Los inversores que buscan rentas a menudo suelen sentirse atraídos por la alta rentabilidad por dividendo. Una empresa que paga un dividendo elevado es muy codiciada pero no siempre una alta rentabilidad por dividendo es buena pues puede ser debido al precio de las acciones o a un negocio poco saludable, donde la posibilidad de un recorte en el dividendo tiende a crecer en relación con el aumento de la rentabilidad. 

En el otro extremo hay valores que cuentan con retornos por dividendo competitivos y que merecen ser considerados por parte de los inversores. Dos acciones que encajan en esta descripción son Pfizer y Gilead Sciences, dos pagadores de dividendos cuyas acciones han ido a la zaga del mercado en las últimas semanas. Pero ¿por qué merece la pena comprar estos valores? 

Pfizer fue uno de los valores que brilló con la pandemia a raíz de la vacuna contra el Covid-19. Una vacuna que sigue siendo un viento a favor de la farmacéutica en el sentido de que la necesidad de la misma puede que no haya terminado. Al menos no tanto como algunos piensan dado el reciente aumento de los casos de Covid-19 además de que la pandemia sigue vigente en muchos países del mundo.  

A pesar de ello, los resultados siguen cayendo. Pfizer obtuvo un beneficio neto durante los primeros seis meses del año un 56% menor que el primer semestre del 2022. La facturación cayó un 42%, hasta los 31.015 millones mientras que en el segundo trimestre, el más valorado por los analistas de Wall Street, la compañía con sede en Nueva York tuvo unas ganancias de 2.327 millones de dólares (77% menos) después de prácticamente reducir a la mitad sus ingresos hasta 12.734 millones (54% menos).

Aunque es poco probable que Pfizer genere unos ingresos tan elevados como los que obtuvo en 2021 y 2022, lo cierto es que la dirección de la compañía decidió usar el exceso de ingresos para sentar unas bases sólidas para el futuro. De hecho, parte de ese dinero se uso para adquisiciones como la que realizó de Seagen por 43.000 millones de dólares, una compañía oncológica con cuatro productos en el mercado que el propio CEO de la compañía denominaba “la gallina de los huevos de oro”. Además, la compañía ha llevado a cabo un acuerdo con Flagship Pioneering para descubrir y desarrollar medicamentos innovadores. Más allá de si esto dará o no resultados positivos, lo cierto es que Pfizer está logrando extender su red y lograr una gran diversificación.   

La marcha del negocio de Pfizer debería recompensar a los inversores con buenos dividendos. La rentabilidad de la compañía está actualmente en el 4,64% frente al 1,54% del S&P 500. Además, Pfizer podría ser una de esas compañías denominadas “aristócratas del dividendo” pues ha abonado rentas trimestrales durante al menos 85 años y éstas han ido en aumento durante los últimos 13. El ratio de reparto, según The Motley Fool, es del 31% “lo que es bastante manejable y deja mucho margen para un crecimiento adicional”. La compañía también ha incrementado un 4,6% su pago anual en el último lustro.

Evolución de Pfizer en bolsa. Fuente: Reuters

 

El valor cuenta con recomendación de compra por parte del consenso de analistas de Reuters con un precio objetivo de 44,21 dólares, que deja el potencial en el 24%. 

Otra de las acciones que ha caído en lo que va de año y que puede ser una buena opción por su dividendo es Gilead Sciences. La compañía corrige un 8% en lo que llevamos de 2023 y también ha sufrido la “vuelta a la normalidad” tras la pandemia con una caída de las ventas de su antiviral contra el coronavirus, Veklury. La buena noticia es que la biotecnológica sigue siendo líder en el mercado del VIH, su área terapéutica más importante, además de que está dando pasos importantes en el área oncológica. 

Sulenca es el primer medicamente subcutáneo aprobado contra el VIH que tiene seis meses de duración. Aunque Sunlenca lleva aprobado menos de un año, podría convertirse rápidamente en un importante motor de crecimiento para la empresa. Además, las ventas oncológicas de Gilead están creciendo con fuerza.  La cartera de productos oncológicos de Gilead Sciences cuenta con más de tres docenas de programas, 16 de los cuales se encuentran en estudios de fase 3. Así pues, es de esperar que en los próximos años se produzcan nuevas aprobaciones y ampliaciones de las indicaciones de Gilead Sciences en este campo.

La farmacéutica con sede en California aumentó un 5% sus ingresos totales en el primer semestre, alcanzando los 6.600 millones de dólares (6.002 millones de euros), impulsado principalmente por el incremento en las ventas de las terapias en VIH y oncología, compensando así, la caída de Veklury, dirigido a la Covid-19.

Evolución en bolsa de Gilead Sciences. Fuente: Reuters

A la biotecnología le irá bien a largo plazo. La rentabilidad por dividendo del 3,96% de Gilead Sciences es superior a la media del S&P 500, mientras que ha logrado aumentar sus pagos un 6,3% anual en los últimos cinco años. La empresa comenzó a pagar dividendos en 2015. “Y el ratio de pago de la compañía del 68% en los últimos 12 meses sugiere que hay espacio para más aumentos de dividendos”, dice el estudio de The Motley Fool.

A pesar de la corrección que acumula la compañía en el ejercicio, lo analistas siguen viendo potencial en el valor. En concreto, el consenso de Reuters cree que podría subir un 13,6% hasta alcanzar los 91.04 dólares que tiene como objetivo el valor.