Las ventajas principales son bastantes. Resumiéndolo mucho sería principalmente el tema de coste. Podemos reducir el coste de una donación o sucesión transmitiéndolo correctamente. Sobre todo también la tranquilidad que va a dar, aunque es un aspecto más emocional. Y, sobre todo, te permite dirigir el destino concreto de los bienes. Es decir, puedes a través de una donación o una transmisión puedes elegir si tienes que favorecer a los descendientes o a la pareja, para que no quede desprovista. Estarían esas cuestiones que son las más relevantes.
¿Los españoles tenemos testamento?
¿Qué resulta más interesante fiscalmente: donar o heredar? ¿Qué costes conllevaría?
La verdad es que la transmisión va un poco referenciada hacia las comunidades autónomas. Es decir, las competencias al tenerlas la comunidad autónoma eligen las bonificaciones y reducciones que tienen cada una de esas comunidades. Esto es importante porque en función a la comunidad autónoma y depende de los bienes que estemos transmitiendo pueden haber muchos cambios. Puede ser interesante en algunos casos una donación y en algunos otros casos puede ser interesante la herencia. Por norma general y básica digamos que siempre la transmisión por herencia es más barata, pero siempre hay matices en las que es más interesante la donación simplemente porque al transmitir menos cantidad en una donación, ya que es una parte de tu masa de bienes, también el coste fiscal puede ser menor y además la donación puede ayudar a que tengamos una transmisión por una comunidad autónoma que sea más beneficiosa económicamente de la que podemos tener ahora.
¿En empresas también hay que tener en cuenta la sucesión?
Mucho. Las empresas se estima que también cerca del 80% entre segunda y tercera generación desaparecen. Estas cuestiones van muy referenciadas a que no hay una buena transmisión. Siempre entre segunda y tercera generación es curioso que se hable del porcentaje más elevado que es precisamente cuando pasamos hacia los hijos o empezamos a hablar de nietos, por lo que empezamos a hablar que la sociedad empiece a estar gestionada entre primos. Entonces, cuanto más vayamos alejando esta consanguineidad también se va volviendo más complicada la transmisión. Ese apartado es importante reflejarlo, sobre todo también porque fórmulas o medidas de las que podemos incluso ayudar a todo ello. Desde la propia empresa familiar, desde los protocolos familiares también, que se puedan hacer en la sociedad y que haya unas directrices para que haya una mayor supervivencia.
¿Qué ventajas tiene la empresa familiar?
La empresa familiar en España al tener una legislación que puede ser más estatal tiene un salvoconducto mayor. Hay mucho miedo a que en la Comunidad de Madrid se puedan eliminar las bonificaciones, que son tan importantes como el 99% que tenemos en la actualidad. Muchas sociedades, aparte de tener una forma jurídica como sociedad limitada, anónima, o comunidad de bienes, también cumplen o quieren cumplir los requisitos de empresa familiar para obtener otras bonificaciones. Estas son adicionalmente el 95% o el 99% en el impuesto de donación y sucesiones y en algunas comunidades incluso puedes eliminar el pago del impuesto de patrimonio o de plusvalías de IRPF.
¿Suelen las empresas familiares estar abocadas a su desaparición tras la muerte de su fundador o en las primeras generaciones?
Sí. Principalmente como comentaba la segunda y tercera generación suelen ser las detonantes. El mayor problema que suelen tener estas empresas precisamente es que a la hora de transmitirlas un grado de participación que no sea correcto quizá generaría que los órganos estatutarios tengan una administración a una u otra persona. Sumándose a esto al no tener tampoco un protocolo familiar lo que ocurre es que en la segunda o tercera generación dilapida mucho el patrimonio. Se dice que en la primera generación de la empresa genera el patrimonio, la segunda lo consume y la tercera lo liquida. Se dice mucho porque al no crear ningunas directrices, una vez que la empresa está saneada o tiene una buena supervivencia en alguna liquidez, esa segunda o tercera generación suelen consumir mucho patrimonio por desconocimiento, por no ver el esfuerzo que conllevó crear desde cero esa sociedad. Entonces, principalmente es donde recaería más el problema que tienen las sucesiones empresariales.