La inversión sostenible, que había sido pasado por alto por algunas gestoras, acapara titulares y recursos. Ahora esas gestoras que lo habían considerado intrascendente se afanan por pisar el acelerador para lanzar nuevos productos o bien, convertir buena parte de su gama en estrategias socialmente responsable o con sello ASG. Lo anterior explica que durante 2020 se hubieran lanzado una cantidad récord de 505 nuevos fondos ASG y se reconvirtieron más de 250 fondos convencionales.
De este modo, los flujos europeos hacia fondos ASG se dispararon hasta los 233 mil millones de euros, un incremento del casi el 85% respecto a 2019, según apunta el estudio European Sustainable Funds Landscape:2020 in Review de Morningstar. Los activos ascienden a 1,1 billón de euros a cierre de 2020, un incremento de 376 mil millones de euro (52%) que, si se excluyen los nuevos lanzamientos o las reconversiones, sería un incremento del 32,4%. Actualmente los fondos ASG representan tan sólo el 10,9% del total de activos de la industria europea, aunque los flujos del 2020 representaron el 45% del total de entradas. Históricamente, el incremento proviene de estrategias activas, aunque se comienza a acelerar el crecimiento en las pasivas, que ahora representan casi el 22,5%.
Entre los fondos más demandados por los inversores fueron aquellos relacionados con la temática de cambio climático, como:
iShares Global Clean Energy, el fondo Handelsbanken Hallbar Energi, el Pictet Global Environment Opportunities y el Pictet- Clean Energy, el fondo Nordea 1 Global Climate and Enviroment (que de echo está en soft-closed), el CSIF III Equity World exCH ESG, el BlackRock CCF Dev World ESG Screened Index, el ACS Climate Transition World Equity, otro más de Nordea el Emerging Stars Equity y el BGF Sustainable Energy.
Sin embargo, ante un incremento sustancial en la oferta, los inversores deberán tomar en cuenta aquellas gestoras que efectivamente llevan en su proceso de inversión el ADN de inversión sostenible. Hace unos meses, escribimos sobre Fondos AAA según MSCI ASG y con rentabilidad > 30% en 3 años, donde únicamente había cinco fondos con rating AAA de MSCI ASG. Afortunadamente, ante este furor gestoras y fondos sostenibles, la regulación sigue avanzando y en un mes, 10 de marzo de 2021, entra en vigor la Regulación de Divulgación de Finanzas Sostenibles (del inglés SFDR) que requiere que las gestoras proporcionen información sobre los riesgos ASG en sus estrategias, y que para los inversores constituye contar con más información y protección de greenwashing.