Una de las ideas que ha cobrado fuerza últimamente es la relativa a la “disrupción”. Pero, ¿a qué nos referimos con ella?
Disrupción es una palabra muy amplia, que puede englobar muchas ideas. Pero si la buscamos en el diccionario de la Real Academia lo que vemos es que es una rotura o una interrupción brusca. Si esto lo adaptamos al mundo de la inversión, al final las compañías disruptivas son aquellas que rompen, que cambian las reglas del juego que crean nuevos mercados, o que modifican los que ya existen para que sean más ágiles, más eficientes, más baratos…
La pregunta es ¿qué compañías pueden considerarse disruptivas? Sin dar nombres, cabe destacar que la compañía de taxis más grande no tiene ni un solo vehículo, que la mayor empresa de alojamiento no tiene tampoco habitaciones de hotel…
¿Es una tendencia que puede tener tirón alcista?
Sin duda. Siempre ha habido disrupción. Compañías que han roto las reglas del juego. Pero es verdad que en los últimos tiempos se está acelerando de forma significativa esta tendencia. Ayuda la globalización, los cambios ambientales, los demográficos, los avances tecnológicos… han hecho que todo esto vaya mucho más rápido.
Como curiosidad, tal y como recoge una presentación de Amundi, debemos saber que la radio tardó 38 años en conseguir 50 millones de usuarios; en el caso de la televisión este tiempo fue de 13 años; a Facebook le costó 3,5 años; y a Twitter, nueve meses… y el dato clave: Pokemon Go tardó 19 días.
Ahora mismo se calcula que hay siete dispositivos conectados por persona en todo el mundo y esto tiene implicaciones muy importantes. Además, para 2020 se calcula que va a haber 100 millones de consumidores que van a comprar a través de realidad aumentada.
Al final, la disrupción abarca muchos ámbitos, no se centra en un único campo. Pensemos en drones, fintech, internet de las cosas, impresoras 3D, conducción automática… Es una temática que tiene muchísimo potencial de desarrollo.
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En Amundi tenéis el CPR Invest Global Disruptive Opportunities. ¿Se centra en algún sector concreto? ¿Cuál es el universo de inversión?
Concretamente, nos centramos en cuatro dimensiones. Todo lo que sería economía digital, aquello que persiga acercar a las personas, compartir información, ahorrar tiempo, reducir costes de manera segura… Estaríamos hablando de todo lo que es drones, internet de las cosas o big data.
Luego tendríamos industria 4.0. Todo lo relacionado con mejorar la eficiencia de producción y distribución. Encaja aquí, por ejemplo, impresoras 3D o ciberseguridad.
Un tercer sector sería tierra o recursos naturales, es decir, lo dirigido a la sostenibilidad a la hora de alimentar al mundo, la producción de energías verdes, renovar los recursos naturales.
Finalmente, encontramos la biociencia o salud, aquello que persigue con sus mejoras alargar la esperanza de vida de las personas.
Y ¿cómo se gestiona un fondo disruptivo…? ¿Cómo es el proceso de inversión?
Nosotros nos apoyamos en un proceso a tres niveles. Primero, tratamos de identificar los sectores o las tendencias o las empresas disruptivas. Para ello nos apoyamos en un socio externo, como es Deloitte, y en un equipo de 18 analistas propios de la casa. Durante este proceso somos capaces de reducir ese universo de compañías a 600 que son las que monitorizamos de forma más cercana.
En una segunda fase, combinamos un screening más cuantitativo, junto con observar los parámetros financieros, para continuar recortando ese universo de 600 hasta 150 que son las que tienen potencial de revalorización más elevado.
Por último, terminamos de construir la cartera final, con alrededor de 80 valores, donde combinamos aquellas firmas en las que tengamos un mayor grado de convicción respecto a su potencial revalorización, muy importante, combinado con el resto de empresas y ajustado a un nivel de riesgo.
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¿Puedes ponernos algún ejemplo de compañía disruptiva?
Se me ocurren dos que quizá son menos conocidas. Por un lado, First Solar, líder en soluciones de energía solar. Han establecido una patente que permite optimizar o mejorar la eficiencia de la energía solar que se captura en todas las placas solares y dicen mejorar en un 15% lo que somos capaces de obtener de toda la energía almacenada.
También me gusta mucho Nevro, líderes también en su sector, pues han creado un proceso que permite tratar el dolor crónico de una manera alternativa, sin dejar efectos secundarios, ni adormilada la zona. Esperamos que para los próximos años tenga un muy buen recorrido de revalorización en Bolsa.
¿Para qué tipo de clientes es adecuado?
Primero, para aquel inversor que esté cómodo invirtiendo en Bolsa. Que acepten perfiles temporales medios de tres a cinco años. Segundo, para aquellos que quieran acercarse a unas inversiones distintas persiguiendo poder capturar todo el potencial de revalorización que las economías disruptivas tienen para los próximos años. Dicho de otra manera, invertir hoy en las empresas del mañana.