-A pesar de la situación que vivimos, 2020 se perfila como un gran año para Rovi. Si tuviera que decir tres catalizadores de la compañía, ¿cuáles serían?
La fortaleza de Rovi radica en que tiene diferentes catalizadores, que le dan robustez y momentum en el corto plazo, que es sin duda nuestro negocio de heparinas de bajo peso molecular, como Bemiparina y Enoxaparina. En el medio plazo tenemos la vacuna de Moderna que, ojalá se desarrolle pronto y, muy cerca, sin llegar al largo plazo, tenemos la aprobación de Doria para nuestro producto para la esquizofrenia, el risperidona, Europa y Estados Unidos, donde vamos a hacer el submission del dossier en las próximas fechas. Por lo tanto, en Europa y Estados Unidos, en el próximo año o año y medio, estaremos a punto de lanzar un fármaco muy importante.
-Las heparinas siguen a la cabeza del volumen de las ventas. Además, si tenemos en cuenta que están construyendo una nueva planta de heparina en Escúzar, prevén que sigan creciendo. ¿Cuáles son las previsiones de aumento en la demanda de este producto y qué capacidad de producción tendrá la nueva planta?
Es sin duda el negocio principal de Rovi. Son productos biológicos, con convencimientos de patente ya producidos, salvo algún caso, con el que no hay competencia y con altas barreras de entrada. Estamos apostando por convertirnos en líderes, ya no solo en España y Europa, donde ya lo somos, sino a nivel mundial.
De ahí las decisiones de ampliar la capacidad productiva, ya que el sector farmacéutico necesita, por regulación y validaciones, mucho tiempo desde que algo se empieza a fabricar hasta que entra en rutina productiva.
Aquí doblamos nuestra capacidad de producción con la nueva planta de Escúzar y esperamos que en los próximos años la demanda de nuestros productos, ya que el mercado de las heparinas es de 2.500 millones de dólares a nivel mundial y Rovi tiene unas ventas de 200 millones de euros, siga creciendo.
-En los resultados de estos nueve primeros meses del año, el acuerdo con Moderna no refleja ingreso alguno en las cuentas de Rovi. ¿Cuándo y qué importe prevén empezar a registrar en concepto de este acuerdo?
Las buenas noticias con respecto a Moderna es que, independientemente del éxito en el resultado de la vacuna que está a punto de desvelar, Rovi ya está conectando trabajos con la biotecnológica que son cuantiosos. Si la vacuna no llega a buen puerto no van a ser tremendamente materiales pero sí significativos para el año. Esperamos empezar a facturar o devengar ingresos en este último trimestre del año cantidades más pequeñas y el año que viene, en el primer semestre, independientemente de la producción en rutina de la vacuna, facturaremos todos estos trabajos que estamos realizando. Devengaremos ese ingreso en los primeros seis meses del año.
Respecto al importe, no estamos dando ese guidance porque no podemos hacer públicos muchos datos de Moderna, ya que es una compañía cotizada, pero estamos trabajando y vamos a dar esos ingresos, en el primer semestre y en el último trimestre del año, cuantiosos por todos estos trabajos que llevamos de transferencia tecnológica, que son importantes pero no materiales a nivel de compañía, no es el gran grueso que esperaríamos si se aprueba la vacuna y podemos empezar a fabricar a finales del trimestre.
Si se empieza a fabricar en rutina, esperamos hacer muchos millones de dosis este primer año y ojalá posteriormente. Estos serían unos ingresos tremendamente significativos para la compañía.
-Doria podría ser otra de las llaves de Rovi. ¿Qué previsiones de ingresos tienen de este medicamento una vez aprobada su comercialización en EU y EEUU?
Es una noticia que quiero resaltar. Ojalá sea el medicamento aprobado tanto en Europa como en Estados Unidos. Sería trascendental para la compañía porque sería un producto muy importante y sería el primer producto de nuestra plataforma ISM, una plataforma de medicamentos inyectables de larga duración y daría esa capacidad para valorar esta tecnología y poder tener más productos en un futuro.
Si se produce la aprobación del producto, el mercado de esquizofrenia farmacéutico es muy grande, hablamos de un mercado mundial próximo a los 10 billions de dólares americanos, es decir, 10.000 millones de dólares. El área de inyectables de larga duración, como es nuestro producto, es la principal parte de este mercado con ventas superiores a los 5.000 millones de dólares, y creciendo a doble dígito en los últimos años, con precios muy atractivos. Esto los convierte en fármacos de alto valor.
A Rovi no le gusta hacer guidance de ventas a largo plazo pero podemos conseguir una cuota de mercado de un 5, 10 o 15% en un mercado de 5.000 millones de dólares. Hablamos de unas cifras tremendamente relevantes, una transformación de compañía y una generación de beneficios exponencial.
-La deuda neta también ha crecido en esos nueve meses de 2020. De hecho, se ha multiplicado por más de dos si tenemos en cuenta los datos de cierre de diciembre de 2019…
Se ha multiplicado si lo vemos en valores absolutos. En términos relativos, el peso de la deuda con respecto a nuestro balance y nuestra generación de ingresos y rentabilidad, sigue siendo una deuda neta muy baja. La deuda neta fue alrededor de 38 millones de euros a 30 de septiembre y, en esa fecha, nuestro Ebidta estaba cerca de los 70 millones de euros.
Esto quiere decir que con 9 meses de generación de beneficios cubrimos dos veces la deuda. Si nos vamos al año, esa deuda es todavía más baja, con lo cual hay que resaltar que el crecimiento de la compañía este año es de un 12% a nueve meses; el año pasado crecimos un 20%, todo lo estamos haciendo con un crecimiento orgánico, con un balance muy fuerte, con un pequeño crecimiento de la deuda. Eso es una de las grandes fortalezas de Rovi.
-La acción de Rovi se encuentra en nuevos máximos históricos. Cada vez hay más interés en entrar en la compañía. ¿La familia López-Belmonte se plantea hacer algún tipo de desinversión para dar entrada a nuevos minoristas?
La familia López-Belmonte, como suele ser en estas relaciones de tantos años, quiere lo mejor para la compañía. Hace dos años, lo mejor para la compañía fue hacer una ampliación de capital por dar entrada a más inversores, la familia decidió no acudir, por el deseo que nos llegaba del mercado de aumentar la liquidez y de tener esa financiación que, en ese momento, considerábamos necesaria.
La familia se diluyó, la compañía cogió dinero y volvería a hacer lo mismo si es lo que necesita. Si creemos que lo mejor es una venta, lo haríamos y, si es una compra de otra compañía, también. Son muchos años gestionando Rovi y la familia hará lo mejor para la empresa que, seguramente, será en consecuencia lo mejor para nosotros mismos. No tenemos ningún plan pero cuando Rovi tenga una necesidad la familia será el mayor soporte, como siempre.