Con el mundo pendiente del coronavirus, el estallido de la pandemia ha puesto de manifiesto la importancia de la inversión en sanidad. ¿Qué comportamiento esperáis de esta megatendencia en los próximos años?
Esperamos un comportamiento positivo en el sector porque hay cinco motores que empujan a la generación de rentabilidad en él. El primero es el envejecimiento de la población. El gasto en salud se multiplica a partir de los 60 años. Según nuestras previsiones y los cálculos de la OMS, el número de personas mayor a 60 años se va a multiplicar por dos de aquí a 2050. Vemos también un crecimiento de la clase media en los países emergentes, donde el gasto en salud de los países emergentes es muy inferior al de los desarrollados. El crecimiento del PIB de un país está muy relacionado con el gasto en salud. En China el gasto en salud es 17 veces inferior al de EEUU. Ahí vemos un crecimiento en el largo plazo muy importante. El ADN de este sector es la innovación, no solo en fármacos, también en tecnología médica, inteligencia artificial o en datos. Todas estas innovaciones van a provocar una mayor eficacia en los tratamientos, pero también está muy ligado a la capacidad de fijar precios que tienen las empresas. Con estas nuevas evoluciones las empresas se ven protegidas por las patentes, patentes que pueden explotar durante unos diez años. Esto también está relacionado con los movimientos corporativos, fusiones y adquisiciones dentro del sector. Incluso en un año como este, hemos vivido un año muy activo en fusiones y adquisiciones. Con todo esto, vemos que hay unas revisiones muy buenas para el sector en los próximos años.
¿Qué áreas presentan las mejores previsiones y oportunidades de inversión?
Sobre todo, el área de innovación. Todo lo que es tecnología médica y fármacos novedosos, aquellos que las empresas tienen la capacidad de fijar precios y que provocarán una mejora en los tratamientos y la calidad de vida de los pacientes.
Contáis con el Candriam Equities L Oncology Impact, ¿cómo está gestionado el fondo y cuál es su universo inversor?
En el Candriam Equities L Oncology Impact invertimos en cualquier empresa que aporte una mejora al tratamiento de la enfermedad del cáncer. Esta mejora se puede dar bien por los fármacos, la tecnología médica o los equipamientos de diagnósticos. Es un fondo muy amplio que abarca cualquier empresa que contribuya a la lucha contra el cáncer. Lo lanzamos porque vimos que el cáncer es la segunda causa de muerte en el mundo y la primera en muchos países desarrollados. Queríamos buscar las empresas que tienen un impacto positivo en la lucha contra la enfermedad. Quisimos darle un enfoque social y lo que hacemos es contribuir a más investigación a través de las donaciones que hace Candriam de un porcentaje de la comisión de gestión de a mayor investigación. Lo hacemos a través de distintas asociaciones a nivel local, donde vemos que se necesita seguir invirtiendo e innovando. El enfoque del fondo es de inversión financiera a las empresas y el apoyo que damos a la mayor investigación a través de asociaciones sin ánimo de lucro.
Batiendo al índice de referencia en lo que va de año, el fondo cuenta con exposición a algunas empresas que desarrollan vacunas contra el coronavirus. ¿Cómo han afectado al fondo las últimas noticias conocidas?
Positivamente. Tanto el fondo de biotecnología como de oncología invierte en empresas que están a la vez desarrollando o bien diagnósticos, pruebas o vacunas que también están enfocadas en el covid.19. Con lo cual, todo el desarrollo que ha habido en estas empresas ha afectado muy positivamente al fondo. Creemos que así va a seguir siendo porque todavía hay mucho que ver y muchas noticias que esperamos en desarrollo tanto para vacunas como para tratamiento.
Por otro lado, contáis con el Candriam Equities L Biotechnology, con un enfoque bottom-up, ¿qué diferencia a este fondo de sus competidores?
La diferencia del Candriam Equities L Biotechnology frente a los competidores es el equipo que tenemos, un equipo que lleva veinte años gestionando biotecnología. Un equipo que tiene una formación académica enfocada a la medicina. La mayoría de nuestros analistas son doctores en biotecnología, doctores en medicina molecular y son ellos los que analizan diariamente los datos clínicos de las empresas. Le damos un enfoque hacia los resultados clínicos de las empresas y menos a los resultados financieros. Mucha de las empresas en las que invertimos, a día de hoy, no están presentado resultados financieros, no son rentables. Creemos que ahí hay que hacer el mayor esfuerzo. Por eso tenemos empresas de gran capitalización, que son un poco las más estables de la cartera, pero buscamos mucho esas empresas medianas y pequeñas que están en desarrollo de los nuevos medicamentos y que son las que nos van a aportar el alfa del fondo.
En ambos fondos, la presencia de grandes compañías y la exposición al dólar son bastante elevadas, ¿son las grandes compañías estadounidenses las más interesantes para invertir?
Si hablamos del sector salud, en gran medida hablamos de EEUU. Las empresas más innovadoras y donde más dinero se invierte en investigación es en EEUU. En el sector salud podríamos hablar de un 68%/70% del sector está en EU. Si hablamos de biotecnología es más todavía, porque son empresas que necesitan esa inversión privada o publica y que por desgracia en Europa o en el resto de países es mucho más pequeña. Es verdad que EEUU es pionero en salud y marca un poco el paso al resto de países a la hora de innovar en salud.
El horizonte de inversión del Candriam Equities L Biotechnology es de seis años. ¿La inversión en este tipo de compañías o sectores debe hacerse pensando en el medio o largo plazo?
Cualquier inversión en renta variable debe pensarse en el medio y largo plazo. Todavía más en un sector como el de biotecnología, un sector en el que existe la volatilidad y donde el resultado de las empresas está muy relacionado con los datos clínicos y con movimientos corporativos, con lo cual, perderse cinco o seis días en un año puede ser muy relevante.