El pesimismo vuelve-si es que alguna vez se fue- a Wall Street en general y al DOW JONES Ind Average en particular, donde se ha quebrado la confianza de los inversores, que era además menos fuerte en este inicio de año en el tradicional y selectivo indicador neoyorkino. Se nubla la expectativa de consolidar los 34.000 puntos, que, además, hasta la fecha, sigue presentando la peor dinámica y desempeño entre los grandes indicadores.
Así en su evolución anual vemos que Dow Jones borra las ganancias anuales con apenas un 0,2% a la baja, ya con caídas semanales del 3,3% y que, en el mes, se convierten en avances nimios del 0,14%. Eso sí mantiene todavía la recuperación semestral, aunque ya por debajo del doble dígito, en el 9%. En interanual, la caída es del 5%.
Y es que estos primeros visos de la temporada de resultados, en el que los bancos han resultado para bien y para mal protagonista, han resultado a la postre, determinantes en negativo para el desempeño que está registrando Dow Jones en las últimas sesiones. Así, el lunes veíamos como el indicador recortaba 400 puntos en su desempeño a cuenta de los resultados de Goldman Sachs y sus caídas en el mercado, tras registrar lo que, a la postre fueron sus peores beneficios en una década en los correspondientes al cuarto trimestre del año.
Todo frente a la mejora de Morgan Stanley y Citigroup y de JPMorgan que presentaron resultados que fueron agridulces para el mercado. Todo ello, mezclado, ya el miércoles con datos de diferente signo, que evidencian la incertidumbre que se cierne sobre la situación macroeconómica en Wall Street.
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Hablamos de la inflación mayorista que vuelve a marcar a la baja niveles récord de caída desde que comenzara la pandemia, todo bajo los visos de que la Reserva Federal suba los tipos en 25 puntos básicos en la reunión de febrero, lo que ahora descuenta el mercado, un dato más sobre los precios que refleja que se están corrigiendo. Así los precios al productor, un gran exponente para la inflación futura, han recortado en medio punto en diciembre, frente a la subida de una décima que esperaban los analistas.
Aunque contrasta con la caída de uno de los indicadores clásicos en Wall Street relativo al consumo: las ventas minoristas que han caído un 1,1% en diciembre, en un final claramente débil para la temporada de compras navideñas. Los consumidores en concreto gastan menos en vehículos, gasolina y muebles. Y esto es lo que al final ha marcado la tónica a negativo.
Pérdida, ya el miércoles de más de 600 puntos en el Dow Jones, donde vuelven los temores más claros sobre la recesión, junto con las declaraciones de los miembros de la Fed, por lo que esos augurios de los que hablábamos, de subida en menor cuantía de los tipos, podría disiparse de aquí a fin de mes. Y esperemos que se mantenga el buen pronóstico ante la Covid de Jerome Powell, con síntomas leves, ante la reunión del Comité del Mercado Abierto de la Reserva Federal que comienza a fin de mes.
En cuanto a la evolución de los valores, entre lo mejor del año nos encontramos con una renacida Walt Disney por la que muchos apostaban para este ejercicio tras la vuelta de Bob Iger a la primera línea del gigante del entretenimiento y a pesar de los problemas que presenta ahora la presencia incómoda del inversor Nelson Peltz. Sus avances anuales alcanzan el 14%. Le siguen en este ranking de los mejores del año Dow y Boeing.
Entre lo peor, incluso antes de presentar resultados, United Health con caídas a doble dígito seguido de Coca Cola, con caídas del 6% y del 4,7% para Honeywell.
Pero no les quepa duda de que, en las próximas semanas, mandarán los datos y la Fed, pero, sobre todo, lo harán los resultados que marcaran claramente, no solo el devenir del mercado en su momento actual, sino que nos darán pistas las empresas, con sus guías, sobre el comportamiento previsto para el próximo trimestre, así como para el resto de un 2023, que sobre el papel se espera de menos a más. Y ahora mismo parece que el menos, se agudiza entre los inversores.