El periodo de suscripción preferente comenzó el 12 de septiembre y terminará este sábado 26 de septiembre. Se prevé que las nuevas acciones sean admitidas a negociación el 6 de octubre y que empiecen a cotizar un día después. El precio de suscripción es de 0,92 euros por cada acción nueva, lo que representa un 35,9% de descuento sobre el precio teórico ex-derechos basado en el precio de cierre de las acciones el 9 de septiembre.

Las acciones de IAG (Iberia) cotizan este martes a 1,036 euros por acción, lo que suponen mínimos de octubre de 2012. La compañía arrastra una caída acumulada en el Ibex 35 del 78,35% y si llega a perder los 0,92 euros por acción no compensaría ni siquiera acudir a la ampliación de capital, al poder comprar acciones nuevas en mercado. Los derechos cotizan a 0,1592 euros por acción y arrastran una bajada del 79%.

El mercado penaliza a la compañía a medida que el número de casos de coronavirus aumentan en Europa y en función de las restricciones impuestas por las autoridades a la movilidad y el turismo. Este mismo lunes el primer ministro británico, Boris Johnson, reconoció que la situación del coronavirus está en un “punto crítico” en el país, lo que genera incertidumbre entre los inversores, ya que su principal mercado es Reino Unido

IAG acumula pérdidas en los últimos dos trimestres y no se espera que en el corto plazo vaya a mejorar su situación. La expectativa del grupo de que la demanda de pasajeros tardará al menos hasta 2023 en recuperarse a los niveles de 2019 se mantiene intacta.

La ampliación de capital restituirá el nivel de liquidez, 7.600 millones a final de agosto más la ampliación 2.741 millones, previo a la pandemia en un escenario en el que la directiva ha revisado a la baja sus perspectivas de tráfico 2020 y 2021 frente a su previsión de julio tras la reintroducción de requisitos de cuarentena en Reino Unido y otros países europeos.

Ante este escenario, muchos inversores pueden estar dudando si realmente merece la pena acudir a la ampliación de capital o no. ¿Qué piensan los analistas? Estrategias de Inversión sondea a ocho analistas y gestores de fondos su visión acerca del aumento de capital del grupo que integra a Iberia, Vueling o British Airways. 

Sergio Ávila / IG

La cotización de las acciones se acerca al soporte de los 0,99 euros en los que se situaba en julio de 2008, mientras que el mínimo del que tenemos referencia se encuentra en los 0,5963 euros que data de septiembre de 2001. La situación es demasiado delicada para una empresa que había sido referencia para los inversores desde noviembre de 2011 hasta noviembre de 2015 y desde octubre de 2016 hasta junio de 2018, pero lo que el mercado parece descontar ahora es que sus probabilidades de quiebra aumentan a medida que avanzan los días sin una solución para resolver una pandemia internacional y que solo una resolución temprana de esta crisis sanitaria puede cambiar el rumbo de sus cotizaciones.

La decisión sobre si acudir o no a la ampliación depende del horizonte temporal del inversor. Al menos hasta 2022, si todo va bien, no espero que el negocio de las aerolíneas vuelva a estar operativo a niveles similares a los que teníamos antes de la pandemia. Para ello, será necesaria una vacuna o un medicamento que cure del virus, lo cual está todavía por ver. La empresa podría necesitar hacer más ampliaciones de capital en el futuro si se soluciona esto rápido, por lo que si el inversor considera que puede mantener las acciones al menos 2 o 3 años podría ir a la ampliación, pero no hay que olvidar que los problemas para la compañía se pueden agravar en un valor débil y bajista.

A veces, asumir una pérdida y tener capital para invertir en otros activos puede ser la mejor inversión. Desde mi punto de vista siempre hay que operar con stops de pérdidas para nunca quedarse enganchado en una empresa bajista.

Victoria Torre / Singular Bank

La caída que está experimentando el valor, pone un punto de complejidad a la ampliación de capital. Ahora mismo, el valor cotiza en el entorno de 1,0580 €

El precio de la ampliación es de 0,92 euros y los derechos están en torno a 0,1949 euros, por lo que podría darse el caso de que resultara finalmente más ventajoso comprar las acciones en el mercado que acudiendo a la ampliación de capital. Como decimos, esto sería un obstáculo extra al éxito de la operación, que ya de por sí presenta el reto de querer recaudar una cifra similar al de su capitalización bursátil.

Antonio Aspas / Buy and Hold

IAG es una de las compañías aéreas mejor gestionadas y por ello éramos accionistas de la misma, pero con la llegada del COVID vendimos porque a pesar de que la compañía presentaba un balance saneado, los altos costes fijos junto al no tener ingresos durante varios meses, nos hizo temer que pudiese tener que realizar una ampliación de emergencia, lo cual suele ser totalmente dilutivo para el accionista, como así ha sido.

Dicho esto, y mirando para el futuro, la evolución de la acción de IAG, como la del resto del sector, va a depender de la evolución de la pandemia y del descubrimiento de una posible vacuna. Si la epidemia está bajo control antes del próximo verano, la inversión en IAG será una magnífica oportunidad, pero si la situación se alarga hasta el 2022, IAG puede necesitar otra ampliación o incluso un rescate por parte del gobierno, como ya le ha pasado a Air France, Lufthansa o Norwegian entre otras.

Sobre qué recomendar a los inversores particulares que están en el valor, dependería de la situación particular de cada uno pero en general, no recomendamos poner dinero bueno sobre dinero malo, incrementando el tamaño de la inversión, salvo para inversores con un perfil de inversión agresivo y siempre que no suponga una parte importante de sus inversiones totales.

 

 

Joaquín Robles / XTB

La ampliación como operación financiera fue bien recibida por los inversores, ya que la aerolínea tuvo que soportar fuertes pérdidas durante el primer semestre del año. La paralización de su negocio fue del 65%, y las continuas restricciones a la movilidad hacen complicado estimar cuándo podrá restablecer su negocio.

La ampliación de capital tiene como objetivo fortalecer el balance, asegurarse una liquidez suficiente para mitigar los efectos de esta crisis, y para evitar una intervención gubernamental. El problema con el que se ha enfrentado IAG durante las últimas semanas han sido los nuevos brotes de coronavirus, ya que amenazan la recuperación esperada para este tramo del año.

Respecto a la decisión del inversor de si acudir o no a la ampliación, depende de si quiere aumentar su exposición a este valor. Es lo mismo acudir a la ampliación que comprar acciones nuevas, ya que cotizan al mismo precio. Esta decisión dependerá de las estimaciones que se tengan sobre la compañía, que en estos momentos son muy inciertas.

Juan Enrique Cadiñanos / Admiral Markets

Una ampliación de capital siempre es una buena oportunidad de negocio si se trata de una captación de capital para expandir el negocio de la empresa. El problema, en este caso, es que la ampliación se realiza para una captación por necesidad y una necesidad que no veo que vaya a concluir pronto. 

El sector está muy tocado y va a seguir estándolo en tanto en cuanto no se va a ver una mejora de la situación a corto plazo, al contrario.

Rafael Ojeda / Fortage Funds

La ampliación de capital para IAG es un mal necesario dentro del contexto en el que se mueven las aerolíneas a nivel mundial, que es una situación dramática. En el sector no se vislumbra plena capacidad en los próximos meses, diría semestres incluso, por tanto veo muy complicado que vaya a repuntar en bolsa. Como inversor potencial no entraría ahora mismo en la ampliación de capital porque el sector en el que opera es tremendamente complicado y todo apunta a que los próximos meses van a seguir siéndolo, aún cuando el descuento que ofrece es del 35,9%. Para los inversores que ya estén invertidos la ampliación de capital es un mal menor, lo más razonable es acudir a la ampliación porque al final no sufres una dilución del 60%, una dilución salvaje, y puedes mejorar tu precio medio de compra de acciones y cuando la situación mejore puedes salir con unas minusvalías menores, unas minusvalías inferiores a las que ahora puedas tener. De lo malo es lo mejor.

Pilar Aranda / Bankinter

Nuestra recomendación es acudir a la ampliación pero mantenemos neutral. Recomendamos acudir a la ampliación por varios motivos:

- La operación es relutiva en 2021.

- El valor se ha visto muy afectado por COVID-19 y en lo que llevamos de año desciende -68,7%. Por lo que a los precios actuales ofrece atractivo. El principal catalizador serían noticias positivas en el frente sanitario, vacunas.

- La operación tiene sentido desde el punto de vista estratégico: le va a permitir sanear sus cuentas y garantizar su viabilidad en un contexto de pandemia.

A pesar de que somos partidarios de acudir a la ampliación de capital nuestra recomendación en el valor es neutral. Esto es así porque debe enfrentar muchos riesgos:

- Operación de compra, en pleno escenario de COVID19 con Air Europa. Todavía están negociando los precios y condiciones, pero es posible que reciba cierta presión al respecto (el acuerdo inicial eran 1.000 millones).

- Riesgo de rebrotes, particularmente en Europa, lo que lastra automáticamente sus resultados y reduce la liquidez.

- Desaceleración económica global, lo que impacta directamente en una aerolínea. Por todo ello, lo conveniente es mantener el valor, sobre todo teniendo en cuenta el fuerte descenso vivido este año, y a la espera de noticias positivas en el frente sanitario.

Iván San Félix / Renta 4 

Con esta ampliación, IAG recupera su estatus como una de las aerolíneas con un nivel más elevado de liquidez y un balance mejor capitalizado. La clave está en el grado de recuperación (levantamiento progresivo de restricciones por mejora sanitaria, vacunas...) en un escenario en el que IAG está consumiendo unos 200 millones a la semana (vs 440 millones en el inicio de la pandemia) que debería tender a reducirse a medida que se vayan levantado las restricciones a la movilidad.

Mantenemos nuestra idea de que IAG será una de las grandes ganadoras del sector cuando superemos el Covid-19. Confiamos plenamente en su estrategia: posición de liderazgo en sus principales mercados (Reino Unido/Europa/América Norte y Sur), orientación a la rentabilidad (de las más elevadas del sector) y prudencia en la gestión de caja.

Insistimos en que el sector va a sufrir cambios estructurales muy relevantes en los próximos años, con la desaparición de muchas compañías, fusiones, necesidad de recapitalización (con intervenciones estatales que restan flexibilidad) y mayor enfoque en la rentabilidad (racionalización de la capacidad). 

Recomendamos acudir a la ampliación teniendo en cuenta el potencial de la compañía si bien es cierto que el entorno de incertidumbre es elevado y el camino de la lenta recuperación prevista será tumultuoso.

Ajustamos nuestro precio objetivo hasta 2,15 euros por acción (antes 4,1 euros). Valoramos IAG aplicando la media EV/EBITDA 22e (2014/19) de 5,3 veces, restamos la deuda neta y el valor actual estimado del pago de pensiones y ajustamos por las nuevas acciones (2.979 millones) emitidas.