Esta semana conoceremos la tasa de desempleo en EEUU que se sitúa en el 3,9% pero parece que podría bajar al 3,8%...
Siempre es de los datos que más seguimos, la verdad es que el desempleo está bajo. Hay otros datos que también seguimos como es el desempleo U6, que mide la gente que no está activamente buscando trabajo, y es un poco más alto aunque está bajando a un ritmo más alto que la tasa de paro general que comentas y eso muestra un poco que el mercado laboral se está apretando un poco y hay menos oferta laboral disponible. La inflación laboral llegó al 2,9% el mes pasado y es algo que vigilamos de cerca porque puede tener un impacto en la inflación general y en definitiva en otros mercados como los bono, cuánto pagan los emergentes por su deuda, la bolsa… Otro dato que me gustaría destacar es el intercambio comercial, ya que el déficit comercial ha llegado casi a niveles históricos, que al final es el reflejo del crecimiento y del consumo de los estadounidenses y al final hay más importaciones.
El presidente Trump siempre repite que hay crear más empleo para los estadounidenses, aunque las cifras son muy buenas. ¿Es un poco contradictorio, no?
Hoy en día EEUU está creando más empleo de lo que crece la población, y está en niveles muy bajos por lo que eventualmente esto debería crear algo de inflación, aunque todavía no ha llegado. El riesgo es que si Trump sigue empujando con bajadas de impuestos y aumento del gasto público cuando no haría falta puede generar inflación, algo que ya ha pasado en otros países.
La Reserva Federal subió los tipos de interés la semana pasada por encima del 2% por primera vez desde el estallido de la crisis...
El presidente de la Fed, Jerome Powell, no sorprendió mucho y cambió algunas frases que usa la Fed, pero el alza de tipos era esperado, ya que casi no tuvo impacto en los mercados.
Y parece que en diciembre habrá otra subida de tipos de interés, aunque a Donald Trump no le gusta...
Eso me preocupa un poco más, porque la Reserva Federal debería ser independiente y nos tenemos que ir hasta Richard Nixon para ver a un presidente opinar sobre las decisiones de la Fed. Cuatro subidas en 2018 sigue siendo un ritmo bastante lento, del 2004 al 2006 hubo ocho subidas anuales y en los años 90 todavía había más y era todavía menos previsible. Pero es algo que no nos preocupa y si afloja el ritmo la Fed es que la economía irá peor.
También conocimos la tercera revisión del PIB estadounidense, que muestra un crecimiento interanual del 4,2%, su mayor alza desde 2014...
El número no sorprendió porque se situó en línea con la segunda revisión, pero de nuevo el PIB está creciendo a tasas altas en parte por el estímulo fiscal. En el mandato de Obama el Gobierno apostó por subir impuestos y reducir el gasto.
La confianza del consumidor sigue en máximos de 18 años, Donald Trump se queja mucho pero parece que las cosas van bien… incluso habló en la Asamblea General de la ONU de lo bien que va la economía de EEUU.
Estamos viendo una política procíclica, porque la economía de EEUU ya iba bien antes de estas reformas pero lo que estamos viendo con estas políticas es que el déficit fiscal y el déficit comercial están subiendo… y en definitiva, cuando llegue una recesión, porque en algún momento va a llegar aunque no sabemos cuando, el Gobierno estará menos preparado para contrarrestar el menor crecimiento, ya que en el 2000 y en el 2008 que Gobierno tuvo un comportamiento bastante agresivo.
En el mercado de materias primas no veíamos al petróleo tan alto desde 2014, con el Brent en los 82 dólares y el West Texas cerca de los 72 dólares…
Esto es algo bueno para los productores de petróleo, en EEUU para los consumidores es algo menos bueno pero las petroleras locales deberían beneficiarse de estos precios. Creemos que el precio del petróleo va a seguir creciendo porque los niveles de producción de EEUU, que ha crecido mucho en los últimos años, hay cierta preocupación porque el ritmo de crecimiento no va a poder seguir porque es producción no convencional, el fracking o el shale, y requiere mucha inversión inicial, con caídas del 25%, y las empresas no tienen las ganancias suficientes como para mantener las inversiones que requiere. Además también se suma los problemas con Irán y el colapso de la producción en Venezuela, que ha llegado a producir tres millones de barriles al año, a principio de año estaba en los dos millones y a final de año se estima que se reduzca hasta el millón de barriles.
¿Por qué no tiene reserva o por qué conforme está el país?
Porque conforme está el país, no hay inversión, la economía está colapsada, con la compañía estatal PDVSA sin recursos y no hay inversión extranjera por las sanciones que pesan sobre el país y en definitiva sobre el mercado del petróleo.
Donald Trump le ha dicho a los productores de Oriente Medio que no suban los precios, ¿hasta dónde crees que pueden llegar los precios a final de año?
La oferta parece que está más restringida de lo que esperábamos y si la demanda sigue como está, bastante bien, puede que los precios suban más.
¿Cómo ve la situación en Brasil con las elecciones y en Argentina después del último acuerdo con el FMI?
En Brasil tenemos el 7 de octubre la primera ronda de las elecciones y es probable que tengamos una segunda ronda el 28 de octubre. Los dos candidatos que están liderando las encuestas son Fernando Haddad del Partido de los Trabajadores (PT), el partido de Lula da Silva y Dilma Rousseff, y aunque el partido es de izquierdas, Haddad parece que es algo más moderado y Jair Bolsonaro es un extremista de derechas, anhela las dictaduras de Latinoamérica y no es partidario de que el Estado tenga mayor control sobre los militares y del lado económico no sabemos que propone. En Brasil hay un problema con la corrupción, tanto el PT como el PSL han tenido problemas de corrupción con Petrobras. Ninguno de los candidatos convence.
En cuanto al acuerdo entre Argentina y el FMI con cambios respecto al primer acuerdo para que no haya duda de la capacidad de pago de Argentina y han cambiado el esquema monetario para que haya más certidumbre.