente, a excepción de casos muy puntuales”. Santiago de la Plata, analista de producto de Unicorp Patrimonio, cree que la divisa algunas veces tiene un efecto de descorrelación pero “en algunas estrategias con base dólar es mejor cubrirla para no añadir esa volatilidad adicional a los resultados, sobre todo en perfiles conservadores de inversores”. Un punto al que se añade el coste de la cobertura. De hecho, Javier Navarro, gestor de renta fija de Abante, considera que el coste del hedge es bajo y por tanto “es razonable ahora aprovechar para cubrir posiciones, eliminando esa volatilidad “no deseada”.
Con todo surge la pregunta de si ya es momento para invertir en renta fija o no. José Manuel Amor, socio director de análisis en AFI Inversiones, opina que lo importante es ver que no haya una segunda ronda de presiones inflacionistas y, sobre todo, “es clave para los gestores saber si esta presión está descontada en los mercados”.
Desde Janus Henderson hablan de un estudio que demuestra que, en épocas inflacionistas, tanto el high yield como el investment grade de EEUU reportan rentabilidades positivas, sobre todo si esos bonos no tienen cupón fijo. Además, añade Álvarez, que en caso de que el mercado se pusiera nervioso con la inflación, “se podría tomar como una oportunidad de aumentar posiciones en renta fija”. Una casa que tiene más preferencia por el high yield europeo que por el grado de inversión.
Desde Morabanc, el selector de fondos Ismael Pellicer cree que, tomando en cuenta el binomio rentabilidad – riesgo, el high yield “sigue siendo un activo muy interesante. No es un activo que esté tan vinculado a los movimientos de la duración y, por tanto, puede ser una buena alternativa a una cartera diversificada”. Desde la gestora han añadido alternativas que den protección a temas inflacionarios, como fondos de retorno absoluto, con una neutralidad en crédito y muy selectivos, y subordinados financieros.
Desde M&G coinciden en la apuesta por bonos del sector financiero, tanto bonos senior como subordinados, donde creen que puede haber estrechamiento de spreads. Consideran que la calidad del crédito ha mejorado. “Las ratios de endeudamiento son menores a nivel general y compañía por compañía y en relación con el EBITDA que generan. Considera que se revierte la tendencia del año pasado, con muchos “fallen angels” y ahora son “rising stars””.
La reducción de riesgo en crédito y apalancamiento en gestores flexibles es lo que prima el experto de Abante, con duraciones cortas ya que “no está todo recogido en la curva de tipos americana, y posiblemente en 1,8% de tipos podrían comenzar a aumentar algo de duración”. Tienen una posición de prudencia en high yield. Por valoración y comportamiento post-pandemia han ido reduciendo riesgo en crédito, con posiciones mucho más flexibles y con visión global.
Para Unicorp Patrimonio la incertidumbre respecto a la inflación está aportando volatilidad a la duración de tipos de interés, con un riesgo asimétrico. Ellos apuestan más por el crédito que por IG, apostando por gestores que tengan la capacidad de capear el momento consiguiendo rentabilidades para los inversores.
Es una tónica de los presentes a la conferencia que la inflación es transitoria, que hay que invertir en duraciones cortas, en fondos de renta fija flexible, globales y diversificados por clases dentro de la renta fija.
La inversión en renta fija en titulares
Alejandro Domecq (M&G Investments) “Creemos que las valoraciones en renta fija en cuanto a crédito están estrechas. En deuda soberana las rentabilidades reales son negativas y ahí vemos un cierto riesgo por si sorprende al alza la inflación o el crecimiento, y por tanto creemos que deberían estar pagando más al estar aportando mayor volatilidad a las carteras. Vemos oportunidades de inversión en emisiones HY de bonos flotantes”.
Martina Álvarez (Janus Henderson) “Creemos que en este entorno la gestión activa y flexible es primordial en renta fija. La rentabilidad vendrá más del alfa que de la beta y, además de eso, la sostenibilidad es la que va a determinar los líderes de los futuros en los próximos 10 y 20 años. Por tanto, van de la mano la gestión activa con la inversión con criterios sostenibles”.
Gabriel Simón (Columbia Threadneedle) “Vemos bastantes otras unidades en renta fija con criterios también ASG, pero de impacto social. Es una estrategia totalmente diferenciadora a lo que hay en la industria. Hay bastantes oportunidades porque te da acceso sobre todo a inversiones de alta calidad y sobre todo tienes impacto social, que es algo claramente diferenciador, con emisiones que se hacen con ese objetivo y tienen un impacto real en la sociedad. Por otro lado, estrategias flexibles que inviertan tanto en crédito como en gobiernos y emergentes, así como estrategias de retorno absoluto con más sensibilidad a tipos y spreads de crédito”.
Javier Navarro (Abante) “Aunque depende del perfil de riesgo del cliente, consideramos que la renta fija es una parte fundamental de las carteras de los inversores por ese factor descorrelacionador. Nos apoyamos en gestores flexibles y globales, con duraciones y sensibilidad a crédito bastante prudente”.
Borja León Sotelo (AndBank Wealth Management) “Estamos llevando una gestión muy activa, dinámica y flexible en un entorno donde tienes que tener diferentes estrategias para generar rentabilidad en crédito, curvas, divisas y efectivo. La gestión de la duración es muy importante a la hora de generar valor para el inversor”.
Ismael Pellicer (MoraBanc) “Dentro del perfil del cliente, hemos buscado bajar un poco las duraciones y buscar otro tipo de activos que puedan bajar la correlación de las carteras e incluir fondos de gestión alternativa, como los fondos de retorno absoluto”.
Santiago de la Plata (Unicorp Patrimonio) “Renta fija sí, en la parte estructural de las carteras, buscando combinar estrategias que sean distintas y que tengan diferente correlación, con deuda subordinada, emisores IG y emisiones HY, diferentes geografías, fondos de retorno absoluto”.
José Manuel Amor (AFI Inversiones) “Pensamos que no es el momento de renta fija, los tipos se están dando la vuelta (no mucho, pero lo suficiente para no ofrecer protección), la correlación no va a ser la habitual ya que está muy apoyada por la compra de los bancos centrales. Por tanto, no duración de tipos ni de spreads. El crédito es el peor de los activos. Es momento de diversificar como nunca, comprando volatilidad e incertidumbre”.