Ayer a las 14: 00 horas se dio a conocer el dato de ADP que mide la creación de empleo no agrícola del mes de septiembre. El consenso de analistas esperaba la creación de 184.000 puestos de trabajo y el dato salió mucho mejor de lo esperado. De hecho, el sector privado de EEUU creó en el noveno mes del año 230.000 empleos desde un dato previo de 163.000 empleos.

Esto es un dato muy positivo. Ramón Bermejo, analista independiente y responsable del Servicio de Trading Profesional reconoce que es un dato que, desde abril de 2010, está mostrado síntomas de fortaleza extraordinaria. Desde el peor momento que vivió el mercado laboral durante la crisis (febrero de 2009), cuando se destruyeron 835.000 puestos de trabajo, hay un punto de inflexión como consecuencia de los QE de la FED y los rescates sobre la banca, que provocó que la destrucción de empleo se frenara y la renta variable (línea verde) comenzara a recuperar simultáneamente.

Ahora, dice este experto, hay que tratar de monitorizar este indicador para observar cierto agotamiento en la renta  variable. “Una referencia que es detectable y que nos permitirá ver los síntomas antes de que la renta variable comience a caer como ya ocurrió entre 2006-20007”. Esto hace del dato de ADP unos de los datos más importantes dentro del análisis macro para la renta variable. Si pensamos que el 70% del PIB es consumo privado, si las personas están desempleadas, no consumen, los resultados de las compañías se resienten y se daña a la economía. “De ahí el nexo causal entre PIB y datos de empleo”.

 

 

Ayer un poco más tarde, se dio a conocer el ISM no manufacturero del sector servicios, que se encuentra en zona de máximos y, para  ver una referencia similar, nos tendríamos que ir a datos de los años 2005 y 2000. Como consecuencia de este dato, ha ocurrido algo importante en el mercado de deuda.

De hecho, los datos que conocimos ayer, tanto de ISM no manufacturero como el dato de empleo de la ADP, han generado una caída en los precios del T-Note. El mercado de deuda ha recoge la fortaleza de la economía norteamericana y el riesgo de que continúen subiendo los tipos de interés.

 

 

La caída en precio genera subida en rentabilidad que, tal y como se aprecia en el gráfico, ha permitido vulnerar los máximos del 18 de mayo en 3,2305%. Esto tiene un efecto negativo sobre la renta variable ya que afecta a sus valoraciones. Se utiliza como una tasa de descuento y,  cuanto mayor es la rentabilidad, más detraerá el valor de la renta variable por eso ésta ha reaccionado con caídas.  Como consecuencia de la subida de rentabilidad hemos tenido otra derivada: ha arrastrado al precio del Bund y al resto de mercados de la renta variable.

 

 

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