Las bolsas americanas siguen teniendo gasolina. Quizá los buenos datos económicos o por la caída del dólar hayan permitido que los índices miren hacia otro lado para no ver que una de las razones que impulsaron las subidas desde finales del año pasado, aun no ha cristalizado en realidad: la reforma fiscal de Donald Trump.
En este contexto, el S&P 500 lleva 14 meses sin haber experimentado una caída del 5% y 19 meses sin descensos de más del 10%.
Los analistas de Bespoke Investment han señalado que desde junio del año pasado, cuando los británicos decidieron apostar por el brexit, el S&P 500 no ha caído más de un 5% desde máximos. Esto es más de 300 días consecutivos. Solo tres veces: 1965, 1994 y 1996, la bolsa ha permanecido sin descensos del 5% durante un periodo de tiempo más largo.
En Goldman Sachs creen que hay dos factores que permitirán a las bolsas seguir subiendo. La primera de ellas, en su opinión, es la ausencia de euforía. Ellos calculan que los gestores de fondos tienen una tasa media de liquidez en sus carteras del 3,2% en torno a su media histórica. Explican que si la confianza fuera mayor, ese nivel sería inferior.
El segundo factor que va a permitir que las bolsas no corrijan en Estados Unidos, son los buenos datos económicos: creación de empleo, aumento de los salarios y la confianza, en máximos desde 2001. Por otro lado, la salud financiera de los hogares está en máximos desde 1980, dice la firma. Esto, de hecho, es lo que está permitiendo que los beneficios de las empresas sigan creciendo y que continúe la compra de renta variable.