El comité de inversiones de Credit Suisse anunció este viernes que ha cambiado su estrategia sobre la renta variable de sobreponderar hasta neutral. Las posiciones de sobreponderar se mantienen tanto en los mercados de deuda corporativa, en las que incluyen bonos en grado de inversión, ‘high yield’ y bonos de mercados emergentes en divisa fuerte. Según Credit Suisse, el riesgo adicional que hay en estos segmentos está justificada por el rendimiento que ofrecen aunque confían en el apoyo que están brindando los bancos centrales a la deuda pública y privada.
También ven interesante la inversión en activos físicos ya que los productos deberían beneficiarse de la combinación de bajos tipos de interés, la recuperación económica y un dólar débil.
Desde que la entidad suiza decidió iniciar una posición sobreponderada en renta variable a finales de marzo, los mercados han experimentado uno de los repuntes de mayor envergadura desde la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, los analistas y gestores de Credit Suisse apuntan que últimamente la tendencia alcista ha empezado a flaquear por varios motivos.
En un informe escrito por Michael Strobaek, director de inversiones mundial de Credit Suisse, apunta que la tendencia alcista de la renta variable está perdiendo impulso: el S&P 500 ha perdido ligeramente más de un 4% en junio, mientras que el VIX —un parámetro de la volatilidad e incertidumbre en el mercado— ha vuelto a subir.
Credit Suisse también ha visto resistencias del mercado ante las sorpresas económicas positivas: por ejemplo, la semana pasada, los PMIs de la industria manufacturera europea superaron el umbral crítico de 50, lo que señala el regreso a la expansión económica en algunos países. “Estas sorpresas positivas no pudieron reactivar el impulso positivo del mercado”, explica Strobaek.
A todo ello, se le une un incremento de los casos de contagio por coronavirus en algunos estados de EEUU y en Latinoamérica: los brotes regionales pueden plantear dudas sobre las perspectivas económicas y también afectarán al comportamiento de los consumidores.
“El mundo puede estar aprendiendo a vivir con el virus, pero todavía está ahí y puede estallar si no se toman las precauciones necesarias”, subraya.
Otro de los motivos que cita Credit Suisse es la temporada de resultados del segundo trimestre del año, que aunque se espera que sean más negativas que las del primer trimestre pueden ocasionar nerviosismo y volatilidad en el mercado al revelar el alcance real de la paralización económica en los meses de abril y mayo.
También ven que las elecciones presidenciales de EEUU pueden generar ruido e incertidumbre en los mercados, ya que el candidato demócrata Joe Biden lidera la intención de voto frente a Donald Trump que ha sido muy criticado por su gestión de la crisis sanitaria y su respuesta a las protestas contra el racismo y la brutalidad policial en algunas ciudades del país. Biden no es mal visto por el mercado frente a otras alternativas demócratas como Bernie Sanders o Elizabeth Warren que pugnaron por la cabeza del cartel electoral aunque finalmente sin éxito.
Sin embargo, un candidato demócrata puede potenciar un cambio en las tendencias actuales de inversión que ha propiciado Trump al apostar por el ‘Obamacare’ y un modelo sanitario donde lo público gane terreno, medidas climáticas que pueden frenar el ‘fracking’, una política migratoria diferente a la actual o una relación diplomática más cercana con China.
Potencial en bolsa
A pesar del contexto que describen desde el banco suizo siguen viendo que los activos de riesgo ofrecen ventajas y potencial de cara a los próximos seis meses. “Sin embargo, los mayores riesgos ya no justifican una posición de sobreponderar. La recuperación económica continúa y tanto la política fiscal como la monetaria proporcionan apoyo continuo. Los inversores cuyas asignaciones de capital están significativamente por debajo de sus objetivos estratégicos pueden usar los contratiempos como una oportunidad de compra a largo plazo”, arguye Strobaek.
“Mientras nos adentramos en el verano confiamos en nuestro posicionamiento prudente, nos abrochamos los cinturones de seguridad para el viaje que tenemos por delante, y recomendamos a los inversores que hagan lo mismo”, sentencia Strobaek.