La cantidad de dinero que mueve el fondo de pensiones japonés es tan grande que prácticamente equivale a toda la riqueza que genera la economía de nuestro país, es más, podría comprarse la bolsa española y quedarse con algo de calderilla. A finales del año pasado, este vehículo que gestiona el dinero de las pensiones del país asiático contaba con más de 1,15 billones de dólares, unos 1,10 billones de euros.

El fondo de pensiones más grande del mundo es el que gestiona el dinero que genera Noruega con la venta de petróleo y gas y a finales del año pasado rondaba los 832.000 millones de euros. Con esta cantidad es, su vez, el mayor fondo soberano del mundo y si quisiera tendría dinero suficiente como para engullir a la misma Apple.
El fondo de Corea del Sur tiene alrededor de la mitad de esa cantidad.

La capacidad de estos vehículos de inversión es tal que podrían tumbar muchas compañías entrando y saliendo de su capital.

La noticia, no obstante, se conoció hace solo unas horas cuando los gestores del fondo japonés anunciaron que el último trimestre sus activos se redujeron un 6%, lo que deja el cómputo anual en descensos de algo más de un 3%. La situación no es común, ya que en 2014 los futuros pensionistas del archipiélago japonés ganaron un 12%. De hecho, desde 2011, la rentabilidad solo ha sido negativa en seis ocasiones.

Hay que tener en cuenta que el año pasado el gobierno que preside
Shinzo Abe permitió al fondo ampliar sus criterios de Inversión al ofrecerles la posibilidad de asignar más activos a renta fija local y extranjera. La siguiente fase, dicen algunos expertos pasa por incluir en su cartera deuda emergente y bonos basura.

Todos estos cambios se han producido después de que el gobierno se diera cuenta de que el sistema público de pensiones de su país era insostenible debido a que Japón es el país más envejecido del mundo. Necesitaban que el dinero acumulado, la hucha de las pensiones permita que el gobierno pueda seguir pagando las jubilaciones durante los próximos 100 años o eso, al menos, es lo que aseguran en su propia página web.

Pero, ¿cómo invierte el fondo japonés?

A finales de septiembre asignaba el dinero tal y como puede verse en el siguiente gráfico.



Los bonos que tiene en cartera son japoneses a 10 años, también alemanes y treasuries estadounidenses de la misma duración.  En cuanto a la renta variable ha optado por acciones japoneses, del Dow Jones y del DAX, tal y como puede leerse en su último informe.

El segundo mayor fondo de pensiones del mundo es el de Noruega y este año tampoco le ha ido especialmente bien. En concreto, se dejó un 4,9% en el último trimestre del año debido, sobre todo a las caídas de casi un 9% de su cartera de renta variable.

El fondo se divide en dos vehículos, uno que invierte exclusivamente en renta fija y renta variable de otros países nórdicos y de la propia noruega. El otro invierte en inmobiliario, y renta fija y variable de otros países del mundo.


El tercer fondo de pensiones más grande del mundo, el de Corea del Sur repite los patrones de los dos más grandes; es decir, está abierto a invertir en bonos y renta variable tanto locales como globales y, además, destina alrededor de un 10% de su dinero a otras inversiones alternativas.

Dentro del debate político español siempre aparece y de forma continuada la sostenibilidad de nuestro sistema de pensiones. Quizá habría que ver si una de las posibilidades que se plantean entre los expertos es si en el futuro nuestro dinero debería de ser gestionado de una forma similar.

En 2007, cuando Pedro Solbes era el ministro de Economía del gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, se propuso que nuestra hucha de las pensiones pudiera destinar un 10% de sus fondos a la renta variable, aunque finalmente la decisión fue desestimada. En estos momentos, el dinero del Fondo de Reserva de nuestras pensiones se invierte casi en exclusiva en renta fija, fundamentalmente española.



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