El bajo volumen de negociación propio del mes de agosto se ha dejado sentir esta semana en su máximo esplendor: pocas noticias,  pocos operadores en el mercado y movimientos erráticos en los índices.  Y sin embargo, el S&P 500 y el Russell 2000 han vuelto a marcar máximos históricos cuando se cumple el ciclo alcista más largo de la historia. Un ciclo que ha  durado 3.453 días – o nueve años, cinco meses y trece días – sin una corrección de más de un 20%.  Nadie lo esperaba, recuerdan los expertos de Vontobel, cuando el 9 de marzo de 2009 tocaba en los 666 puntos el mínimo. La pregunta ahora es si la tendencia se podrá mantener en un entorno de subidas de tipos de interés por parte de la FED y sin saber el alcance de la guerra arancelaria que mantiene Trump contra todos sus socios comerciales.

 

Esta semana precisamente se han publicado tanto las Actas de la FED como las del BCE al tiempo que, tanto Powell como Draghi, han hablado en el Simposio de Jackson Hole (Wyoming) . En lo que respecta a Estados Unidos, el organismo reconoció que puede ser momento apropiado para una nueva subida de tipos en un futuro muy próximo y algunos miembros consideran que los precios de los activos se mantienen en niveles elevados, aunque los préstamos al sector empresarial avanzan correctamente.  La FED ha rebajado la expectativa de subida de inflación para 2018  mientras que señala al sector inmobiliario, la salud de los emergentes y el comercio como factores de incertidumbre.

Pocos cambios en lo que respecta a las Actas del BCE aunque con un poco de presión por parte del Presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, aludiendo a que el BCE debería retirar las compras mensuales de bonos viendo que la inflación está en el objetivo de la entidad  monetaria. El organismo que preside Mario Draghi reconocía en las Actas de su última reunión que el proteccionismo y la amenaza de una guerra comercial global son los mayores riesgos para la economía de la zona euro, pero el crecimiento por ahora sigue firmemente en el sendero visto anteriormente, concluyeron el mes pasado los miembros del Banco Central Europeo (BCE). En una reunión con pocos o ningún desacuerdo, los responsables de definir el tipo de interés compartieron la opinión de que el bloque estaba funcionando como se esperaba, por lo que no era necesario modificar la política monetaria, mostraron el jueves las actas de la reunión del 26 de julio.

Más allá de estas Actas, lo realmente importante está en lo que tengan que decir los mandatarios de estos bancos centrales en Jackson Hole  en un momento en que está en ciernes  una crisis en los emergentes  de la que, lo que hemos visto en Turquía, podría ser el primer aviso y las continuas amenazas entre China y EEUU.

De hecho, si durante la primera parte de la semana los mercados habían descontado de forma optimista el acercamiento entre EEUU y China,  previendo que ambas regiones  podrían sentar las bases de un acuerdo que se materializaría en septiembre, las declaraciones de Trump sobre la “especulación” que había hecho China de su divisa para afrontar los aranceles y confirmar que no esperaba nada hizo que los mercados desecharan cualquier expectativa de acuerdo comercial. No tardaron en llegar nuevos aranceles y ayer ambas partes implementaron tasas del 25% sobre los bienes del otro por valor de 16.000 millones.

Es quizás este el factor al que alude la mayor parte de los expertos como algo que podría interrumpir la actual situación del mercado con unas implicaciones que incluso podrían adelantar la caída en recesión se las principales economías del mundo.

En el plano empresarial, la atención esta semana ha seguido puesta sobre Atlantia y las decisiones del gobierno italiano sobre la concesionaria de autopistas. Con voces desde el seno del gobierno y la oposición de la “nacionalización” de las autopistas, algo que ayer el Viceprimer ministro descartaba. Al menos por el momento. La cotización de Atlantia no ha parado de perder posiciones desde que, el pasado 13 de agosto,  se derrumbara un puente en Génova dejando más de 40 muertos. La compañía, tal y como informamos en La bolsa hoy, estaría estudiando el impacto que tendrá en sus acciones y bonos cualquier decisión por parte del gobierno italiano, especialmente la revocación de la concesión.

 

En el mercado español, BBVA firmó ayer su tercera jornada de subidas después de haber perdido más de un 11% desde que saltaran las alertas por la crisis de Turquía. (Ver: ¿Hasta dónde puede caer BBVA si pierde el soporte de los 5 euros?) Las palabras de las distintas agencias de rating, como Moody´s y DRBS, confiando en que la situación no tendría gran impacto en las cuentas de la entidad y que estaba controlado, dio algo más de tranquilidad a los inversores que, en solo dos días, han llevado a la entidad hasta los XX euros. (Ver: Las acciones del Ibex que mejor aguantan el desplome de la lira