2. Sobrenegociar. El exceso de ilusión o las dudas suelen ser el motivo más común de que la mayoría de los inversores novatos hagan más operaciones de las que deberían, es decir, sobrenegocien. Entrar y salir demasiadas veces del mercado aumenta el coste de las operaciones e implica pérdidas si se tienen en cuenta los gastos asociados a la operativa bursátil como las comisiones.
3. Cortar las ganancias y dejar correr las pérdidas. Este es uno de los errores clásicos y que más se repiten (no sólo entre los novatos). La teoría dice que hay que dejar correr las ganancias y cortar las pérdidas. Es decir, aguantar al máximo el momento de vender cuando la acción sube pero hacerlo más o menos rápido cuando su precio cae. Sin embargo la mayoría de personas actúa de forma contraria. En este caso es una mezcla de instinto y sentimientos lo que hace que seamos más propensos a cerrar una operación en cuando se registran las primeras ganancias pero que cuesta más asumir las pérdidas.
5. Encariñarse con un valor. Prácticamente todos los inversores han cometido este error en algún punto de su "carrera". El tiempo dedicado a su análisis, haber acertado previamente con el título o cualquier otro motivo muchas veces desconocido (incluso para el propio inversor) hace que se tenga una fe ciega en el valor y su potencial alcista. Puede salir bien, pero la mayoría de veces termina en pérdidas.
6. No frenar las pérdidas. Todo el mundo que empieza a invertir lo hacer con el objetivo de ganar dinero pero son pocos los que realmente se plantean la posibilidad de perderlo. Al margen del capital que se puede o debe invertir, lo primero que se debe determinar en una operación son las minusvalías que uno está dispuesto a asumir.
7. Fiarse de los rumores y recomendaciones. Es muy habitual que los inversores noveles busquen consejo de los más experimentados a través de foros y otros medios. Y aquí llega el error más común, fiarse de información dudosa u operar en base a rumores. Existen multitud de ejemplos de OPA que luego no se producen aunque estaban ‘cantadas’ o rumores sobre dividendos que nunca llegan a materializase. Aprender a identificar las fuentes de información fiables de las que no lo son es quizás la tarea más complicada, pero también la más importante si se quiere hacer caso a las voces que rodean el mercado.
8. Invertir más allá nuestras posibilidades. Hay que saber diseñar una estrategia que se adapte realmente a las posibilidades de cada uno. Es decir, no se puede diseñar una estrategia intradiaria si después no se tiene tiempo; del mismo modo que un inversor a largo plazo no debe estar constantemente operando. Aunque hay que plantearse estas cuestiones antes de entrar en el mercado, la operativa puede deparar muchas sorpresas.
9. Mala elección del intermediario financiero. Cuando la diferencia entre el planteamiento teórico y la realidad es muy grande la consecuencia también puede ser que el bróker o la modalidad con el que operamos no se adapten a las necesidades de la misma. En el caso de quienes pensaban realizar pocas operaciones pero no paran de abrir y cerrar posiciones el efecto más inmediato suele ser el pago de demasiadas comisiones.
10. Dejarse "abducir" por la bolsa. Quienes no están acostumbrados a ver su dinero en juego pueden terminar sufriendo de estrés por culpa de la bolsa. Es muy habitual ver a inversores noveles pendientes las 24 horas del devenir de sus acciones cuando en realidad habían planteado una operativa a largo plazo. Una buena planificación (stop-loss incluídos), paciencia y calma son el mejor remedio.
¿QUÉ ESTÁ HACIENDO AHORA EL MERCADO?
El Ibex 35 cae un 0,90%, hasta los 10.791,40 puntos. Por valores son Enagás ( 1,85%) y Mediaset España ( 0,53%) los que más suben, mientras que las mayores pérdidas las encontramos en IAG (-4,70%) y Acciona (-2,56%). Fuera de nuestras fronteras, los índices europeos cotizan con saldo negativo: Cac 40: -0,57% (4.380,11 puntos); Dax 30: -0,60% (9.846,77 enteros); Ftse 100: -0,58% (6.783,90 puntos); y EuroStoxx 50: -0,56% (3.212,84 enteros).
María Díaz