Hay una frase anónima que indica que un viaje se vive nada menos que tres veces. La primera, cuando lo soñamos, la segunda, cuando lo vivimos y la tercera, cuando lo recordamos. Un deleite global, que pasa por aspectos como el poder adquisitivo, con la democratización del turismo, pero también elevadamente psicológicos, tras la superación de la pandemia, que están potenciando claramente al sector turístico global.
PANORAMA DEL SECTOR TURÍSTICO GLOBAL
Hablamos en primer término de un mercado mundial muy lucrativo, que en su contribución al PIB global puede alcanzar niveles del 12%. Aquí el factor fundamental es el gasto turístico, que puede superar los 2 billones de dólares este año en todo el mundo, con niveles de viajes internacionales que podrían alcanzar los previos a la pandemia y elevarse sobre ella un 3%, hasta los 927.300 millones de euros, solo en el mercado de viajes y turismo para este 2024. Cifras del Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC)
Aunque una de las áreas más damnificadas, la de las aerolíneas, puede recuperar todo el terreno perdido (o casi todo) en este ejercicio. En las estimaciones, se espera que los beneficios netos de la industria aérea alcancen los 25.700 millones, con una mejora de casi un 10% frente al año anterior. Todo ello según las cifras aportadas por la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA).
Eso sí, se espera que sus ingresos superen los 964.000 millones de dólares, con crecimientos del 7,6%, con menor gasto. Unas cifras que, desde la IATA consideran que rinden tributo “a la resiliencia que muestra la aviación”. Aunque también reconocen que el efecto pandemia perdura, con un coste final “que se ha llevado por delante cuatro años de crecimiento, 185.000 millones de dólares”, tal y como reconoce su director general y exCEO de IAG.
Ya en el área hotelera, las previsiones que manejan desde JLL, es que la recuperación será total en el presente ejercicio, con niveles crecientes del denominado RevPAR, es decir, lo que de verdad cuenta, los ingresos por habitación disponible que permiten saber el número de habitaciones que se reservan y los ingresos que generan. En concreto, esperan un incremento de entre el 15 y el 25% para 2024.
Y destacan, sobre todo, que “Europa seguirá siendo un destino favorito para los viajeros nacionales e internacionales a lo largo de 2024, y los próximos eventos como los Juegos Olímpicos de Verano en París y el Eras Tour de Taylor Swift en el Reino Unido y Europa Occidental despertarán el interés de los visitantes”.
Añaden que “los mercados a seguir de cerca incluyen India, Turquía, Arabia Saudita y España. Si bien se prevé que el gasto en viajes de negocios se recupere por completo en 2024- según la Asociación Mundial de Viajes de Negocios (GBTA)- es probable que el turismo de ocio siga siendo el principal impulsor del rendimiento hotelero mundial”.
RETOS DEL TURISMO GLOBAL
Uno de los que se presentan con más fuerza es la ubicación. En 2023, la recuperación del sector vino liderada por Oriente Medio, en las cifras de la OMT, la Organización Mundial del Turismo. Mejoras del 22% frente a 2019.
Pero Europa llegó a niveles del 94% frente a 2019, respaldada por la demanda intrarregional y los viajes desde EEUU. América se quedó por debajo en esa mejora, en el 90% y África por encima, en el 96%. Ya en Asia Pacífico alcanzaron el 65% de los niveles precios a la reapertura de los mercados y destinos.
Aunque los retos están presentes, con la idea de quebrar el turismo menos eficiente en áreas que además encuentran una superpoblación viajera, como vemos en muchos lugares de España, caso de las Islas Baleares.
El cambio climático es uno de los puntos fundamentales, junto con la contaminación ambiental del viajero, aderezadas por la geoestrategia, con los conflictos armados, como los que vivimos ante la invasión de Ucrania o la situación de enfrentamiento entre Israel y Hamas.
Las preocupaciones por los niveles de seguridad son crecientes, también por las actividades terroristas, que, de forma inesperada, pueden cambiar las estimaciones iniciales para este 2024.
Aunque más alejados de Europa, no podemos olvidar que los desastres naturales siguen siendo otro de los problemas crecientes en un sector, en el que las reservas de última hora son la tónica a seguir. Desde terremotos a tsunamis, pasando por huracanes, inundaciones o tornados que representan una amenaza para los turistas.
Sin descuidar tampoco las crisis sanitarias o pandemias, siempre latentes, para un sector que trata de olvidar en este 2024 su mayor lastre global en la historia reciente: el protagonizado por el Covid.
ESPAÑA Y TURISMO: UN BINOMIO INDISOLUBLE
La Organización Mundial del Turismo coloca a España como el segundo país más visitado del mundo, tras Francia y por delante de Estados Unidos, en 2023.
España, sigue siendo, incluso cada vez con más fuerza, uno de los países preferidos por los turistas, pero, lo que es mejor, las últimas cifras de gasto lo avalan.
Según los datos del Instituto Nacional de Estadística, del INE, la llegada de turistas internacionales aumenta hasta el final del primer trimestre un 17,7%, que llegan principalmente del Reino Unido, Alemania y Francia en cuantía. Y lo más importante es la progresión del gasto: 1.363 por cada turista, y crece un 29,7% en marzo, con los últimos datos publicados.
Una mayoría de ellos, además, más de un 58%, se aloja en establecimientos hoteleros, con Canarias, Cataluña y Andalucía como destinos principales en gasto y también en presencia de turistas. Solo el pasado año 2023, con 85,1 millones de turistas extranjeros, un 18,7% más y 108.662 millones de euros de gasto, que crece un 24,7%.
Pero no solo de viajeros foráneos vive nuestro país. 37 millones de viajes internos hemos realizado los españoles, la mayoría por ocio y para visitar a familia o amigos en 2023, según la Encuesta de Turismo a Residentes, Familitur. Cifras que mejoran en un 9,7%.
Y nos vamos sobre todo a Andalucía, Cataluña y la Comunidad Valenciana, aunque seguida muy de cerca por Castilla y León, con catalanes, andaluces y madrileños como los que más viajan. ¿Qué cuánto nos gastamos? 7.958,2 millones de euros, un 15,8% más y, como curiosidad destacamos que más de un 26% lo invertimos en bares y restaurantes.
Los datos que se manejan para 2024 desde Exceltur, la Alianza para la Excelencia Turística, pasan un PIB nominal del 13,8% que se convierte en casi un 9% real, sustentado en la fortaleza que marca la demanda extranjera y la nacional en tendencia a la normalización, en el primer trimestre de este ejercicio.
Eso supone que se mantiene la intensidad viajera en España por factores como la prevalencia de viajar sobre otros bienes de consumo duradero o la mayor flexibilidad laboral que contribuye en positivo al turismo. Pero también por factores como nuevas propuestas de la cadena de valor turística, como la inversión en reposicionamiento y la mejora de producto, hacia segmentos de demanda de mayor gasto, los más codiciados
Por ejemplo, hasta octubre, se esperan en España 240 millones de operaciones aéreas, en datos de ALA, la Asociación de Líneas Aéreas, un 13,5% por encima del pasado año a la espera, en esta buena evolución, de batir un nuevo récord de tráfico aéreo en nuestro país.
DESAFÍOS DEL TURISMO ESPAÑOL
Retos que pasan en este 2024, según CESAE Business & Tourism, por la apuesta por la sostenibilidad, el turismo de negocios y la irrupción de la inteligencia artificial.
La irrupción de la IA en nuestro mercado pasa porque “las aerolíneas la están usando para mejorar el servicio a los viajeros, personalizarlo y enfocarlo a su satisfacción, anticipando preferencias y necesidades. Además, la aplicación cada vez mayor en ciudades inteligentes está mejorando mucho la experiencia del viajero”.
Pero, sin duda, los efectos de cambio climático, puede ser uno de los factores que más pesen en la dinámica turística española a medio y largo plazo. Por dos razones. La primera por la variabilidad del clima, lo que puede influir significativamente en las estancias de vacaciones y, la segunda, el aumento de las temperaturas, que nos lleva hasta las cada vez más frecuentes olas de calor o fenómenos derivados como el desatado en Madrid con ‘Filomena’, que pueden afectar a la llegada de turistas a España.
Por último, el deseado cambio constante de turismo español, más allá del Sol y Playa, con mayor calidad y cantidad en el gasto de los visitantes hacia el turismo de negocios, premium y gastronómico, entre otros, incluso de cultura, que va ganando terreno, pero de forma lenta en el sector turístico español.