Deutsche Bank
El banco alemán lleva un descenso en bolsa de casi un 75% desde aquel 15 de septiembre en el que el mundo se despertó con la noticia de la quiebra de Lehman Brothers.
Las cosas no han sido fáciles para el mayor banco alemán, aunque este ejercicio ha sido probablemente uno de los peores de su historia. Comenzaba el ejercicio publicando fuertes pérdidas de 6.800 millones de euros y con los rumores de que no sería capaz de hacer frente al pago de los cupones de varias emisiones de CoCo’s. Más tarde nos enterábamos de que su posición en el mercado de derivados es de 52 billones de euros, unas 20 veces el PIB alemán. Y esto es realmente lo que preocupa a los expertos; qué podría ocurrir con un nuevo shock financiero de los mercados.
Por si fuera poco sus gastos legales no dejan de subir. Hasta el pasado viernes, Bloomberg calculaba que Deutsche Bank ha tenido que hacer frente a multas por malas prácticas por unos 8.000 millones de euros y unos gastos legales que habrían alcanzado los 7.000 millones de euros. Ese día la justicia americana multaba al banco con 14.000 millones de dólares por comercializar productos subprime en EEUU. Es decir, hoy por hoy, los inversores no tienen ningún catalizador positivo al que agarrarse.
Así, solo en lo que va de año, el banco cae más de un 47% en bolsa, y algo más de un 53% en doce meses.
En estos momentos solo un 10% de los analistas que siguen el valor apuestan por comprar sus acciones, un 50% opta por mantener sus títulos y un 40% recomienda vender. El precio objetivo medio del consenso es de 13,4 euros, lo que le daría un potencial superior al 14% desde los niveles actuales de cotización.
Los Indicadores Técnicos de Estrategias de Inversión acaban de caer tras el desplome de sus acciones el viernes al pasar de rebote a bajista con una puntuación de 2 en una escala que va del cero al diez.
Según se puede observar en el gráfico, a medio plazo la tendencia de sus acciones es alcista.
Banco Popular
Al Banco Popular tampoco le ha sentado bien la nueva ampliación de capital a la que se ha sometido la entidad. En total el próximo día 23 comenzarán a cotizar títulos por un importe de 2.500 millones de euros que irán a ayudar a aumentar la solvencia de un banco que no es capaz de sobreponerse a la crisis del sector inmobiliario que explotó en España en 2008 y que dejó su negocio temblando.
Cargado de préstamos impagados y con la deuda de empresas quebradas como Metrovacesa, el Banco Popular no quiso acudir al rescate del Estado y desde hace ocho años ha puesto en marcha varias ampliaciones de capital, las más sonadas las de 2012 y las de este año, en la que ha inyectado unos 5.000 millones de euros, con la consiguiente dilución para los accionistas.
A pesar de haber anunciado una nueva reducción del número de sucursales y de plantilla, y con un nuevo consejero delegado, Pedro Larena, Banco Popular sigue desdibujado en bolsa y al mando del mismo presidente, Ángel Ron.
Desde el 15 de septiembre de 2008, la entidad se deja un 93% de su valor en bolsa. Solo este año ha caído un 60%.
Los analistas tampoco le muestran respaldo, y solo un 15% aconseja comprar sus acciones, según los datos de Facset. El 52% apuesta por mantener y el 33% por vender. El consenso le da un precio objetivo de 1,38 euros por acción, lo que le asignaría un potencial de un 25% desde los niveles actuales.
Los Indicadores Técnicos de Estrategias de Inversión también le otorgan 2 puntos, lo que sitúa el valor en fase bajista, tal y como se puede observar en el siguiente gráfico.
%%%Díganos si quiere recibir alertas sobre Banco Popular|POP%%%
QUIZÁ LE INTERESE LEER:
“Deutsche Bank, el coloso en llamas”
“La sombra de Lehman Brothers sigue siendo muy alargada”
“… Y mientras, en un universo bancario muy, muy lejano llamado Europa”