La Swiss Investor Protection Association (SASV), que representa a los inversores minoristas, planea presentar la demanda en nombre de unos 500 inversores de Credit Suisse que sufrieron grandes pérdidas cuando el banco fue rescatado por su rival UBS en marzo, según una información adelantada por Financial Times.

Esta adquisición, que fue orquestada por las autoridades suizas, no se sometió a la votación de los accionistas de ninguno de los dos bancos. Los 3.000 millones de francos suizos que pagó UBS por Credit Suisse eran menos de la mitad del valor de mercado del banco el último día de negociación antes de que se sellara el acuerdo y una fracción de su valor en libros.

Es la segunda demanda colectiva de los accionistas de Credit Suisse contra UBS, al tiempo que hay también varias demandas presentadas por tenedores de bonos AT1, que fueron los grandes damnificados

El SASV planea presentar su caso, que se presenta bajo la Ley de Fusiones de Suiza, este lunes, cumpliendo un plazo de dos meses desde que se firmó el acuerdo en junio. Se espera que el juez se pronuncie sobre el caso dentro de un año.

Arik Röschke, secretario general de la asociación, sugiere que UBS tenía un incentivo para resolver este caso. Según señala a Financial Times, si el juez falla a favor de los demandantes, se podría exigir a UBS que pague a todos los accionistas, lo que posiblemente costaría miles de millones de dólares, aunque si el banco llegara a un acuerdo extrajudicial, solo se reembolsaría a los demandantes. “UBS se hizo cargo de uno de los bancos mejor capitalizados de Europa a un precio de ganga en un trato de regateo”, asegura.

Si bien la mayoría de los demandantes son suizos, hay otros inversores del Reino Unido, EEUU, Alemania, Austria, Tailandia y Dubái. Muchos son ex empleados de Credit Suisse que adquirieron acciones como parte de su remuneración.

“Algunos de nuestros reclamantes trabajaron en Credit Suisse durante 30 años y parte de su pago estaba en acciones”, apunta Röschke. “Estas personas se quedaron en la empresa y ahora lo han perdido todo. Es triste para estos accionistas que su lealtad haya sido castigada”.

El caso SASV se lleva a cabo sin fines de lucro, y se pide a los demandantes que paguen una tarifa de 250 francos suizos para cubrir los costos de la asociación, que podría reembolsarse en parte. El bufete de abogados suizo Niedermann Rechtsanwälte ha sido contratado para trabajar en el caso.

Otras demandas

Sigue a una demanda similar presentada por la empresa emergente de servicios legales LegalPass, con sede en Lausana, que ha sido respaldada por la Fundación Ethos, un organismo que representa a los inversores institucionales que poseen alrededor del 5% de las acciones en ambos bancos.

Mientras, al menos dos bufetes de abogados, Quinn Emanuel Urquhart & Sullivan y Pallas, representan a los tenedores de bonos que perdieron todo el dinero invertido cuando se amortizaron unos 17.000 millones de dólares en bonos AT1 como parte de la transacción.

El personal de Credit Suisse también preguntó acerca de iniciar acciones legales por estos bonos. Mientras tanto, los abogados en EEUU están trabajando en casos que apuntan a exgerentes individuales de Credit Suisse por su parte en la caída del banco.

Operación sin ayudas públicas

La semana pasada UBS aseguró que no necesitará recurrir al respaldo del Estado de 9.000 millones de francos suizos acordado como parte de la adquisición de Credit Suisse organizada por el Estado suizo.

UBS también dijo que ya no necesita el respaldo de liquidez gubernamental, un préstamo de ayuda a la liquidez de hasta 100.000 millones de francos suizos del Banco Nacional Suizo y respaldado por una garantía federal.

“Estas medidas, que se crearon en virtud de la ley de emergencia para preservar la estabilidad financiera, dejarán así de existir, y la Confederación y los contribuyentes ya no asumirán ningún riesgo derivado de estas garantías”, declaró el viernes el Gobierno suizo.