Sólo el activo de Avis otorgó a Karthik Sarma socio principal, desde su fundación, en 2006, de SRS Investment Management, el papel de activo estratégico de la firma con sede en Nueva York, al subir un 456%. Sarma no responde al estereotipo de gestor de larga y cultivada fama. Continúa viviendo en su barrio de clase media de Nueva Jersey, con su hermana y su familia. Pese a que su firma de inversión muestre uno de los más robustos libros contables del sector en la capital financiera estadounidense. Tampoco es un gestor al uso. No le importa apostar a un solo activo si la ocasión lo requiere y suele huir de la excesiva diversificación de las carteras de capital. 2021 le ha deparado bonanza. Sarma, aún sin llegar a los 50 años, ha obtenido mayores ingresos per cápita que la de dos emblemáticos hedge funds, el de Ken Griffin (Citadel) y el de Chris Hohn, de ADN británico (TCI), perfilando alrededor del 50% de sus activos en plazas bursátiles y swaps en sus portfolios a Avis. Una estrategia que le reportó personalmente 3.000 millones de dólares, tal y como revela el Índice de Milmillonarios de Bloomberg. SRS logró en conjunto 8.000 millones de beneficios corporativos, frente a los algo más de 40.000 del resto del top-15.
De hecho, el fondo de Chase Coleman, antiguo jefe de Sarma, se ha quedado fuera del ranking porque su hedge fund fue pasto de las turbulencias de los mercados en los dos últimos meses del año. Y, aunque ha salido del torbellino, relativamente airoso, aún se mantiene por debajo de las ratios de beneficios previstas y a un ritmo lento de ingresos, tras una fase de replanteamiento de sus carteras de inversión. De igual modo, han desaparecido de la clasificación otros con gran tradición como Viking Global Investor de Andreas Halvorsen o Melvin Capital de Gabe Plotkin, que fueron los que más pérdidas anuales registraron en 2021. La primera, por su clara apuesta en el affaire GameStop, y la segunda, por no haber ajustado sus cinturones de seguridad tras un periodo de infravaloración del impacto de la pandemia sobre sus portfolios.
Dentro de un ejercicio complejo. Con altas índices de preocupación que se concentraron sobre las presiones inflacionistas y los cambios en las políticas monetarias, que repercutieron antes de lo previsto sobre los mercados de capitales y de bonos y han acabado ensombreciendo el clima macroeconómico. A esta conjunción de acontecimientos se debe también la caída de beneficios de Element Capital, fundado por Jeff Talpins, que tuvo en 2020 su año estelar, liderando el top-15, en el que se obtuvieron unos ingresos combinados de todos ellos de 23.000 millones. Si bien otros como Senvest que hicieron 123 millones en enero de 2021, en plena ebullición GameStop, con alzas mensuales del 1.625% se apagaron sin remedio con el paso del año.
Netflix fue otro de los activos habituales que produjo altas rentabilidades y retornos a las firmas. Uno de los elegidos por Sarma, que le viene dando beneficios, según consta en su contabilidad, desde 2007.
Sin embargo, el más rentable del año ha sido TCI Fund Management, hedge fund de Chris Hohn, como ya lo hiciera en 2020. Al que le siguen en el pódium Citadel y DE Shaw. El primero, al dar unas ganancias a sus clientes de 9.500 millones el pasado año y acumular, desde su creación, en 2004, más de 36.500 millones. Citadel obtuvo 8.200 millones anuales tras superar los 50.000 desde su nacimiento, en 1990. Mientras DE Shaw repartió premios por valor de 6.400 millones entre sus inversores y atesorar 42.400 millones desde 1989. La industria, según datos de la firma de investigación de mercados LCH Investments, rebasó los 176.000 millones de dólares, cantidad similar al PIB de Ucrania o de Hungría.
“Aunque los hedge funds no han sido los más exitosos ni rentables de la pasada década, pueden llegar a ser un vehículo inversor imprescindible para abordar los cambios de paradigma digitales y de sostenibilidad, así como sus efectos sobre los mercados que ya están en marcha y los que se avecinan”, avisa Rick Sopher, presidente de LCH Investments en un sumario que acompaña al informe de valoración anual de su compañía. “Las plazas bursátiles están en valores elevados y los mercados de bonos, en precario, así que los riesgos de acciones tradicionales e inversores de bonos van a perder dinero en el futuro”, matiza.
El fondo de Hohn ha marcado su decimotercer registro anual consecutivos de beneficios, con un 23,3% de rentabilidad acumulada. Frente al 26% de Citadel.
El top ten de hedge funds más rentables superaron los 3.000 millones de dólares. Millennium, Elliott, Bridgewater, Baupost, Farallon, Third Point y Egerton rebasaron este listón de ganancias anuales en 2021.