Los problemas vuelven a llegar de una China muy venida a menos con los últimos datos que llegan desde su lastrado sector inmobiliario. Un posible nuevo 'efecto Evergrande' si tenemos en cuenta que se trata del desplome, por segunda vez en menos de una semana, del 17% en Country Garden, la mayor inmobiliaria del país, que ya había anticipado pérdidas hasta el mes de junio de casi 7.000 millones de euros de media en el primer semestre del año. 

Ahora, el nuevo problema llega de la mano de los denominados bonos 'onshore', el amplísimo mercado de renta fija chino que cotiza en remimbi y por en el que Country Garden ha anunciado que suspende sus operaciones comerciales hasta nuevo aviso en 11 de ellos. 

La compañía destacaba, en su comunicación bursátil que “durante la suspensión, la compañía cumplirá con las obligaciones de divulgación de información en estricta conformidad con los requisitos de las leyes y reglamentos pertinentes, y solicitará la reanudación de los bonos corporativos de manera oportuna después de que se determinen los asuntos relevantes”, pero sin indicar fecha alguna de la vuelta de la deuda a cotización. 

Un nuevo lastre tras ha supuesto esa caída del valor, de nuevo, hasta sus mínimos históricos, del 17% en este lunes y que se suma al desplome de la semana pasada. 

Country Garden entregó 700.000 propiedades en 2022 y espera igualar ese número este año, en línea con una de las grandes prioridades de Pekín en el marco de la crisis inmobiliaria: la finalización de proyectos vendidos sobre plano, de gran importancia para la estabilidad social del país, ya que las viviendas son uno de los vehículos de inversión más habituales entre las familias chinas.

Pero ahora todas las miradas están puestas en el posible incumplimiento de sus obligaciones financieras, porque según algunas informaciones, habría ya incumplido el pago de intereses en los bonos chinos que cotizan en el exterior, los denominados 'offshore'. 

Desde JPMorgan Chase consideran que ante estas caídas ven "un mayor riesgo de contagio no solo en todo el sector, sino también un posible contagio a la economía en general”.

No olvidemos que se trata de la primera inmobiliaria del país, con más de 3.000 proyectos de vivienda en ciudades más pequeñas y  que, a finales del pasado ejercicio, empleaba a unas 70.000 personas. Pero su pasivo, cerraba el pasado ejercicio en los 199.000 millones de dólares, que ya supera a muchas economías, por ejemplo la de Kuwait.