El Fondo Monetario Internacional es el último gran organismo internacional que ha puesto sus ojos en lo que puede pasar en los próximos meses con la economía española. Y se da la circunstancia de que, sus estimaciones, en medio del panorama mundial, han elevado en nada menos que un punto, el modesto avance que el FMI preveía para nuestro país en el mes de abril.
De hecho, el Fondo espera que la economía española crezca un 2,5% este año, con una mejora sustancial, que supera en crecimiento potencial para este ejercicio a cualquier economía avanzada y se quede a medio punto de la media de estimación en el PIB global.
Una mejora que viene en buena parte del sector turístico, aunque el FMI no le da recorrido al sector más allá de 2023, porque los avances para 2024, su previsión, no ha variado.
Aún así, esa estimación se mantiene muy por encima del resto. Desde CaixaBank Research se espera que, a cierre del ejercicio, la economía española se eleve un 2,3%, a pesar de la revisión a la baja del PIB al final trimestral de 2022 y hasta marzo de 2023.
Ya en el caso de Funcas, en el que recordemos, la Fundación de las Cajas de Ahorros recoge el compendio más completo de las casas de análisis españolas, ya que toma como muestra 18 de ellas. Marca como media para el PIB español de todo el ejercicio un 2,1%.
Aunque en ellas encontramos el 2,4% que proyecta BBVA Research, el servicio de estudios de la entidad con una mejora sustancial de hasta 8 décimas frente a la estimación previa y el 2,5% que proyecta el Instituto Complutense de análisis económico.
Pero hay que observar, que en el caso concreto de BBVA Research sí se observan caídas de estimaciones, en medio punto para 2024, hasta el 2,1%.
Por su parte, las estimaciones del Banco de España se alinean con las de CaixaBank Research. Hablamos de una estimación que mejora en siete décimas hasta el 2,3% con una nimia caída de una décimas, hasta el 2,2% en 2024. En todos los casos, las revisiones a la baja de las estimaciones de crecimiento de la inflación a lo largo del año, también por ese efecto escalón, ante las subidas del pasado año, mejoran las estimaciones.
Sin embargo, hay algunos factores que pueden influir negativamente, en la marcha económica, y también en el IBEX 35. Es el caso del resultado de las elecciones, una suerte de una maraña de posibilidades todavía no resueltas que pueden llevarnos incluso a un bloqueo, en primer término, y en segundo, a una nueva repetición electoral.
Una situación que podría afectar directamente al mercado como indican desde Renta4 “a pesar del atractivo potencial del Ibex, el complicado escenario político que emerge de las Elecciones del 23-J podría traducirse en un peor comportamiento relativo a otras bolsas hasta que se aclare la situación”.
Lo mismo ocurre con la situación económica y con la prolongación de un gobierno en funciones, sin, por ejemplo, nuevos presupuestos y la prórroga de los actuales, sin nuevas partidas, que tendrían que aprobarse en las Cortes antes de fin de año.
El segundo, pasa por la inflación. Y es que, a pesar de su retroceso estimado, se trata del índice general, no del subyacente que se está mostrando como una complicación añadida, más resiliente, sin alimentos frescos ni energía a esa corrección.
Y además se ha convertido en el indicador a seguir en lo que a presiones inflacionistas se refiere por parte del Banco Central Europeo. En España, en julio vuelve a crecer tres décimas, hasta el 6,2% y se coloca en su peor nivel desde el pasado mes de abril, con un aumento del coste de los alimentos del 10,8%.