Para nosotros, sin duda, 2023 fue un punto de inflexión, culminando una serie de operaciones, que nos dan el tamaño mínimo que necesitábamos, y cuya primera consolidación financiera completa se producirá en 2024. Las operaciones realizadas en los últimos 18 meses han tenido tres objetivos: cuatriplicar en un periodo de 24-36 meses el tamaño de nuestra compañía. En segundo, agrupar profesionales de altísimo nivel y excelencia médico-científica; y por último, dotar a la sociedad de un pipeline claro de operaciones de M&A con un muy alto nivel de sinergia en diferentes partidas de ingresos. 2024 incluirá una compañía superior a 3 veces la que teníamos en 2022; y, en 2025, centraremos nuestros esfuerzos en aflorar por completo las sinergias de todas las líneas de valor añadido clínico.

El principal objetivo para el periodo 2024-25 es optimizar el modelo: extraer el máximo número de sinergias derivadas de las diferentes líneas de actuación clínica e ingresos (tanto a nivel asistencial como en nuestra relación con la industria farmacéutica), y, por supuesto, implementar un sistema de mejores prácticas que sabíamos que obtendríamos en el proceso de compra de las distintas compañías.

Sobre una base de más de 5.500 nuevos pacientes oncológicos al año y 60.000 visitas totales, las sinergias en términos de actividad quirúrgica (más de 300 intervenciones al año), ensayos clínicos (más de 250), y diagnóstico molecular (en especial, biopsia líquida en NGS -Next Generation Sequencing-), y todo ello liderado por los principales exponentes de la oncología privada en España, son enormes, pero no salen solas, debemos trabajarlas.

Y también hay retos externos. Para nosotros, el principal radica en cómo afrontar un sistema asegurador privado en España, que, por un lado, debe entender el valor añadido y diferencial oncológico que damos contra otros modelos, a la vez que nosotros mismos debemos analizar qué podemos o no hacer en el contexto actual de primas, cobertura farmacológica, y prestaciones de las mismas. Va a ser un gran reto ya que es el entorno más preocupante.

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Pensamos que no es sostenible ofrecer una buena calidad asistencial en oncología, con primas de seguros que no están acorde al coste de la prestación y que utilizan herramientas de “optimización” terapéutica, al igual que redundan en pagos a profesionales muy por debajo de lo necesario para poder mantener una alta calidad asistencial. En los próximos años, existirá mucho debate al respecto y queremos ayudar a formar parte de ese debate.

El resto de desafíos en los que se encuentra el sector (generación de moléculas novedosas, técnicas de detección precoz y mínimamente invasivas -como la Biopsia Líquida en la que Pangaea es referencia internacional-, nuevos modelos de estratificación de pacientes, utilización de la IA y Big Data asociada a oncología), son desafíos en los que nos encontramos muy cómodos por nuestro expertise en dichos campos.

Sin ninguna duda, vemos tendencias en nuevas herramientas de laboratorio muy interesantes a nivel de estudio en modelos in vitro, ciertas áreas de expertise como micro-ambiente tumoral, que iremos adoptando; y, sobre todo, vemos tendencias en el uso de la Inteligencia Artificial, donde ya estamos “pintando” dónde nos queremos posicionar. Actualmente, estamos aplicando la herramienta en desarrollos específicos, como el diagnóstico precoz del cáncer de pulmón, pero 2025 será el año de la aplicabilidad de la IA en Pangaea, optimizando el rendimiento y mejorando el servicio en nuestros contratos con la industria farmacéutica.