Dicen que tras la tempestad llega la calma. Y parece que algo de calma llega hoy a los títulos de Credit Suisse. Tras la fuerte caída registrada ayer por la entidad, y que llevaron a sus títulos a registrar mínimos históricos, hoy las acciones rebotan con fuerza y, al ritmo del 4%, se instalan sobre los 4,12 euros. 

Evolución de la cotización de Credit Suisse. Fuente: Reuters

Para Pablo García, director de Divacons Alphavalue estas subidas en la cotización podrían deberse a  que alguien está aguantando el valor pues la situación del banco sigue siendo muy complicada y los CDS se han llegado a multiplicar por seis con respecto al nivel en el que empezaban el año. "Lo extraño es que hemos tenido una entrada de dinero, a saber quién está soportando el título, cuando los seguros frente a impago están todavía manteniéndose en niveles muy elevados". La situación sigue siendo complicada, tal y como ha comentado el propio presidente de la entidad, aunque "es cierto que los ratios de solvencia son elevados en el sector, estamos viendo incrementos en los márgenes de intermediación y estos episodios de volatilidad pueden ser muy negativos". La solvencia de la entidad, dice García, se ha visto afectada por provisiones enormes con algunos problemas que ha tenido aunque todavía los niveles de Core Tier1 siguen siendo aceptables. 

Los CDS (el coste de asegurar su riesgo de impago) se mantienen en máximos históricos, en los 319 puntos, por encima incluso de los niveles de la crisis financiera de 2008. 

Evolución de los CDS a cinco años de Credit Suisse. Fuente: Bloomberg

El principal temor que se cierne sobre la entidad es cómo va a conseguir reestructurar su negocio sin aumentar su deuda. Una parte clave es la venta de activos, como el negocio de titulización de banca de inversión, lo que le evitaría ampliar capital para financiar el cambio de rumbo de la entidad. Pero es complicado que se ofrezca un buen precio en un momento de volatilidad máxima en los índices. Lo mismo ocurre con otros negocios a los que podría recurrir la entidad, como la gestión de activos o su unidad suiza.  "Siempre va a ser una reestructuración difícil", dijo Johann Scholtz, analista de renta variable de Morningstar en Reuters. "Pero lo que lo hace aún más difícil ahora es que ha aumentado los costes de financiación de forma drástica y la rentabilidad, que ya estaba bajo presión, está ahora aún más presionada". Los analistas de Jefferies aseguran que Credit Suisse sería un "vendedor forzado", lo que podría perjudicar el precio que obtiene por los activos. "La venta de activos generará capital pero reducirá la capacidad de generación de beneficios en el futuro", escribieron los analistas. "En general, creemos que la venta de activos por sí sola es poco probable que sea la solución al potencial problema de falta de capital". También preocupa la posibilidad de que se produzcan más salidas del negocio de banca privada, según escribieron los analistas de Citigroup en una nota a los clientes el lunes.

Desde varias casas de análisis creen que la necesidad de capital de Credit Suisse es de 4100 millones para su restructuración, una cifra que supone un 40% de su valor actual de mercado, que descendido a los 10.000 millones de euros.  

Con los CDS en estos niveles, ¿se está descontando riesgo de impago en Credit Suisse?

Con estas cifras vuelven a primera plana las dudas sobre el impago de uno de los mayores bancos suizos. Algo posible pero poco probable, dicen algunos analistas. Álvaro Climent, analista independiente reconoce que "la debilidad de uno de los llamados "too big to fail" generaría una tormenta financiera de alto riesgo en todo el mercado”.

Un experto que prefiere esperar a lo que diga la entidad el próximo día 27 de octubre, que será cuando presente sus planes de viabilidad y de renovación del negocio, su posición de liquidez y de solvencia. Como informó Bloomberg, Credit Suisse ha dicho a acreedores, clientes y reguladores en los últimos días que su ratio de capital clave del 13,5 por ciento sugiere que el balance del banco sigue siendo sólido. Y los diferenciales de CDS sobre su deuda, aunque elevados, deben verse en el contexto de una ampliación de los diferenciales de CDS en los mercados mundiales de bonos.

Climent asegura que hay demasiado miedo, en general, en los mercados de deuda y renta variable, así como en los de divisas y eso introduce una volatilidad extrema adicional a la que la situación geopolítica actual nos ha llevado. 

Y ¿si hubiera impago? Ignacio Cantos, director de inversiones de ATL Capital cree que tendría consecuencias graves “para toda la confianza en el sistema financiero a nivel global. En ese caso sería de gran importancia el proceso de liquidación. Si se realiza de manera ordenada el efecto, en ese caso, en los mercados sería limitado, aunque seguramente los mercados vivirían unos momentos de alta volatilidad que supondrían importantes recortes hasta que se comprobara la solidez del proceso de liquidación".
Dicen que no hay mal que cien años dure…pero de momento queda mucho para ver la claridad.  

Y es que el valor acumula varios problemas. Perdió 5.000 millones de dólares con la quiebra de Archegos en 2021, fue reprendido por los reguladores por espiar a los ejecutivos y se vio empañado por su participación en la extinta financiera Greensill Capital. Un lastre al que se sumó la salida de Antonio Horta - Osorio de su presidencia meses después de ser nombrado por saltarse la política anti Covid de la entidad. Todo ello ha derivado en una crisis que el mercado está castigando con fuerza y, aunque el actual presidente de la entidad, Ulrich Körner, ha solicitado 100 días de tregua, el mercado no parece estar en disposición de concederle ese plazo. 

Te interesa ver: Pesan las dudas sobre Credit Suisse ¿estamos ante el próximo Lehman Europeo?