Hacienda llama a nuestra puerta cada año y lo hará de facto en el mes de abril con el comienzo de la Campaña de la Renta 2021. No se trata de ser un fiscalista, pero igual que queremos conocer todos los entresijos del trading, miramos las cotizaciones durante toda la sesión y queremos estar al día de lo que ganan o pierden nuestras acciones antes de recoger los beneficios o de poner un stop y dar por finalizada una inversión, lo más adecuado también es saber cuánto nos supone, en la renta variable, la fiscalidad de las acciones.

Fundamental por dos razones. La primera es que, de esa forma, cuando hagamos nuestros cálculos sobre el rendimiento que esperamos de una compañía, tengamos en cuenta todos los gastos añadidos, cánones de los intermediarios incluidos.

La segunda es que es una manera sencilla y práctica de mantener al día nuestras finanzas de cara a realizar la declaración de IRPF. Si cuando termina un año tenemos claro ya cuál es nuestro saldo en plusvalías o minusvalías de las operaciones bursátiles en renta variable que tenemos, nos olvidamos ya, de cara a la Campaña de la Renta con los deberes hechos.

Dicho esto, lo primero que hemos de saber es que las acciones de 57 compañías cotizadas en la bolsa española tienen un gravamen inicial y nuevo, desde el pasado año. Hablamos del Impuesto sobre Transacciones Financieras, conocido popularmente como la “tasa Tobin” que grava las operaciones de compra de acciones con un 0,2% del total de la operación, a todas aquellas empresas cuya capitalización bursátil supere los 1.000 millones de euros.

Eso incluye por supuesto todas las del Ibex y algunas más del Mercado Continuo. Entre los valores que han entrado en la lista nos encontramos con Metrovacesa, Cementos Molins, Aedas Homes y también con Acciona Energías Renovables y la aseguradora Línea Directa. 

Y la retención la realiza Hacienda en el mismo instante en el que se compran las acciones, por lo que, no tendrá que preocuparse por comunicarlo, es inmediato y por defecto. Pero sí es importante para sus cuentas personales junto con las comisiones por la compra de las acciones a las que habrá que sumar también las de venta, de cara a las plusvalías. Es decir, para saber exactamente cuánto ganamos o perdemos en caso de venta posterior a la baja con nuestras acciones.

Con posterioridad cuando vendamos nuestras acciones y hayamos, pensemos en positivo, elevado la rentabilidad de nuestra inversión y ganado un dinero con los títulos de una determinada compañía, ese montante, tributará de la siguiente forma, a los que se resta eso sí los gastos de administración y también las comisiones de custodia. Y se producirá en función de la plusvalía que hayamos obtenido.

Hasta 6.000 euros de beneficio, el tipo a aplicar es del 19%, de 6.000 a 50.000 es del 21%, desde 50.000 euros hasta 200.000, el tipo de interés a aplicar será del 23% y si sobrepasa esa cantidad alcanzará el 26%. Por supuesto en el mismo año se pueden compensar pérdidas y ganancias para equilibrarse e incluso para que paguemos menos a Hacienda. La parte positiva es que, si obtenemos en un año minusvalías, se pueden compensar durante los cuatro años siguientes.

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