Muchos deportistas, lejos de poder seguir su camino dentro del deporte, intentan seguir hacia delante de distintas maneras con actividades lejos de lo que en un día fue su profesión. Algunos, tras su retirada, optan por la vía de la gestión patrimonial. Y no son pocos.
Acabamos de despedir a los Juegos Olímpicos. Una cita que copa las portadas a lo largo del mundo y que habrá que esperar hasta dentro de cuatro años para que se repita. Como bien se sabe, en este evento participan millares de deportistas de todo el planeta con el ansiado objetivo de lograr un mejor puesto posible y con la aspiración en muchos casos de hacerse con una presea y tocar la gloria deportiva.
Durante estos días de competición se ha debatido mucho sobre lo que sucede cuando un deportista de élite se retira. La mayoría de ellos cierran su etapa en la máxima competición como héroes anónimos y con ganancias lo insuficientemente cuantiosas como para poder vivir el resto de sus vidas. Solamente hay una minoría que acumulan tantos réditos a lo largo de su carrera que pueden tener una retirada tranquila y sin sobresaltos.
¿Qué hace un olímpico pues una vez que su etapa deportiva llega a su fin? Pues según hemos conocido a través de Reuters, algunos recurren a la industria de la gestión de patrimonios, puesto que consideran que es una buena alternativa para seguir adelante con las ganancias cosechadas durante su carrera deportiva. Según la agencia,
UBS Wealth Management Americas, Merrill Lynch y Morgan Stanley cuentan con varios atletas olímpicos retirados como gestores de patrimonios.
¿Las razones? Son jóvenes, están muy bien orientados, tienen una fuerte ética del trabajo y ya han experimentado el éxito en su carrera previa. Entre los asesores de Fortune se encontraba, sin ir más lejos, la ex patinadora
Emily Samuelson, que trabaja para Merrill Lynch en Michigan. Y no es la única a la que se le conoce por cambiar el esfuerzo físico por las finanzas. El taekowndista Mark López, plata en Pekín 2008, se unió al equipo de UBS en 2011 una vez que decidió colgar el Dobok –vestimenta propia del Taekwondo–.
Otro reconocible dentro del cambio a la gestión patrimonial es el exjugador de hockey profesional y medallista en Barcelona 92,
David Emma. Emma, que dijo que había perdido el 80% de sus ahorros en la burbuja de Internet, en un principio se unió a Merrill Lynch y se encuentra ahora en Hightower. Él es asesor financiero de hasta 35 jugadores de hockey profesional, golf y atletas de élite, así como de varios compañeros olímpicos.
Quién sabe si en el futuro veamos a Michael Phelps, recién retirado este año de las piscinas, gestionando cuentas en alguna entidad financiera o a Usain Bolt, el hombre más rápido sobre la faz de la tierra, siendo todo un maestro de los mercados. Solo el tiempo dirá el camino que siguen cada uno de ellos.
QUIZÁS LE INTERESE LEER: Y usted, ¿tiene cualidades de multimillonario?