Los inversores internacionales han alcanzado nuevas cotas de presencia en la renta variable española a cierre del pasado ejercicio. Según el último Informe sobre la propiedad de las acciones que elabora anualmente el Servicio de Estudios de BME, los accionistas foráneos ya poseen más de la mitad, en concreto el 50,3% de los títulos en la bolsa española, frente al 21,3% que poseen las empresas no financieras. Además, este nivel supone un nuevo récord.
Además se destaca que el peso de los inversores internacionales en la bolsa española ha crecido más de un 10% en la última década y el incremento alcanza el 16% en lo que va de siglo.
De hecho, Los principales inversores dentro del grupo de los extranjeros son los denominados institucionales, es decir, gestoras de fondos de inversión y de pensiones, fondos soberanos, compañías de seguros, fondos de Capital Riesgo o Private Equity e incluso bancos de inversión e intermediarios que mantienen carteras de acciones.
Entre las mayores gestoras del mundo por activos al cierre de 2022 se encontraban BlackRock (10,01 billones de dólares en activos), Vanguard Group (8,46 billones), Fidelity (4,23 billones), State Street Global (4,14 billones), JP Morgan Chase (3,11 billones), Alliance Group (2,95 billones) o Capital Group (2,71 billones). Sus participaciones se instrumentalizan fundamentalmente a través de vehículos tales como los Fondos de Inversión tradicionales, también de Fondos de Capital Riesgo o de Fondos Cotizados o ETFs, vehículos que replican de forma pasiva índices de acciones cotizadas de los principales mercados de acciones mundiales.
Como ejemplo citar a BlackRock, el mayor inversor privado del mundo ahora mismo y primer accionista de muchas grandes empresas españolas como BBVA (5,91%),ACS (5,83%), Enagas (5,56%), Enagas (5,47%), Banco Santander (5,42%),Iberdrola (5,39%),Amadeus (5,24%), Cellnex (5,19%),Caixabank (5,01), y hasta una docena más en las que controlan entre el 3% y el 5%.
Pero frente a este incremento, vemos la caída de un punto, hasta el 16,2% de la presencia de las familias en la bolsa española, mientras que las administraciones públicas, por el contrario, incrementan su presencia hasta el 3,2%. se trata de una cifra que supone un récord de los últimos 25 años.
Con estas cifras, se vuelve prácticamente a los niveles mínimos históricos de 2019 previos a la pandemia. La elevada presencia de inversores individuales o familias ha sido históricamente uno de los rasgos diferenciales de la Bolsa Española y se llegaron a alcanzar máximos del 33,6% en 1999 en plena eclosión de las privatizaciones.
Mientras, los instrumentos de inversión colectiva poseen un 5,9% y los bancos y cajas alcanzan, a cierre de 2022, un 3,1%.