La semana pasada tuvo lugar un encuentro de una gestora barcelonesa con inversores donde, al ser preguntada por la salida a Bolsa de Puig, apuntaron que sale al mercado sobrevalorada, tras, presentar, eso sí, “los mejores resultados de su historia”. Aun así, apuntaban que la valoración estaba “bastante tensionada”, siempre descontando “los mejores escenarios”. Sobre todo, criticaban duramente la colocación de acciones sin apenas derechos políticos. Opinan que debería haber algún otro tipo de contrapartida para el accionista. 

Rafael Ojeda, colaborador de Estrategias de Inversión y gestor de los fondos Fortage Funds, afirma que “es una operación cara y poco atractiva”. La compañía “está solicitando al mercado capital para amortizar la deuda que han incurrido para la adquisición de las dos últimas compañías que han comprado, liquidar esa cuenta y para poder crecer sobre todo en el mercado asiático, que es donde ellos ven que pueden tener cierto recorrido. Pero sin embargo ofrecen muy poco a cambio. Van a distribuir las acciones entre clase A y clase B. Ellos se quedan con las acciones tipo A y van a vender al mercado acciones tipo B que tienen cinco veces menos derechos políticos. Un gestor profesional, sobre todo los gestores norteamericanos que de tontos no tienen un pelo, no van a picar comprando acciones que prácticamente no tienen derechos políticos”. 

Es decir, los accionistas que vayan a la colocación no van a tener ninguna influencia sobre la gestión de la compañía, lo único que van a hacer es poner dinero. “Entonces, para eso, es mejor una emisión de bonos, donde se le puede dar un 5% o 6% de rentabilidad. Se pagan los cupones, la compañía no soporta cambios en la propiedad y listos”.

Pero, claro, “lo que la compañía busca es no apalancarse”. Sin embargo, “trata a sus nuevos accionistas como si fuesen bonistas. Eso hace que no sea nada atractiva la operación. Desde un punto de vista de fondos de inversión no van a tener ningún interés en adquirir una sociedad en la cual no van a tener ninguna implicación ni van a poder decir absolutamente nada al comité de dirección. No le encuentro valor. Cuando tú haces este tipo de operativa en la cual haces acciones A y acciones B y estos accionistas B renuncian a los derechos políticos les tienes que dar algo a cambio, les tienes que dar una prima por entrar, es decir, un descuento en las acciones, no, lo que no puedes hacer es que las paguen encima más caras, no tiene demasiado sentido, no le encuentro mucho recorrido”. 

Conviene recordar que otros inversores como Panza Capital, del gestor value Beltrán de la Lastra, también manifestó su intención de no acudir a la salida, prevista para principios del mes que mayo.