Hemos tenido retornos bastante buenos en las clases de activos tradicionales durante los últimos 10, 20, 30 años. Una combinación simple de deuda y renta variable ha funcionado muy bien para los inversores y una gran parte de esto ha venido del rendimiento de la deuda soberana, que parcialmente ha estado impulsada por los QE y políticas monetarias acomodaticias de los bancos centrales. Esto parece estar llegando a su fin y por ello creemos que la deuda soberana por ejemplo dejará de ofrecer el mismo retorno en el futuro que ha tenido en el pasado, por lo que existe un riesgo en el mercado al querer tener los mismos retornos en el futuro. Lo mismo aplica a la renta variable, se ha estado comportando muy bien como resultado de los estímulos monetarios que hemos visto. En consecuencia, de cara al futuro, aunque nos sigue gustando la renta variable como clase de activo, dado que muchos mercados están subiendo, hemos adoptado un enfoque más diversificado para tratar de generar los retornos requeridos confiando menos en los tipos de activo tradicionales, que se han visto impulsados en parte por la acción de los bancos centrales.
¿Podría contarnos cuál es su enfoque de inversión en estos momentos?
¿Cómo accede a estos tipos de clases de activos?
Trabajamos en una organización como Aberdeen que es inmensa y que cuenta con numerosos recursos. Tenemos especialistas en diversos equipos de las principales clases de activo que proporcionan apoyo para analizar los mercados, nos aportan visiones sobre esos tipos de activo... También son capaces de gestionar algunos segmentos de la cartera para nosotros. Por ejemplo en los fondos multiactivo les asignamos capital para que lo gestionen para nosotros. Tenemos algunos vehículos especiales, por ejemplo en renta fija, lo que nos permite un acceso más fácil a mercados que no están regulados o son complicados en términos de acceso. Hacemos un gran uso de alternativos cotizados y de compañías de inversión en el Reino Unido. Es un mercado muy importante para nosotros porque nos permite acceder en un formato cotizado a lo que de otra manera sería una clase de activo ilíquida. De esta forma, podemos invertir directamente en valores, en los que podemos entrar y salir, sin la que clase de activo subyacente tenga que ser comprada o vendida. Es enormemente importante para nosotros conseguir esta exposición a una amplia gama de clases de activos.
Las perspectivas de inflación han cambiado. ¿Está de acuerdo con otros gestores que ven más interesante la inversión en bonos de grado de inversión ahora?
El entorno macroeconómico es algo a lo que prestamos atención y, como he dicho, tenemos equipos de estrategas y economistas que nos ayudan a formar una visión de elementos como la inflación. En concreto, en relación con la deuda con grado de inversión, normalmente no constituye la parte central de nuestras carteras; en este momento no tenemos exposición ni a la deuda con grado de inversión ni a la renta fija soberana. No creemos que los retornos que están ofreciendo los bonos con grado de inversión compitan con los de otros tipos de activo que vemos más atractivos en otros lugares, como la deuda de mercados emergentes o infraestructuras.
¿Invierte por países? ¿En qué regiones ve más interesante invertir en estos momentos?
No invertimos con una perspectiva regional, nos centramos en las inversiones subyacentes y la selección regional es el resultado de esto. En el segmento de renta variable, ponemos en práctica una estrategia mejorada de baja volatilidad ejecutada por nuestros equipos Quant de renta variable y el objetivo es superar al MSCI World Index en el medio y largo plazo. Así que hay un poco de selección regional como consecuencia de esto, pero no está motivada por nuestra visión de los mercados regionales.