¿Cómo ha empezado el año en los mercados emergentes de renta fija y qué puede esperarse en 2023?
Los mercados de renta fija han empezado el año de una forma un poco especial. Durante enero nos encontramos que, a nivel emergente, no había demasiada liquidez en un entorno en el que las expectativas de que la Fed no iba a subir tipos (o al menos no con tanta velocidad), ya fuese porque la inflación no llegaría a los niveles esperados o potencialmente hubiese un soft landing en la economía, terminó haciendo que la curva base de los bonos en dólares, que son los bonos americanos, en nivel de rendimiento terminara siguiendo hacia abajo implicando, por ese lado, un aumento de precios. Al encontrarse además que había una gran demanda con no demasiada liquidez, muchos de los bonos emergentes se encontraron además con un estrechamiento a nivel de diferenciales. Esto terminó en que durante el mes de enero los movimientos de precio a nivel de los bonos de mercados emergentes fuese extremadamente positivo. Una vez entrado en febrero, a medida que se iba revelando datos de la economía americana y las expectativas de inflación, entre otros, el mercado se percató de que seguramente habrían más subidas de tipos o que no se empezaría a cambiar el ciclo de subidas por bajadas hasta más adelante, dando lugar a un aumento de los rendimientos de los bonos del tesoro, una bajada ya por valoración de los precios de los bonos en dólares en general y, en el caso de los mercados emergentes, del mismo modo que no había habido mucha liquidez en el momento de compra y aceleró el movimiento arriba, en ese momento aceleró el movimiento a la baja, dando como resultado global que a finales de febrero terminase siendo aproximadamente flat o habiendo hecho una corrección de los movimientos extraordinariamente fuertes del mes de enero.
Dicho esto, debido a que precisamente esta corrección ha vuelto a dejar la yield de la mayoría de los bonos a los niveles de principio de año, vuelve a hacer que tengamos una perspectiva muy positiva respecto a este año, puesto que esta yield, junto al carry que implica a nivel de los bonos, hará que a medida que pase el tiempo los inversores puedan ir cristalizando ganancias a través de cupones y de rendimientos a medida que se vayan acercando el vencimiento de los bonos. Esto dará también como resultado que seguramente de aquí a final de año el escenario más probable es que se gane dinero con los bonos de mercados emergentes.
¿Sectores y compañías que os parecen interesantes?
En el año anterior nos encontramos que algunas compañías habían tenido resultados extraordinarios en parte, y sobre todo, porque la guerra de Ucrania tuvo una importante implicación en el alza del precio de las materias primas. Estos resultados quizá no eran tan sostenibles y empezamos a encontrarnos ciertas correcciones y revisiones a la baja a niveles de beneficios esperados ahora en el futuro. Pero, sin embargo, dado que muchas compañías habían aprovechado los años de tipos bajos para mejorar muchísimo su perfil de deuda o incluso en algunos casos reducirlo, nos hace estar positivos a pesar de que potencialmente hay en algunos eventos que no los sean tanto. Uno de los sectores por ejemplo que nos parece muy interesante y digno de observar es el sector de la proteína en Brasil que, a pesar de que los últimos resultados del cuarto trimestre no han sido tan buenos como se esperaban, creemos que bastantes de las compañías tienen un perfil de balance y de vencimiento de deuda que hacen que la tesis que se debería tener dentro de la renta fija sea suficientemente positiva como para que el nivel de retorno absoluto que están presentando los bonos sea muy atractivo.
¿Países o regiones que destacan o que a priori puedan destacar este año?
Creemos que potencialmente hay tres países que podrían destacar de forma bastante relevante. Por un lado, tenemos a México donde hay compañías de excedentes y la situación es más o menos estable y ahora podría ser una gran oportunidad a nivel del binomio rentabilidad-riesgo también sobre todo potenciado muchísimo por la calidad de los compañías. De forma un poquito más oportunística también vemos Brasil, donde los últimos eventos políticos han hecho que los precios en muchos de los bonos bajasen, lo que implicaría que ahora los inversores tienen oportunidades para entrar con unas yields absolutas muy altas, a compañías de alta calidad que no tienen por qué terminar estando afectadas por los eventos políticos del país. Y quizá también de forma relacionada nos encontraríamos a Turquía, donde ahí los eventos políticos no han sucedido sino que aún están por suceder, pero la calidad de algunas compañías es tan extraordinariamente elevada que nos podría permitir continuar con unas tesis de inversión muy fuertes en bastantes empresas, siempre y cuando seamos selectivos porque independientemente del escenario deberían poder continuar de forma funcional sin ningún tipo de problemas.