Así, en lo que va de año, un total de siete índices sectoriales de Estados Unidos han alcanzado en un momento, u otro, caídas de más de un 20% con respecto a máximos de 52 semanas. Gran parte de esos descensos se han producido entre mediados de agosto y octubre, es decir, muchos fueron provocados por el sell-off ocurrido durante el verano.
En el caso, por ejemplo, del sector de la salud, las fuertes caídas experimentadas por las compañías que lo integraron fueron muy importantes para arrastrar al conjunto de la bolsa, ya que es la tercera industria con más peso dentro del propio S&P 500.
Aunque el S&P Healthcare ha salido del bear market, lo cierto es que hay un subsector, el de la biotecnología que sigue su particular viacrucis desde que el pasado verano Hillary Clinton acusara a estas empresas de los altos precios de sus medicamentos y avisara de que tomará medidas si alcanza la presidencia de Estados Unidos.
En la actualidad, el sector de la biotecnología se deja más de un 25% en bolsa desde los máximos de junio. En los últimos años las ventas indiscriminadas de este tipo de empresas se ha convertido en un clásico en momentos de estrés bursátil, sobre todo por las altas valoraciones de estas empresas.
Pero si hablamos de sectores como tal, el S&P Energy es el único que cae más de un 20% desde los máximos de noviembre de 2014. En concreto, el pasado mes de septiembre, cuando alcanzaba sus mínimos, había caído algo más de un 30% y desde ese momento ha recuperado ya un 10% gracias, entre otras cosas, a la aparente mejoría en los precios del petróleo. Con todo, desde enero, las caídas no son superiores al 15%; eso sí, son muy superiores a las del propio S&P 500.
El selectivo de energía está compuesto por las cuarentas principales compañías de energía de Estados Unidos. Desde luego, por el momento, no parece el mejor momento para meter nuestro dinero en él.
Después del sector de la energía uno de los que mejor se ha recuperado en estas últimas semanas del duro correctivo sufrido en bolsa ha sido el PHLX Semiconductores que, por los pelos, sale del correoso bear market que indica un descenso de más de un 20% desde máximos.
En concreto, el índice que agrupa a las principales compañías de semiconductores se deja desde máximos un 17,16% aunque el pasado 24 de agosto caída más de un 27%. Hay que tener en cuenta que esta industria había sido una de las más exitosas en Wall Street en los últimos tres años. Fue una de las agraciadas por la demanda de dispositivos que ayudaran a la amplia necesidad de dispositivos móviles, ya no sólo para teléfonos móviles, sino que los semiconductores son necesarios para el funcionamiento de tabletas y otro tipo de aparatos.
Sin embargo, la subida de este tipo de compañías se había producido casi sin descanso hasta este mismo año. Las preocupaciones de las altas valoraciones, los temores de China y la probabilidad de que a la bolsa, en general, le queda poco recorrido, hizo que este sector fuese muy penalizado.
Habrá que esperar a ver cómo se comporta la bolsa hasta finales de año, si hay rally de papá Noel y si algunos de estos índices son capaces de tomar un poco de aire o si, por el contrario, las noticias que se produzcan a partir de ahora los vuelven a hundir.
QUIZÁ LE INTERESE LEER: BofA Merrill Lynch recomienda mantenerse en empresas de calidad durante la temporada de resultados