Además, ironiza afirmando que “durante los ocho años que estuvo al mando de la mayor economía del mundo, el salario de Bernanke fue de 200.000 dólares. Ahora, consigue esa cantidad en pocas horas, hablando con banqueros, millonarios y líderes de la industria. Tan sólo este año, ganará millones de dólares hablando en eventos”.
Las críticas se dirigen hacia Bernanke y hacia todo el sistema: “Bernanke ha seguido el camino de su predecesor, Alan Greenspan, y otros políticos de Washington. En el circuito de conferencias, ha puesto un pie en la puerta giratoria entre Washington y Wall Street, siendo pagado por las firmas financieras pero no siendo empleado por ninguna”.